Capítulo 83

503 66 3
                                    

Desperté asustada de nuevo al sentir el sol en mis ojos, me levanté rápidamente y salí de la casa después de asegurarla si es que regresaba allí tenia que estar protegida. Me dirigí al centro de la ciudad pero iba a ir por toda la cuadra revisando las casas y puestos que habían. Si encontraba algo lo recogía en una bolsa negra y la colgaba en el segundo piso, por alguna razón no había muertos en ninguna parte, tuvo que haber por qué se veía destrozos, sangre por doquier, autos con los vidrios rotos, algunas armas tiradas, por lo que puedo pensar que hace poco algunas personas vinieron aquí y tal vez perdieron y salieron corriendo... no podía saber que clase de criatura los asustaría tanto como para dejar sus pertenencias junto con sus armas, pero tendría que ser algo horroroso, tendré que verlo para saberlo.

-bien- dije para mi misma mirando hacia el cielo, se estaba haciendo tarde, fui de regresó a la casa que habia desocupado la tarde anterior y mientras me encaminaba fui recogiendo las bolsas que habia dejado en las puertas, no habia nadie por lo que no tenia el temor de que cuando regresara ya no estarían. lo estaban.

Entre por la única ventana que no bloque y subí al segundo piso, hice el acomodo de los víveres  que habia conseguido, habia conseguido poco comparado con otras recolectas que he realizado pero, para el primer día estaba bien, comí la otra mitad de mi lata y la tire, ya no tenia mas latas de las que me dieron, pero si tenia agua, con eso podía andar bien por unos días, claro que tenia algunas comidas enlatadas de mi recolecta del día de hoy y si era estrictamente necesario, tomaría una. 

un ruido me hizo levantar de mi sueño, me fije por la ventana pero todavía era de noche, me quede quieta mientras me colocaba mi katar en mi mano izquierda. miraba por la ventana en todo momento, el sonido que se escucho fue como un gran siseo. el ruido se volvió a escuchar cerca de donde yo me encontraba pero todavía se escuchaba lejano a la vez. 

mi corazón comenzó a latir a gran velocidad por que no habia escuchado eso jamas, era un gran quejido de cuerdas vocales, me quede quieta y cerré la ventana, me arroje al piso y me quede bocarriba mirando hacia el techo. mi corazón seguía latiendo con fuerza a lo que fuera que estuviera afuera y mi piel se erizo cuando se volvió a escuchar ese quejido. se escuchaba cada vez mas cerca. un olfateo se hizo presente y me congele, si me olfateaba estaba acabada, me encontraría lo que fuera esa cosa. fui a gatas hacia la cama llena de manos y sangre podrida y me comencé  a llenar de eso, esperaba que el olor a muerte se impregnara en mi o al menos me cubriera un poco y confundiera a lo que estaba afuera. me comenzó a dar arcadas por el olor así que comencé a respirar por la boca y que mala decisión por que ahora tenia el sabor como si lo hubiera comido. cuando el quejido se volvió a escuchar ahora mas cerca de donde me encontraba y el olfateo también se hizo presente, me metí bajo la cama mirando en todo momento por la ventana, sentí un goteo que caía sobre mi, cuando levante la vista vi todo el colchón lleno de sangre negra que caía en gotas y bajo mi espalda también habia un gran charco en el que ahora estaba acostada por ende tenia todo el cuerpo en sangre mas de lo que quería. 

las arcadas volvieron y un ligero temblor al escuchar pasos arrastrados, el quejido se escucho mas fuerte que nunca seguía mirando por la ventana a pesar de que esta estaba cerrada, no podía apartar mis ojos de allí. El ruido cesó y salí de debajo de la cama. El sol estaba por salir, eso quería decir que era una criatura nocturna igual que los animales, no salía de día y en la noche hacía todo el movimiento.
Abrí la ventana y vi el cuerpo de una gran cosa, caminaba encorvada e iba por las sombras. Quería saber que era a pesar de que mi cuerpo pedía ir hacia atrás y alejarme lo más que podía.
Salí de la casa y esperaba seguir el quejido antes de que se fuera, cerré todo, y fui corriendo, el cuerpo se iba arrastrando y me di cuenta que era una persona pero era muy muy alta, musculoso y desfigurado, lo fui siguiendo de lejos y de pronto mas quejidos se empezaron a escuchar a lo lejos y vi más cuerpos parecidos al que seguía, todos iban a un mismo lugar, lo que quería decir que ellos se comieron a todos los muertos que existieron aquí o al igual que las personas que salieron corriendo.
Ahora tenía que ocultarme mejor por que no sabía si alguno de ellos venía detrás, así que tenía que ver a todos lados a cada minuto, entre bajo un carro cuando vi que el muerto que seguía entró en un gran hueco, fui contando los muertos que iban entrando, todos eran parecidos en cuanto a lo grande y lo encorbado, conté al menos 10 de ellos, no lograba saber como era posible que esos muertos estaban allí. ¿Mutación? Algo por el estilo podía ser.
El sol salió por completo y el ruido se consumió por completo como si no hubiera nada allí dentro. Salí del auto y me dirigí hacia allí haciendo el mayor silenció que me era posible. Solo quería conocer el lugar en donde se encontraban y así mismo alejarme de allí. Al verlos a contra la poca luz que les daba pude saber por qué no salían en el sol, eran no ciegos completamente pero si eran muy muy transparentes, se podía ver todo su esqueleto y órganos interiores. Su sangre en las venas era negra, era algo digno de ver.
Me acerqué lo más que me fue posible y vi un gran hueco vacío, pero después había más agujeros, me recordó la cámara de los secretos en Harry Potter, antes era muy fan... Pero yo no sería como ellos, no me lanzaría a la muerte segura por que ellos no duermen solo se quedan en la oscuridad, estoy segura. Si entro, es mi muerte segura y que forma más estúpida de dormir, en un lugar que no hay nadie y sin despedirme de mis bebes. No así no sería mi muerte.
-hora de irnos- susurre para mi misma y así lo hice.
Fui buscando comida en las casas y si encontraba una tienda estas estaban vacías, saqueadas.

Decidí quedarme hasta que las bolsas se me hicieran pesadas pero pudiera caminar con ellas, había tomado 2 latas para 4 días que fueron los que me quedé en la ciudad, me mantuve lo más alejada del centro y cada noche me  llenaba el cuerpo de ese olor putrefacto de la cama, necesitaba una ducha urgente, salí de la casa por última vez en la mañana cuando el sol ya estaba elevado un poco y el quejido se sucumbió, salí de la ciudad y ahora regresaba al mundo de los lobos y muertos normales, tenía que ir con cuidado por lo que iba por el mismo lugar por el que llegué así ya sabía hacía donde tenía que llegar para dormir o quedarme en un gran árbol, los muertos no me podían robar mi comida por lo que solo lo ocultaba de las personas en la noche pero dudaba que alguien estuviera tan loco como para salir en la noche con los lobos.

Pronto estaría con mis amores, bese mi muñeca de nuevo como cada noche lo hago. Los aullidos no se hicieron esperar y por muchas razones prefería este ruido  al de los quejidos de las cuerdas bocales de los muertos gigantes, si podía evitarlos siempre así lo haría. Por fin sentía que podía descansar encima del árbol en el que me encontraba, en la ciudad no podía pegar ojo alguno por que si el quejido se escucha más cercano, era hora de sambullirme debajo de la cama y llenarme del olor, aquí, los Lobos no me alcanzarían y estaban a kilómetros de mi. Podía descansar por fin.

No Confíes En Nadie (Zombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora