Capítulo 59

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—¿¡Cómo dejaron que sucediera esto!?

¡Son idiotas!

Sophie solo mira de reojo a Isaac, quien levanta ambos hombros, por lo que frunzo el ceño, hundiendo mi rostro en el sofá, para lanzar un muy fuerte gruñido. Mi único temor, lo único que yo le pedí a los dos chicos, fue lo que utilizaron para apuñalarme por la espalda, yo no quería dejarlos solos, me daba igual si hubiesen fingido que se agradaban, es peor que estar tirado en el sofá, esperando tener noticias de los dos. Debí ser yo quien planeara la reunión en lugar de ser tan indeciso, pareciera que no aprendo de mis errores, mucho menos de mi gran error del último mes. No es justo, maldición, recuerdo que en su momento yo tampoco quise conocer a Isaac, estuvo bien, supongo, por lo menos no lo odio, y él no me odia a mí, por el contrario, pareciera que siempre busca una forma de ayudarme, aunque sean algo... extremas.

Ahora tengo que ahogar mis problemas gritándole al sofá, porque la mejor idea que ha tenido el artista es secuestrarme, que es la única forma que encuentro para explicar lo que me hizo, para llevarme a mi departamento, mientras él y Sophie se divierten jugando videojuegos. Detesto esto.

—¿Por qué no puedes confiar en ellos? — apenas giro a verle, empujándole por uno de sus costados.

—¡Sophie, ellos se odian, maldita sea, Darrell es sobreprotector y Oliver tiene todos estos... miedos!

—¿De qué? — parece interesase, lo que me sorprende, pensé que lo entendía.

—Vamos, tú y yo hablamos de eso — levanto mi cabeza del sofá, pues, aunque el artista lo susurra, bien lo he escuchado.

—Ustedes... ¿Tienen algo que decirme?

Oh, por supuesto que sí, se han lanzado una mirada cómplice. Me levanto del sofá, acercándome a ellos, quienes tienen la intención de ignorarme, fallando. Bueno, es cierto que Oliver le dice todo a Isaac, ya lo he comprobado, pero que Sophie también esté envuelta me causa intriga. No es algo que escuche todos los días.

—No, nada que no sepas — apenas responde la chica, aunque su voz sale suave.

—Max, ya te lo dije. ¿Lo recuerdas?

Isaac no fue muy claro al respecto, quiero decir, solo dijo llegar lejos, y eso puede significar cualquier cosa, desde que Darrell y yo nos besemos, o me pueda acostar con él. Claramente la última no tendría razón de ser, y Henry... dice que está bien si beso a mi mejor amigo, solo si eso no se va a convertir en algo más. ¿Yo, teniendo algún sentimiento por Darrell? Por favor, al heterosexual en cuestión poco le pude importar besarme, no después del increíble beso que pasó hace poco.

Si solo se trata de eso, creo que estamos sobreactuando. Ah, eso me recuerda.

Me levanto del sofá, para tomar a la chica de la mano, y aunque se ve confundida no me aparta, y Isaac parece demasiado ensimismado en el juego como para preguntarnos qué vamos a hacer. Cierro la puerta de la habitación tras de mí, Sophie solo suspira, sentándose en la cama.

—¿Qué sucede? — trago un poco de saliva, apoyando mi espalda en la pared.

—¿Recuerdas nuestra promesa? — cuál es su respuesta, a lo que ladeo un poco mi cabeza, no sé si han sido tantas —. Que tú no le dirías nada de lo que yo hiciera a Oliver.

—Por supuesto. ¿Acaso insinúas que...?

—¡No! Yo confío en ti, es solo que... — Dios, me siento tan mal poniéndola en duda. Niego, sentándome a su lado, para tomarle de una mano —. Powell habla de un llegar lejos, y me preguntaba... si tiene que ver con algo que hayamos hecho Darrell y yo.

El Chico de las 6:30pmWhere stories live. Discover now