Capítulo 82

510 72 7
                                    

El sol me estaba pegando en el rostro y abrí los ojos un poco, mire hacia abajo y no había ningún muerto, comencé a bajar de a poco, cuando llegué al piso me comencé a estirar y me revisé la pierna para asegurarme más que nada que no me hubieran rasguñado aunque sea una pequeña cosa, el periódico que me había puesto fue el que me cubrió de que me lastimaran por que el papel si estaba rasgado pero no fue nada, me quité los papeles y los tire, mi bota estaba cerca de allí pero ya estaba rota por completo, tenía que encontrar algo que ponerme por que si no sería complicando andar así.
Pero primero tenía que saber por donde iba o hacia dónde tenía que regresar por lo que volví a subir al tanque para mirar de donde venía y hacia dónde tenía que ir. Me hice un mapa mental pero aparte de eso saqué mi diario y pinte dos líneas de donde venía, el tanque y hacia donde iría.
Emprendí la marcha, había visto unas construcciones hacia el lugar a donde iba por lo que me quedaría allí ese día, camine lo más cauteloso que me era posible al estar cuidando que no hubiera muchos muertos. Uno o dos podía controlarlos pero no más de esos, además tenía que cuidar que no hubiera bichos que me pícara el pie descalzo, llegué al sitio que había visto a lo lejos y era una cada sola. La comencé a revisar sin dejar ningún espacio sin ver y cuando estuve segura en el sótano, comencé a comer mo media lata y tomé un poco de agua, había bloqueado la puerta del sótano y también las principales más las ventanas por lo que me dejé caer en el piso y cerré los ojos para dormir.

Me desperté con el sonido de los pájaros en los árboles, me asuste por un momento por que el sol ya estaba muy arriba en el cielo por lo que ya era tarde, me levanté y comencé a revisar todo el lugar bien, encontré unos tenis básicos y esperaba que me quedarán, jamas tuve pies muy grandes, tenía un número de pie muy común, esperaba que la persona que vivió aquí tuviera mi número, y si, bueno que quedaba un poco grande pero nada que no se pudiera arreglar abrochado bien los tenis, también encontré un pantalón que me puse sin más debajo del que ya tenía puesto, abrí la puerta y no había nadie ni nada allí moviéndose así que seguí mi recorrido hacia la gran ciudad que se veía a lo lejos, por lo que era mejor ponerme en marcha, fui por un camino no marcado, pero no había muchos árboles cerca por lo que tenía la vista completa de lo que me rodeaba.
De algo estaba segura, mi primo y Mike estaban bien por que si no tendría un mal presentimiento y no lo tenía, sentía que todo estaba bien por lo que seguía avanzando para encontrar comida para todos, por que no quería problemas hasta que tengamos que irnos, lo que si me daba vueltas era que ojalá no vea de nuevo a Rafa o le partiré la cara a golpes, ni yo abandone a alguien a su suerte... Excepto por el vago, pero lo dejamos seguro de los muertos, ellos jamás llegarían a él, aquí me tenían a una pared de distancia.
Cuando regresé y si sobrevivió no se la va a acabar, no importa quien lo intente defender, lo voy a Destruir y eso es lo que mas me alimenta para seguir adelante junto con mis enanos y Lisandro, mi primo y Mike, todas las personas de mi grupo, son por lo que sigo en pie y seguiré hasta que pueda mas.
No había ninguna construcción cerca y la noche se estaba acercando por lo que tenía que encontrar algún lugar en donde dormir. Vi un gran árbol grueso y alto por lo que lo considere una posibilidad al no encontrar otro lugar, comí la media lata restante y tome un poco de agua, tenía que encontrar comida pronto, para trepar el árbol fue más fácil la verdad por que clavaba mi katar en el árbol y ya estaba asegurada de esa mano, trepe lo mas alto que me fue posible y me aferre a las ramas gruesas que sentía que no se iban a romper en la noche mientras dormía.
Me sentía más relajada ir en busca de cosas sola o con solo mi bebe, pero si estaba sola podía dormir bien en las noches, escuché los aullidos y me tense por que estaba en un árbol y no sabía si los lobos me olerian o me verían, la noche cayó y los lobos de escuchaban pero no pasaron por donde yo me encontraba por lo que pude relajarme en el árbol. Miré mi muñeca y le di un beso deseándole las buenas noches a mis queridos.

"Día 950

Hola querido diario, que te puedo decir hoy, decidí escribirte hoy por que no se que tal radeado de muerte estará la ciudad y hoy pienso llegar allí, iré la mayor parte del tiempo corriendo, para alcanzar a llegar antes de que se haga de noche, espero que los lobos no se acerquen a la ciudad como todas estas veces que solo dan vuelta por todo el área pero jamás se escucha un gran festín de su parte o tal vez ellos saben también que si se encuentran a muchos muertos juntos, también sería su fin, no lo se. Ya no se nada.
Quiero regresar a con mis hijos, pero tengo que hacer esto por ellos.
... Voy a ir antes de que se vuelva mas tarde, si quiero llegar será mejor apurarme, si entro bien, te escribiré, si no lo hago... Espero que alguien encuentre este diario, esta mochila y encuentren a mis pequeños y Lisandro... Pero no puedo hablar así por que no quiero a traeme malas vibras.
Bye diario"

La marcha comenzó y estaba cansada pero no era algo que ya lo haya hecho. Claro que me encontré con varios muertos pero no me iba a desgastar matandolos a menos que estuvieran cerca de mi.
Así que solo caminaba, trotaba y corría en todo el día, como había dicho ya faltaba poco para llegar a la ciudad, por lo que tenía pensado que en la tarde noche estaría allí descansando, sino, un buen árbol siempre es buen hogar. Pero llegué a tiempo, todavía no se metía el sol pero si se veía un gran atardecer, las calles por donde entre estaban desiertas por lo que agradecí, entre a una casa cercana a las afueras de la ciudad y después de revisarla que no hubiera muertos en ella, me puse a revisar todo con determinación, quería encontrar un poco de comida, encontré algunas latas y verdura podrida que había apestado todo el lugar pero bueno, yo dormiría en el segundo piso por lo que no me tenía que preocupar por el olor, me acosté en el piso a pesar de que había camas, no podía dormir en las camas por que me sentía cómoda haciendo eso, fueron de alguien y no era correcto, me cerré los ojos por un momento hasta que escuché un ruido en la cama, me levanté y camine hacia la cama para desatender lo que quedaba de tendida, vi un gran hueco en el centro de la cama, como si alguien lo hubiera roido, me dio asco al ver manos y sangre allí, alguien comía de ello, vi una gran bola de pelo salir de su escondite de manos y era una enorme rata que había perdido la piel y tenía los ojos blancos y sangre en toda su rostro, me dio asco pero apunte mi katar a él. Comenzó a gruñir en cuanto me vio, se quería lanzar hacia mí y la maldita era rápida, demonios no pensé esto, agarre otro cuchillo que encontré en la casa y con las dos armas me senté en el piso a esperar su siguiente movimiento hacia mi, se acercó corriendo y gruñendo, con mi katar apunté enfrente de donde venía y cuando iba a curvar hacia otro lado con el cuchillo le corte el cuello, la sangre saltó hacia todos lados y cerré la boca y ojos en reacción, me limpie con papel que saque del baño y suspiré y me deje caer de nuevo en el piso alejado de donde mate a esa rata enorme. Ahora si el silencio reino en la casa, claro que los aullidos se escuchaban pero se escuchaban realmente lejanos, ningún gruñido se escuchaba por lo que era algo bueno, podía descansar un poco.

No Confíes En Nadie (Zombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora