Capitulo 47

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Un refrigerador. Ese era el significado que yo le ponía al estar en el granero. Al verlos dormir  mientras hacia mi ronda, solo pensaba en eso y el como nos podía ver aquel hombre, pero fuéramos a donde fuéramos, eso seguiríamos siendo:un refrigerador.
El hombre" por no llamarlo otra cosa, cada noche de esta semana que nos hemos quedado en el granero, se va acercando, mira con atención todo y después se va frustrado, había decidido no disparar al verlo, hoy era el día. Hoy lo esperaría mientras da sus jornadas, mi primo no dejó que fuera yo sola con mucho entusiasmo, dijo que al menos nosotros tuviéramos la ventaja, dos personas podían cuidar desde arriba para evitar que me dispare desde lejos, acepté. No estoy tan loca para no aceptar esa ventaja, ni tendencias suicidas.
El único que me preocupa es Rám por qué no tiene ni la menor idea de qué voy a enfrentarme a alguien, due manos no dejaron las mías en todo el día, lo miré y me debatía entre decirle o no. No podía irme sin despedir, pasara lo que pasara.
-hey-dije incandome para estar a su altura, sus ojos me examinaron y frunció el ceño.
-¡no!- gritó mientras me apretaba los mejillas- ¡no te vayas! ¡Siempre eres tú!- parpadeo varias veces, él tenía razón. Siempre era yo.
Pero si no era yo ¿quién más se sacrificaria? Nadie se piensa dos veces entre salir vivo mandando a otra persona o llenado tú, sabiendo que hay una posibilidad de no regresar. Todos es cogían la primera, yo no apesar de que tengo cosas por la cual no ir.
-hey... Tranquilo, siempre he regresado¿no? - asintió con furia y detuve su cabeza-escucha, tengo dos razones por la cual tengo que ir y hacer el trabajo-entrecerro los ojos y sonreí-¿cómo nos conocimos? Te salvé ¿no? Todo lo que hago es para que tú puedas vivir bien en lo que cabe en un lugar como este, escuchas, no quiero que te pase nada, que puedas salir sin preocupaciones, que no estés encerrado como ahora mismo lo estamos-note comprensión en su mirada y continue-la otra razón es parecida, pero aquí aplico a todas las personas, prometí a todas las personas que las mantendria seguras, tengo que hacerlo ¿me entiendes?
-... Si... - dijo bajando su cabeza y pegándolo en mi hombro-cuando sea más grande te mande segura- alborote su Cabello y asentí.
-pero mientras, yo haré el trabajo. Quiero que te quedes con Sam todo el tiempo ¿vale?
-lo prometo.
Pego su frente a la mía y me abrazo mientras le daba paldamas en su espalda.
-ve con ella ahora, casi es de noche y tengo que salir.

Me quedé fuera del granero sentada, mientras esperaba que aquel hombre de acercará, solo tenía un arma a mi poder y era mi katar, estaba jugando con ella cuando escuche un silbido que reconocía, Zachariah practicaba silbidos de animales y les salían igual, esta vez dijo que haría un ave cuyo nombre no recuerdo. Levante mi cabeza y vi acercándose a mi al hombre que nos cazaba. Venía con su arma apuntandome y daba pasos lentos hacia mi, me puse en pie y camine para quedar solo a algunos pasos de distancia.
-¿líder? - preguntó con una voz cortes, se veía tan bien vestido, una buena persona.
¿Cómo alguien como él podía terminar así? Era como describir a un abogado en su forma de vestimenta pero al saber de lo que se alimentaba no daban ánimos de acercarse más de la cuenta.
-¿pedazo de mierda come gente?- lo vi fruncir el ceño insultado ¿qué pensaba que iba a decirle? No podía decirle nada decente.
-creo que mal entiendes las circunstancias-comentó con un deje de enojo en su voz.
-no encuentro que podría malinterpretar- dije claramente segura.
-yo pienso que si, no sabes el por qué de lo que hago...
-y no tengo la intención de escucharla- dije cortandolo.
-¿en donde dejaron el cuerpo de la chica?- preguntó con un tono de voz más elevado, buscaba con la mirada en el piso.
-lo quemamos-dije con superioridad.
-¡QUÉ?- gritó está vez con mala cara, con un poco de pánico.
-decidimos que a partir del día que comiste al niño, que quemaríamos los cuerpos... Es algo más limpio.
-¿ESTAS LOCA? ME HAZ DEJADO CON LA ESPALDA EN LA PARED.
-muy tu problema-dije mientras apretaba el puño, se estaba volviendo volátil.
-TODO LO QUE HICE Y AHORA POR UNA NIÑA ESTÚPIDA, ME MATARÁ- eso llamó mi atención.
-¿quien te matará? - pregunte pero él ya estaba en su mundo de "me van a matar".
Ahora que estaba distraído, volteé a ver a Zachariah que estaba arriba, hice una seña para que bajarán algunos y me ayudarán. Creo que entendió porque volteó hacia atrás, me Lance sobre él y los dos caímos al pasto donde aleje su arma de nosotros y lo intentaba poniendo abajo de mi para amenazaron con mi Katar.
-¡escucha! - dije luchando contra él en el suelo  todavía-¡te ayudaré a que no te mate él, pero tienes que ayudarme también! -dije apunto de tenerlo como quería.
-¡NO LO ENTIENDES, UNA NIÑA COMO TÚ NO LO DETENDRÁ!
Escuché la puerta del granero, pero seguí forcejeando con el hombre que no dejaba de victimizarse.
La pareja bill y Georg me ayudaron a sostenerlo de los brazos para que dejara de luchar.
Lisandro lo tomó de la cabeza que la seguía meneando de un lado a otro, yo estaba encima de él y puse la katar en su cuello, con el toque frío de mi arma dejo de moverse por completo y me miró solo a mi.
-mátame, me harás un favor-dijo riendo.
-tranquilo, lo haré pero primero me tienes que contestar- acerqué mi rostro sin mostrar ninguna expresión, trago saliba-  ¿quien te iba a matar?
-el grupo de Dorian-mientras me miraba detenidamente.
-¿quien es él? - pregunte acercando mi arma a su cuello.
-el jefe de un grupo maldito, ellos fueron los que se comieron al niño, yo solo cazaba por ellos... Tuve que matar a mi esposa para que dejarán a mi bebe en paz, pero se lo mataron cuando no conseguí comida.
-¿y no te pudiste matar tú?-dijo Bill molestó.
Negó con la cabeza, supongo que le tenía miedo a la muerte apesar de que se quisiera dar un tiro en la sien.
-¿en donde se encuentra ese grupo?- pregunté por última vez antes de darle el golpe de gracia.
-jamás supe, ellos llegaban a mi casa.
Podría haber dos posibilidades: que me diga la verdad o que piense que soy lo suficiente estúpida para dejar vivo al hombre que asesino a 2 de nuestro grupo. Clave mi katar en el entrecejo y los 3 dejaron de agarrarlo.
-¿crees que sea verdad? - pregunto Georg mirándome.
-50/50- contesté- no hay que confiarnos pero tendremos que tener cuidado, no me quiero meter con ese grupo... Hay que alejarnos de aquí lo antes posible.
-¿a la ciudad?-pregunto Lisandro esta vez por que era el único que sabía además de mis primos, Rám y Mike.
-si. Hoy daré la noticia-respondí mientras me levantaba y limpiaba mi arma en la ropa del hombre que ni una vez supe su nombre- hay que quemarlo.
-¿segura?
-claro, no podemos dejar cuerpos ni para los muertos y menos para los vivos.
-buen punto-dijo Bill- lo quemamos nosotros, si quieren ir dentro.
Lisandro siguió mis pasos y lo volteé a ver de reojo.
-sinceramente pensé que daría más lucha.
-que bueno que no lo hizo-asenti- a nadie nos gusta verte recostada en la cama mal herida.

No Confíes En Nadie (Zombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora