Capítulo 80

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Al parecer Rafa era un chico mucho más mayor que los demás del grupo, tenía una mirada fría en su rostro siempre, o al menos eso era lo que dijo Piter una vez que lo presentó, tenía el cabello hecho un desastre, como que en realidad no le preocupaba la apariencia que daba, pero si era bueno, era bueno.
Zach y Mike me estaban esperando mientras me despedía de mis bebes y de Lisandro.
-cuidate mucho, tú más que nadie sabe como sobrevivir.
-lo haré, cuidate y cuida a estos revoltosos, no los dejes solos ¿Okay?
-no confíes en nadie... Al menos no del todo, lo sé.
-es para hoy parejita- apuró Mike.
-Claro, por que tu llevas a tu pareja- se río Lisandro y Mike solo sonrió.
Suspiré y me puse mi katar en la mano, guarde dos machetes y una espada corta que me dio Lisandro, les di un beso a cada uno y sonreí.
-los amo- fue lo último que dije antes de salir del cuarto.
Rafa ya nos estaba esperando en la puerta principal, tenía dos armas y 4 mochilas grandes, nos dio una a cada uno y allí había agua y comida para un par de días, no llevábamos más que eso y las armas, yo tenía puesto una sudadera por si hacía frío en algún punto pero también iba con dos camisas una de manga larga y otra de manga corta, era más fácil quitarme ropa que no llevar nada y después morir de frío o de calor si solo llevaba un cambio, sobre el pantalón solo era eso, un pantalón roto y desgastado, unas botas terminaban el conjunto, así que si iba bien vestida para una expedición. Mi primo y Mike me habían imitado en cuanto a prendas pero Rafa solo tenía una camisa de manga corta.
-abran la puerta- ordenó después de darnos una mirada rápida.
La puerta de abrió y algunos muertos estaban allí listos para entrar, cada uno se encargó de un muerto y por fin salimos del refugio.
El ritmo de la marcha La puso Rafa, nadie hablaba y los que si lo hacían... Alias la parejita Zake se iban susurrando cosas en la parte trasera de la marcha, yo iba en medio por que mi primo pensó que era más seguro para mí, aja, como no.
La verdad el lugar era desértico por un gran camino, no había nada, solo terreno libre, no era algo que me sorprenderá ya había visto eso antes de entrar cuando nos perseguían los lobos, no había nada a la redonda, algunos muertos vivientes estaban allí pero los acabábamos por turnos, la marcha fue así hasta el final del día cuando ya se podía  escuchar el despertar de los lobos muertos, lo malo no pensamos eso antes o al menos yo no lo pensé por que no había nada en donde meternos.
-tenemos que correr, en unos minutos ellos saldrán, hay casas a unos 10 minutos de aquí si vamos a Gran velocidad.
No contestamos, solo comenzamos a correr, Rafa seguía siendo el primero, era el más rápido, nosotros íbamos a la par mientras el nos dejaba por unos pasos atrás, el aullido se hizo más constante pero el sol todavía no se iba del todo, vi las casas por fin, seguimos corriendo, mis piernas me mataban pero no importaba tanto, era esto o estar muerta en unos minutos, prefiero vivir gracias.
Entramos a una casa cualquiera que tuviera segundo piso para allí hacer nuestro refugio, entramos como Pedro en su casa, sin ver si había muertos, cerramos todo y después nos fijaríamos en eso, si hubiera muertos ya hubieran hecho ruido o intento de salir de su escondite, cerramos todo y fuimos al piso de arriba que tapizados de muebles, nos quedamos todos en un cuarto en silencio mientras veíamos como la luz del día se iba y nos dejaba en una gran oscuridad, apoye mi espalda contra la pared y me quedé quieta, escuchando.
Los aullidos eran más fuertes y más cercanos, como que daban un recorrido por todo el lugar, ver si encontraban cualquier cosa para comer en este inhóspito lugar.

Un ruido de patas pisando fuerte me despertó de un saltó, Zach me apretó el hombro y me señaló hacia la ventana.
Miré por ella y eso me remontó de nuevo a los inicios de este caos, cuando por primera vez vi por la ventana un muerto, pero no me deje zambullir esta vez, miré a los lobos, estaban corriendo de un lado a otro sin parar olisqueando, como. Si supieran que estábamos aquí pero no nos encontraban, rogaba que no nos encontrarán, cerré la ventana con sumó cuidado y vi a los demás, Rafa estaba recostado en la cama cómodamente y nosotros estábamos contra la Pared. Si estaba cómoda en una cama se me iría el pensamiento de donde estoy a "tengo sueño" no, no era el lugar ni el momento. Miré a mi primo y sostuve su mano, él la Apretó un poco y me regalo una sonrisa que hace mucho no daba.
-estamos juntos, duerme un poco, Mike va a cuidar un rato y después yo.
-me despiertan cuando sea mi turno.
-dalo por hecho- me soltó la mano pero pasó su brazo por mis hombros y me atrajo a él para yo terminar apoyada en su pecho, apoyo su cabeza en la mía y me relaje un poco, creo que si tenía sueño.

-chicos a desayunar- comente a todos cuando el sol salió y se dejó de escuchar los aullidos de los lobos, se habían ido al bosque negro, todos se despertaron después de volver a  repetir las palabras, agarré una de mis latas de comida, había 4 en total y 2 aguas de litro y medio, di un sorbo a mi agua y comí la mitad de mi lata, la cerré y vi como todos comieron toda la lata, no les dije nada, cada uno comía lo que quería, salimos de la casa por la ventana por que que paja quitar todos los muebles, si regresábamos a este lugar ya tendríamos la casa lista para nuestro refugio.
Seguimos la marcha como el día anterior, solo que ahora íbamos trotando por tiempos y otros momentos caminábamos, llegamos a medio día a un pueblito.
-aquí revise algunas casas pero no había nada en ellas. No se si pueda a ver algo en las otras. Si quieren revisamos o seguimos adelanté.- comento Rafa aburriendo mirándonos retandonos.
-podemos irnos, cuando vengamos de regreso podemos buscar un poco de tiempo. No tenemos que ir cargando nada ahora.
-bien- comentó y siguió trotando.
Un segundo pueblito se hizo presente como 2 horas después de eso, comentó lo mismo y contestamos lo mismo, seguimos la marcha por otras horas, íbamos en una línea recta sin desviarnos para nada. En toda la marcha hubo muertos queriendo ir a por nosotros pero éramos más rápidos que ellos y en cuanto se acercaban ya estaban cayendo al piso muertos definitivamente, Rafa no me caía ni bien ni mal, no habla con nosotros a menos que sea solo para decirnos que ya busco en este lugar y nos miraba como si fuéramos idiotas, o sea que si lo somos pero no tenía que mirarnos así.
Bien podría yo mirarlo como si él fuera el idiota. Pero no me gustaba decir eso. Al menos no ahora que no se que piensa.
-antes de que caiga la noche de nuevo  será mejor que nos quedemos en este pueblo.
-¿cuánto falta para llegar a nuestro destino?
-medio día o un poco más-contestó sin mirarme.
Llegamos a una casa igual de dos pisos e hicimos lo mismo que en la anterior, refugiarnos en el piso de arriba y turnarnos para dormir. Rafa no me ha dado motivos para no confiar en el pero tampoco tantos para confiar en el así que cuando el decía que se quedaba despierto, cerraba los ojos pero no me dormía, solo estaba allí existiendo y descansando el cuerpo sin dormir ya cuando despertó al Mike que le tocaba a él, me quedaba dormida en el hombro de Zach.
Esta vez los lobos no estaban en el pueblo con nosotros, sino que se escuchaba lejano a nosotros lo cual agradecía. En la mañana al igual que el otro día me comí lo que restaba de mi primera lata mientras que los demás comían su segunda lata entera.  El agua era lo que más tomaba pero igual todavía me quedaba mucha. Extrañaba esta forma de vivir, de comer lo mínimo.
La marcha siguió sin problemas, hasta que llegó la tarde que se empezó a escuchar gruñidos y pasos lentos y arrastrados.
Volteé hacia atrás igual que todos y miramos una gran horda de muertos que venía tras de nosotros, mire a los otros lados y más muertos estaban uniéndose a esa horda de muertos. Era un desfile de muertos.
-vamos- grité y todos comenzamos a correr lejos de ellos pero en frente de nosotros había muertos también, comenzamos a matar a algunos que se acercaban a nosotros, no podiamos alejarnos de ellos por que nos estaban viendo y nos seguían sin descanso, si esto seguía así, podrían llamar la atención de los lobos.
-tenemos que escaparnos de aquí- grite a mi primo que asintió con la cabeza.
Seguimos corriendo pero la tarde de estaba convirtiendo en noche y por ende lobos.
-tenemos que dividirnos en dos, así tal vez tengamos alguna posibilidad-gritó Rafa. Los muertos estaban cada vez más cerca de nosotros, pisando nuestros talones, como dije se iban agregando más y más muertos a ellos, no pudimos acabarlos cuando eran menos. Mucho menos ahora que son como 100 muertos.
-hecho- grité y les dije adiós a zake para ir corriendo detrás de Rafa.

No Confíes En Nadie (Zombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora