Capítulo 54

20.8K 1.7K 360
                                    

Hoy es un día que no pensé que llegaría tan pronto: La perdición del lobo se encuentra en el número 1 de las historias de hombres lobo! Muchas gracias chiquis!

También quería avisaros que este sábado haré un maratón y muy probablemente acabé este primer libro (cabe la posibilidad que no). ¿Nerviosas?

Espero que os guste este nuevo capítulo.

Débora

La mañana del sábado fue lo que se dice un caos. Anabel iba corriendo, de un lado a otro, nerviosa por arreglar todos los detalles para la noche de mañana. Amoos queriendome alejar de la histeria que estaba teniendo lugar entre las paredes de su casa, me sacó a desayunar fuera. Dejando en la casa de Amoos la ropa de mi maleta en su armario, como una promesa de que iba a volver, solo llevé conmigo mi telefono, cargador y maleta vacía.

Fuimos a desayunar cerca de mi casa. En una pequeña pastelería con unas cuatro mesas para comer en el local. Sin mucha hambre me pedí un croissant, mientras que Amoos se pidió una montaña de pasteles y galletas. Escondiendo una sonrisa, tras la taza de mi café, lo observé sonreír feliz, mientras comía y me hablaba sin parar de la nueva dirección a la que iba a ir su empresa. A pesar de que ayer se fue a dormir bastante tarde, el chiquillo rebosaba energía por cada poro de su piel.

Tras pagar la cuenta, volvimos caminando a mi casa. No íbamos más lento, porque no era humanamente posible hacerlo. Me hubiese gustado pasar todo el día de nuevo con él, pero ya me había comprometido con Luca. No podía volver a dejarlo abandonado. Amoos tampoco podía estar conmigo hoy. Estaba segura que tenía muchas cosas que arreglar para la gala. Así que muy a nuestro pesar, y sin ganas, nos despedimos en la puerta de mi casa con un beso.

Mientras le observaba desaparecer tras girar por una esquina, me metí en mi casa lista para lidiar con mi amigo. Sobre el sofá de la entrada, vi un paquete. Curiosa me acerqué. Se trataba de el traje que mañana llevaría Luca. Era una prenda de un color azul oscuro muy bonito. Estaba segura de que le quedaría espectacular. Cerrando de nuevo la caja, fui en busca de Luca. Al ver vacía la cocina, fui hacía mi habitación. No me hizo falta entrar para poder escuchar el agua de la ducha en marcha. No queriendo interrumpir el concierto de gallos que estaba haciendo, el cantar bien no estaba entre sus virtudes, volví al salón y me senté en el sofá sin saber que hacer. Aburrida encendí la televisión. Tras ver que no había nada interesante, deje una cadena donde daban un documental sobre animales. Ignorando las imágenes de lobos y osos, recordé que con las prisas de estos últimos días, no había podido encender el móvil. Sacando de mi bolso el teléfono, le di al boton de encendido y espere. Un minuto más tarde, y tras poner el pin, al fin pude volver a usar mi móvil. Tenía más de una docena de llamadas perdidas. Algunas eran de Abigail, otras de Tabita y el resto de números desconocidos. Ignorandolas, me fui al WhatsApp y empecé a responder los pocos mensajes que tenía. Tras cinco minutos de revisar todas las aplicaciones del dispositivo, excepto la de la galería, respire profundamente sabiendo que ya no podía retrasar más lo inevitable. Si quería tener las respuestas a todas mis dudas, debía tener valor y pulsar el icono rojo de la app.

-¡Hey pelirroja! -asustada por el grito de Luca, pegué un saltito en el sofá. De prisa, cerré la pantalla del móvil y lo escondí en el bolsillo de mis pantalones.

-¿Por qué siempre tienes que pegarme estos sustos Luca? -le pedí poniendo los ojos en blanco. Sonriendo cual demonio, se separó del marco de la puerta y se acercó donde estaba, para sentarse conmigo.

-Es mi hobbie favorito, fresita. -a pesar de que la tentación de pegarle era muy grande, cerré los ojos con fuerza y respire profundamente.

-¡No me vuelvas a llamar fresita o te aseguro que no volveré a dirigirte la palabra rubiales! -le dije amenazadoramente mientras lo señalaba. Él podía llamarme cualquier cosa: pequeñaja, pelirroja incluso una vez le dejé que me llamase Heidi, pero el apodo de fresita no era suyo.

-Me encanta lo dramática que puedes llegar a ser pequeñaja. -respondió despreocupado entre risas- Bueno, ¿qué hacemos hoy?

Buena pregunta. ¿Dónde diablos podía llevarle, si ni yo misma conocía muchas cosas de la ciudad? A la desesperada, saqué de nuevo el móvil y busqué en Google que sitios eran icónicos en Limerick. La lista era extensa: King John's Castle, Terra Nova Fairy Garden, Lough Gur Visitor Centre, University of Limerick, Frank McCourt Museum Por suerte Luca y yo éramos ambos unos frikis a los que le encantaba visitar castillos, iglesias, museos, parques Lista en mano y tras cambiarme rápidamente de ropa, por una más cómoda, salimos de mi casa alrededor de las once. Nos pasamos en día yendo de una atracción turística a otra. A pesar del aire fresco y de los buses llenos de gente, ambos parecíamos dos niños pequeños sonriendo sin parar. Nos tomamos infinitas fotos. Queríamos inmortalizar cada recuerdo para el futuro. No sabíamos cuándo nos volveríamos a ver de nuevo. Luca muy animado me pidió si podía venir de nuevo en verano, por supuesto no me negué. Durante la comida, en un puesto ambulante que vendía hamburguesas y bocatas, empezamos a planear todo el verano. Mi academia terminaba a final del mes de mayo, y él acabada a principios de junio. Sabiendo que a finales de agosto y principios de septiembre los ensayos del espectáculo de ballet comenzaban, solo podríamos estar dos meses de vacaciones. Él me propuso hacer un viaje a Dublín, junto a las chicas. Estar una semana o dos visitando la capital y sus alrededores. La idea me hizo tanta ilusión. Estaba deseando que llegase ya las fechas para poder ver mi nuevo hogar junto a mis amigos. De repente pensé en Amoos. Lo mismo incluso le convencía y se apuntaba. La idea de verlo en un coche junto a la loca de Abigail, me hizo escupir el agua de la risa.

Tras visitar todo lo que nos dio tiempo, regresamos andando a casa tranquilamente. Me habló emocionado de sus primeras veces trabajando como enfermero en prácticas. También logré sacarle un poco de información acerca de su vida amorosa. Por lo visto, el corazón de mi amigo, había sido robado por una castaña de ojos oscuros que estudiaba con él. Sonrojado me pidió que cambiáramos de tema. Estaba segura que por culpa de su timidez, tan solo le había hablado contadas veces. Cuando éramos jóvenes, tenía que ser yo quién le empujará contra las chicas para que interactuara con otra que no fuese yo. Sonriendo cambie de tema al ver que no quería seguir hablando sobre esto. Recuerdo como al principio de nuestra amistad, yo le gustaba a Luca. Allá donde yo iba, él venía pisandome los talones. Por suerte a medida que íbamos creciendo, y nos hacíamos más y más amigos, se dio cuenta que lo que sentía no era amor. Solo sentía una gran curiosidad por mi melena pelirroja y pecas por toda la cara. Fue un alivio cuando al fin me lo contó. Jamás me había alegrado tanto de no gustarle a alguien.

Nada más llegar, nos tiramos agotados en el sofá y nos pusimos a ver Netflix. Cuando el reloj marcó las once, nuestros estómagos empezaron a rugir famélicos. Sin ganas de preparar nada muy elaborado, hice una ensalada para los dos. Mientras comíamos en la mesa del salón nos reíamos de la serie que estaba en el televisor. Tras acabar de cenar y ver el episodio, cada uno se fue a dormir. Mientras me quitaba la ropa, para ponerme el pijama, se me cayó del bolsillo del pantalón el móvil. Recordando que debía mirar el contenido de la galería, lo recogí del suelo y me metí en la cama nerviosa. Sin querer recordar aquella noche, pero al mismo tiempo saber la verdad, le di finalmente al botón de la galería. Con prisa, fui directamente a la carpeta de videos. Con la mano temblorosa, le di un toque al último de ellos. Inspirando profundamente, con los ojos cerrados, me preparé para descubrir la verdad de lo que sucedió aquella noche. Soltando el aire, abrí los ojos, y empecé a ver el video.

.

¿Quién echaba de menos a Luca? Yo ya necesitaba escribir sobre él de nuevo.

Nos vemos el sábado chiquis! Y de nuevo, muchas gracias por todo!

La Perdición del Lobo [1] ✔Where stories live. Discover now