La Perdición del Lobo [1] ✔

Capítulo 37

Quiero agradecer a mi otra lectora @AAACantabra por su maravilloso moodboard inspirado en mi historia. Lo podéis ver en la cabecera de este capítulo y en mis redes sociales. 

Amoos

De camino al aeropuerto pude contar una decena de flashes haciéndome fotos por mi exceso de velocidad, pero no me importo en absoluto. Unas cuantas multas de tráfico me daban menos miedo que llegar tarde a recoger a mi madre. Al menos y a pesar de todas las multas que debería pagar más adelante, logre llegar a tiempo. Bueno, más o menos. Aparcando la moto frente a las puertas del aeropuerto, me quité el casco y busqué a mi madre entre la gente que iba y venía. Al principio no pude verla por ninguna parte. Durante unos minutos pensé que se habría ido a casa en taxi, pero cuando ya estaba por irme de nuevo y tirar la toalla la vi. Estaba sentada tranquilamente en un banco con su maleta a los pies y leyendo una revista. Iba con un peinado recogido, un vestido verde y con unas gafas de sol que cubrían sus ojos. Al acercarme a ella, noto mi presencia y se levantó sonriendo. Antes de que llegase a su lado, ya tenía los brazos abiertos y extendidos, listos para darme la bienvenida, a pesar de ser ella la que había regresado. Sonriendo la abrace y di vueltas con ella. La había echado mucho de menos. Llevaba casi seis meses viajando por su trabajo: diseñadora de alta costura y una renombrada diseñadora de moda. Su nombre aparecía en todos los folletos de los desfiles de moda. No podía estar más orgulloso de ella.

-Bueno, bueno, bueno mira quien llega tarde de nuevo para variar. He estado a punto de llamar a un taxi.- me riño una vez dejamos de abrazarnos. Inevitablemente puse los ojos en blanco, que dramática, solo había llegado cinco minutos tarde.- Vuelve a ponerme los ojos en blanco y te arrepentirás.- me amenazó con una sonrisa mientras me señalaba con el dedo.

-Vale, vale Dejemos las amenazas para otro momento. Te he echado mucho de menos madre. ¿Qué tal los desfiles? -le pregunté mientras levantaba su maleta y la guiaba hacia la moto.

-Maravillosos como siempre.- dijo orgullosa mientras se ponía el casco- Pero dejemos de hablar de mí. Me han contado que ya la has encontrado cariño. -me dijo sonriendo de oreja a oreja- ¿Es eso cierto? ¿Por fin, después de tanto tiempo, has encontrado a tú mate?

-Ella me encontró a mi madre. -le corregí mientras rememoraba la primera vez que la vi. Huyendo de mí para salvar a una niña- Pero si. La he encontrado. Y es perfecta, fuerte, inteligente y hermosa.

-¿Por ese orden? -preguntó mi madre burlándose de mi sonrisa de enamorado.

-Sí, madre. Por ese orden. -le dije dándole un empujoncito en el hombro- Y no empieces a torturarme tú también. Anabel y David se están encargando de ello de maravilla. Ponte a la cola. -le pedí sonriendo mientras se reía.

-Me alegro mucho por ti hijo. Ya era hora de que llegase tu turno de ser feliz. -dijo pasando su mano por mi hombro- Ya era hora de que dejarás de sufrir tanto.- dijo con la voz llena de tristeza.- Bueno, -dijo suspirando y cambiando de tema- al llegar a casa quiero que me cuentes todo sobre ella. Quiero saberlo absolutamente todo. -me dijo mientras se subía a la moto.

-Si te soy sincero, no estamos pasando nuestro mejor momento. No le he dicho lo que soy madre. Ella es humana.- Catalina asistió con la cabeza comprendiendo la delicadeza de la situación- No sería la primera vez que un hombre lobo se enamora de una humana y esta al descubrirlo le rechaza. Ya conoces la historia de nuestro tío.

-Pero no te preocupes por ello hijo. Sé que eso no te sucederá a ti. Sé que la vida te tiene preparada grandes cosas. Y además te lo mereces. Después de todo lo que ha sucedido, te mereces ser feliz de nuevo y dejar la tristeza en el pasado.- me dijo mirándome a los ojos- No creas que no sé cómo echas de menos a tu padre Amoos. Se lo mucho que lo querías y lo mucho que lo extrañas Y bien ¿Cuándo podré conocerla?

- El día de la gala. Anabel me ha obligado a que la invité, así que no me queda más opción .- le confesé riendo- Hoy casi me decapita por no haberla invitado ya. Así que supongo que la conocerás en allí.

-Hay que ir de compras.-me dijo mientras arrancaba el motor de la moto- No tengo nada que ponerme y no queda mucho tiempo. Así que olvídate de ir a casa ahora. -me ordenó- Nos vamos de comprar- dijo gritando feliz.

-Por dios -suspiré sabiendo lo que me esperaba el resto del día.

¿Qué pensáis de la madre de Amoos? 

¿Os cae bien Catalina?

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