Capítulo 2

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¡¿Qué diablos ha sido eso?!

Empecé a balancearme en mi lugar, uno de los "tics nerviosos" que tenía, según mi hermana, el cual suele salir cuando tengo que hacer alguna presentación en frente de la clase. Aunque en mi defensa, no lo considero como un "tic", sino más bien es mi incapacidad de quedarme quieto mucho tiempo, junto el hacer muchos ademanes con los brazos. Frote las palmas de mis manos en mis jeans, para secarlas mientras le seguía sosteniendo la mirada a Nathaniel. Me sentía hipnotizado. Al final él rompió el contacto de nuestras miradas y se le acerco a Hanna.

-¡Bambina!, sei bellissima -dijo Nathaniel en un fluido Italiano, tomando la cara a mi hermana y plantándole un beso en cada mejilla- Estas preciosa, Hanna -y le sonrió ampliamente.

-Gracias -soltó mi gemela con un profundo sonrojo en su cara- Y wow, Nate, t-tu estas muy cambiado.

-Atrás, extranjero pedófilo. La estas asustando -se burló Alessandro, dándole un zape en la parte de atrás de la cabeza a su hermano mayor. Nathaniel soltó una carcajeada.

-No es nada, Aless. No te preocupes. Solo le digo lo hermosa que se ha vuelto -soltó su rostro y le guiño un ojo- ¿A que si, Hany? -mi hermana se sonrojo aún más, pero termino por reírse, para luego pegar un salto y plantarle un beso en la mejilla a Nate.

-Te extrañamos mucho por aquí, Nathan -dijo mi gemela- Nunca viniste de visita -le reprocho.

-Mi dispiace, ragazza mia. La universidad y Europa me tenían encadenado al otro lado del rio -le tomo la mano y le beso ligeramente el dorso de la misma- Pero he vuelto para quedarme.

-¡Sí!, ¡Por fin! -comenzó a dar saltitos Alessia- Mi madre estaba entrando cada vez en más depresión, por solo verte unas pocas veces al año.

-Oh, cara mamma -negó divertido el más alto, para luego voltearse hacia mí y tomarme también de la cara y plantarme ambos besos en las mejillas- Piccolo Tommy -se alejó buscando mi mirada. Al toparnos sonrió ampliamente y seguidamente me abrazo- Te eche de menos Thomas -me susurro al oído y yo me estremecí, sintiendo mi cara arder.

-Y-yo también -solté un poco más alto de lo necesario y devolviéndole el abrazo torpemente. Él era mucho más grande que yo.

-Tienen que disculparlo -dijo Alessandro con una sonrisa divertida- Se volvió extremadamente afectivo en todos los años que paso en Italia.

Nathaniel deslizo una de sus manos por mi espalda hasta llegar a mi cadera donde me dio un leve apretón. Espera ¿Qué?

-Algún día entenderás hermanito -decía Nate, soltándome y tomando a su hermano por el cuello haciéndole una llave- Que esa es la mejor manera de vivir, expresando tu amor -le revolvió el cabello y le dio un beso en la sien.

­-Ya ya, suéltame. Hippie loco del amor -dijo Aless forcejeando con su hermano y todos reímos por la escena. De pronto oímos la campana advirtiéndonos del inicio de las clases.

-Bueno -Nathaniel soltó al menor- Ya me tengo que ir y ustedes deben entrar a clases -nos habló de manera general- Pero, yo les vengo a recoger y los invito a comer un helado ¿Les parece?

-¡Síííí! -Gritaron al unísono las chicas.

-Entonces nos vemos en la tarde -dijo encaminándose y abriendo la puerta del piloto del jeep. Todos nos despedimos de él y emprendimos la caminata al instituto. La curiosidad me gano y volteé la mirada por detrás de mi hombro, donde estaba Nathaniel subiéndose al auto. Este lo noto y al mirarme sonrió torcidamente y me guiño un ojo. Yo me volví fuego y aparte la mirada bruscamente hacia delante, cuando de pronto PUM.

La Sorpresa Dell'amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora