Capítulo 65

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¿Qué se podía esperar que ocurriera en uno de los eventos que posiblemente fueran de los más bulliciosos y descontrolados de mi corta vida? Muchas cosas de las que me podría arrepentir, eso seguro, porque es sabido que yo era un poco débil ante el alcohol.

El cumpleaños número dieciocho de los gemelos D'angelo llego con la antelación de una gran fiesta que cerraría con broche de oro el último año de los hermanos más populares del instituto. Ellos claramente querían festejar este acontecimiento por todo lo alto, así que Hanna y yo nos mantuvimos ocupados ayudándolos fielmente con la preparación. Se barajeo la posibilidad de hacer la fiesta en uno de los hoteles de los D'angelo, pero los gemelos insistieron en que preferían que fuera una fiesta en la playa así que la localidad elegida finalmente había sido nuestra playa en la que habíamos jugado desde la niñez, por su puesto preparada y adaptada para la ocasión.

Unos invitados importantes que venían por el cumpleaños de los gemelos eran sus abuelos italianos, pero por alguna emergencia correspondiente con los hoteles no habían podido venir para este día, pero vendrían la siguiente semana.

Nathaniel estaba realmente emocionado por ello. Él ya no veía la hora de que los conociera y de que ellos me conocieran a mí.

—Te amaran. Ellos realmente te amaran —me decía Nathaniel, sonriendo como el mismísimo sol que nunca me dejaba de deslumbrar— Han escuchado todo sobre ti, por supuesto, siempre han querido conocerte a Hanna y a ti.

Para Nathaniel su familia siempre había sido su centro y su mundo, y sus abuelos eran en definitiva parte de ese algo tan grande para él. Por mi parte yo estaba realmente nervioso al respecto, y no me relajaba nada que supieran "todo sobre mí". Los hermanos D'angelo hablaban grandes cosas de sus nonni, pero también decían que eran bastante estrictos. Al menos sería presentado solo como el pequeño amigo de sus nietos, no como la pareja del que era su amado nieto predilecto... por ahora.

Las pesadillas de dos ancianos mayores gritándome "NO ERES LO SUFICIENTEMENTE BUENO PARA NUESTRO PERFECTO NIETO" mientras lo arrastraban lejos de mí podían esperar hasta que ese momento ocurriera.

Varias personas movíamos cosas de aquí para allá y arreglábamos la playa para la fiesta. El sol brillaba en lo alto con fuerza porque era bastante temprano. Había carpas cerradas que se utilizarían como cambiadores y otros varios donde se guardaban la comida y las cavas con alcohol y hielo. Habían postes de luces por todos lados con guirnaldas de luces colgando entre ellas que le daban al lugar un toque de fiesta playera pero elegante, y una mesa decorada al estilo playero donde iría el pastel y más comida, apoyada entre las tres palmeras en forma de choza ¿Mencione que habían contratado una agencia decoradora?

Deje una caja llena vasos y platos de plástico sobre una de las mesas frente a las carpas de alimentos, mientras una gota de sudor caía por mi frente.

—¿Esta pesado?

La voz tan conocida para mí y que me provocaba cosquillas en el pecho se escuchó a mis espaldas. Me gire y lo vi cargando una cava llena de latas de refrescos y dos bolsas de hielo sobre ella. Su musculosa no estaba donde se suponía que debía estar y colgaba por su cintura justo por encima de su traje de baño, los músculos de sus brazos y pecho dorados brillaban como espejos al sol y la tinta lo hacia una obra de arte andante. Trague saliva. Este hombre podía simplemente existir y toda mi compostura se iba de vacaciones a las Bahamas.

—No. Solo son unos vasos.

Sonrió y siguió de largo para entrar en una de las carpas. Mire a mi alrededor y varias personas rodeaban el lugar, pero las importantes estaban lejos: Vi a Hanna y Aless ayudando a colgar unas luces a lo lejos y a Sia y Krista entrando a una de las carpas vestidores junto a la decoradora principal. Sin moros en la costa, genial.

La Sorpresa Dell'amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora