Capítulo 101

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Hay un niño, que vive a unas cuantas casas de la mía, y siempre, a la misma hora, sale en su bicicleta, junto a una guitarra en su hombro. Por alguna razón me encuentro a mí mismo escondiéndome junto a la ventana, esperando verle pasar, para sonreír al notar su largo cabello negro ondear con el viento, ahogar una exhalación las pocas veces en que su mirada cae en mí, y el azul del cielo se queda corto para describir lo bellos que son sus ojos. El problema, es que yo no debería estar actuando así por un hombre.

Quizás solo quiero un amigo, al que... eventualmente, pueda decirle cuanto le quiero, y... poder besarle, así como en esa película que he visto a escondidas. Estoy tan nervioso, si tan solo hubiese una única persona que me dijera que no hay nada de malo en sentirme así por alguien igual a mí, no estaría tan asustado del solo pensar en que no quiero a una niña.

Prefiero un niño, ellos siempre son quienes te salvan, podrían sacarme de lo solitario que es el lugar en el que cada día, mis padres me dejan encerrado. Ellos no se quejan como las niñas si les halas del cabello, si eres hiriente, o si le dices que no las quieres, los niños se ven más valientes, y no dudarían en protegerme. Sí, preferiría tener un niño junto a mí.

—Max, es tu graduación. ¿Quieres hacer algo especial?

Levanto la mirada, apenas lanzando un quejido, no es necesario que me trates como un niño, ya tengo dieciocho, creo que puedo tomar mis propias decisiones respecto al cómo celebrar mi horrible paso por la niñez, y adolescencia, rodeado de imbéciles que tuve por compañeros de clase. Además del hecho de que, como les sucede a mis padres, una vez al año han recordado que tienen un hijo, solo quiero salir de este lugar. Ladeo mi cabeza, la falsa sonrisa de mi madre, mi padre hablando por celular, como si no le importara lo suficiente el que acabo de terminar el infierno de institución.

—Vámonos a casa.

Mira, yo no necesito un día, supuestamente especial, para que todos nosotros estemos reunidos en el comedor, comiendo como si fuésemos el pretexto de familia unida que decimos ser. Solo se escuchan los cubiertos golpeando contra los platos, no hemos dicho ni una sola palabra en los quince minutos que llevamos aquí.

—¿Ya decidiste qué carrera estudiarás? — bueno, eso... yo solo sé que me gusta leer muchos libros, y... —. Espero que sea algo útil para la familia.

Sí, por supuesto, es lo único que te importa. Me encojo un poco más en el asiento, por alguna razón la pasta no pasa de mi garganta, además de la cruel decisión de imposición de mi trabajo laboral el resto de mi vida, quisiera que, por una vez, ellos me dieran un poco de atención, más de un día al año.

—Yo... sí, pensaré en algo — negocios, negocios, es lo único que importa. Sostengo más fuerte el tenedor entre mis manos —. Mamá, papá, me gustaría hablar algo con ustedes.

—Oh, por supuesto, cariño.

Detesto esa frase, solo sale en automático de los labios de mi madre, una patética excusa sacada de algún pésimo libro de crianza infantil. Desvío la mirada, directo a mi padre, apenas un sonido que sale de su mente perdida en sus estúpidas plantas. Da igual, no es que yo sea más importante que esto, y si no es a ellos quienes les diré, no puedo pensar en que alguien más se preocuparía por mí. Por alguna razón, creo que ni siquiera me importa demasiado decirlo.

—He pensado en algo, es respecto a mis gustos — porque solo puedo sacar conclusiones de todos los libros que he leído. ¿Estaré entendiéndolo bien? —. Me gustan los hombres. ¿Supongo que eso me hace gay?

Agh. Levanto mi cabeza, por primera vez en mi vida mi padre me dirige una mirada, y fue como si quisiera tenerme muerto, lo entendí al escuchar el fuerte golpe en la mesa cuando se levantó, sin una sola palabra, sus pasos fueron lo único que se escuchó cuando salió del comedor. El silencio en mi familia siempre ha sido normal, pero este se sentía más doloroso. Quizás por eso mi madre se veía tan aterrorizada, y, por común que fuera, no se veía ni un poco interesada en mí.

El Chico de las 6:30pmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora