Capitulo 97

203 31 5
                                    

Estaba en la oscuridad, sentía mi corazón latir a toda velocidad, mis nervios estaban a flor de piel, más que nada por que estaba en la oscuridad, no podía ver si Zach estaba cambiando, él estaba acostado. Los gruñidos y los aullidos de los animales no me dejaban dormir, tampoco es como si quisiera dormir con todos mis pensamientos encima de mi, el sueño se había ido corriendo.
Estaba cansada mentalmente y físicamente estaba tronado, me dolía si quiera moverme, al menos no teníamos mochilas o algo, si no la espalda también me mataría.
-ummm-se quejo Zach y volteé alterada hacia donde sabía que él estaba.
Creo que jamas me había sentido tan alterada como ahora, tenía el hacha de Zach en mi mano buena, pero no me moví, me quedé quieta, escuchándolo, si empezaba a gruñir o hacer ruidos no reconocibles, bueno tenía que hacer algo.
La noche fue pasando a una madrugada y los pocos rayos de sol se fueron asomando, los aullidos de los lobos se fueron alejando hacia el bosque, no veía al oso pero debe estar por allí, esperando alguna cosa en movimiento para deborarla.
-esto de sucumbir es más tardado de lo que pensé- di un salto en mi lugar cuando Zachariah hablo de forma normal-la pierna me esta matando.
-¿no te sientes mal?
-pues en serio me duele la pierna... Si preguntas si tengo ganas de matarte o comer tus entrañas, no, no tengo ganas de eso.
-bien ¿crees que no sea pasable la enfermedad de un animal a una persona?
-pero si las personas se la pasaron a los animales-contestó él simplemente.
El sol se fue levantando y yo no podía ver a Zach, no quería voltear a verlo, pero me obligue a hacerlo, volteé hacia él pero seguía siendo el Zachariah que yo conocía, sus ojos se veían igual, no se veía para nada como un muerto convirtiéndose, estaba bien al menos ahora y ya había pasado muchas horas y por lo que yo tenía conocimiento y experiencia, se convertían en menos de una hora.
-tenemos dos opciones ahora-comenté mirando hacia abajo en donde había algunos cuerpos descuartizados- bajar ahora que no está el oso... Intentar correr y rogar que no los vea, o esperar aquí.
-¿qué esperaríamos? ¿Morir? No tenemos comida, pero también mi pierna está mal.
Fui hasta donde él estaba y lo ayude a poner de pie, intento apoyar el pie pero lo tenía destrozado, al menos no estaba roto, tenía que llevarlo con el doctor, no podía estar más tiempo así, tenía que hacer algo y ese algo era, bajar y si aparecía el oso o cualquier cosa, matarla, yo tenia cortes en la pierna pero no era nada comparada a como estaba mi primo.
Mira a a todos lados, buscando una señar de lo que sea, de algún animal acercarse, había muertos como siempre, pero a ellos era más fácil evitar y si no, igual era fácil matarlos. Tenía la boca seca, tenía mucha sed pero no traíamos nada ahora, al tocar a Zach note que tenía calentura, pero se veía bien físicamente.
-tenemos que intentar irnos- dije al final.
-okay, hago lo que pidas.
Me quité mi camiseta y comencé a romperla por la mitad, comencé a hacer nudos en su pierna para así protegerla, Zach estaba quejándose pero no se movía a no ser por espasmos involuntarios, era temprano por lo que era mejor ponernos en movimiento hora más por que no íbamos a poder correr, me congele en mi lugar.
-Zach, no lo lograremos... No hay refugio a donde podamos llegar, al llegar aquí veníamos corriendo, ahora iremos caminando.
-puedo intentar correr... No me duele tanto.
-apenas te mantienes en pie.
Estaba muy ansiosa, no sabía que hacer. No podía dejarlo aquí y tampoco nos podíamos quedar aquí.
-nos tenemos que arriesgar, vamos, no perdamos más el tiempo.

"Día 1014

Si alguien encuentra esto, huyan de aquí, no vengan, no se que hacen aquí, corran lo mas lejos de aquí, te diré quien soy, una chica que intento hacer lo mejor por su familia, me tocó ser adulta desde muy chica, fui líder, fui amada y fui mamá, lo mejor que me pasó en mi vida, mi primo, bueno mi primo le han jodido la pierna un oso y es un suicidio lo que vamos a intentar, pero lo vamos a intentar por que él ocupa medicamento, necesitamos alimento y necesitamos agua, necesitamos ver a nuestros seres amados así que si, haremos algo estúpido para intentar alcanzar lo que necesitamos, ahora justo ahora mi primo baja las escaleras de donde nos encontramos en las alturas, estoy escribiendo presurosa por que quiero dejar esto como registro, no se quien eres.. Si eres Lisandro o alguno de los chicos del refugio, por favor díganle a mis niños que los amo, y los amamos e hicimos lo que pudimos para volver a con ustedes.
Me despido por ahora o para siempre, no lo sé.
Siempre suya Bernadette
Y Zachariah un que el no sabe de esta carta"

Guarde mi libreta con el lapicero por que si, eso iba pegado a mi, era lo único que no podía dejar lejos de mi, baje las escaleras y alcance a Zach a la mitad, yo tenía su hacha y un cuchillo largo, como quisiera encontrar mi katar pero este estaba clavado en el oso, ojala lo hubiera matado con ese golpe pero no fue así.
Zach llegó abajo y se quejo un poco pero cuando me vio mirarlo se cayó y comenzó a caminar, lo alcancé y fui a su lado alerta de todo movimiento.
-puedo intentar correr- comentó después de unos minutos caminando.
-vamos bien ahora, no te esfuerces con ello, si tenemos que correr... Bueno lo intentaremos.

El camino hacia un refugio para pasar la tarde, noche lo que sea, iba bien, había algunos muertos que se querían acercar a nosotros mientras se arrastraban, aquí tenías que tener más cuidando de donde pisabas que en otros lugares eso era un hecho, así que los que estaban más cerca e intentaban agarrar a Zach se llevaban un hachazo un poco mal equilibrado de mi parte, no podría matar un oso, un zorro o un lobo con solo una mano, pero lo intentaría.
Fue silencioso, ninguno quería hablar pero él se quejaba de vez en cuando, como cuando subimos el desnivel, cuando tuvo que agacharse sobre la barda, después de que yo separaba un poco los cables para que no tuviera que brincar, la camisa se veía cubierta de sangre y algunas gotas iban cayendo pero al menos no era tanto, tenía todavía el torniquete no tan apretado como quisiera pero necesitaba circulación de sangre o perdería el pie por falta de circulación.
-necesito un descanso-dijo mientras caía al piso.
Sus manos temblaban, estaba lleno de sudor y tenía la cara roja, se estaba sobre esforzando para aparente ser fuerte a pesar de que le dolía apoyar el pie, iba cogiando la mayoría del tiempo, encontramos una rama más o menos gruesa que podía usar como bastón para no apoyar completamente, sirvió pero ahora estaba muy cansado, me quedé en pie, dando vueltas en mi lugar
Mirando hacia todos lados, reconocía en donde estabamos, solo hace un día habíamos pasado por aquí.
Solo teníamos que seguir recto hasta llegar a algún lugar y sino directo a la salida de este infierno.
-ayúdame a parar-parpadee al escuchar a Zach, mi mente estaba corriendo a mil por hora, extendí mi mano buena dejando caer el hacha, se puso en pie y se quejó- estoy bien. Sigamos.
Mi estómago estaba rugiendo, estaba muriendo de hambre, ya me había desacostumbrado a no comer, pero teníamos que aguantar, recogí el arma de Zach y lo seguí.
Otra hora, dos horas caminando, no se cuanto tiempo, pero un rugido nos hizo mirar hacia todos lados, o no, demonios, no.
Mi mano empezó a temblar al igual que mi pulgar, sostuve el hacha con mas fuerza, todo irá bien... Un golpe certero.
-corre-gritó Zach mientras el hacía lo propio cogiando.
Se estaba quejando pero estaba apoyando el pie y la sangre comenzaba a escurrir más rápido que todo el camino caminando, estaba preocupada pero también estaba preocupada por la cosa que le hizo eso a su pierna, la cosa que venía detrás de nosotros a varios kilómetros de nosotros pero cada vez más cerca al ritmo que íbamos.
Me plante en mi lugar, le había quitado la mayoría de los cuchillos a Zach, los comencé a lanzar hacia atrás mientras daba miradas, intentaba darle, en los ojos, la nariz donde fuera para que nos dejara de perseguir, algunas dieron contra el oso enorme y desgarrado pero era inútil no se detenía.
-sigue corriendo-pedí a zach gritando.
-¡berna no!. Si alguien tiene que sacrificarse soy yo, no puedo correr mas, me atraparan después, tu puedes correr.
-callate y corre-gruñi.
Estaba de pie, veía al oso venir hacia mí pero estaba congelada en mi lugar, esperando dar un golpe certero antes de ser devorada, al menos si iba a ser mi fin, intentaría acabar con él para que no fuera después por mi primo.

No Confíes En Nadie (Zombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora