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El pelirrojo soltó un suspiro profundo en cuanto el medico y la enfermera se marcharon de esa habitación, una sonrisa divertida adornaba el rostro de Dazai, desde que había despertado hace un par de días que este se encargaba de molestar a Chuya y hacerlo sentir avergonzado delante del personal del hospital, comentarios subidos de tono, bromas y declaraciones explicitas de amor. Chuya a veces sentía que no podía mas y terminaba por salir y quedarse de pie en el pasillo, intentando controlar su sonrisa y su sonrojo.

Una vez dentro del cuarto, nuevamente, observaba el rostro de Dazai, últimamente sonreía bastante, Chuya no podía evitar pensar que algo realmente había cambiado un poco, al menos con respecto a los sentimientos del castaño.

- Es incomodo – comentó Chuya, sentado a un lado de la cama de Dazai, cruzando sus piernas

- Lo sé, desearía poder lanzarte sobre la cama y hacer unas cuantas cosas, pero seria un poco incomodo si entrase alguien

- ¿eh? No me refiero a eso – soltó Chuya, sobresaltado – me refiero a la forma en que me miran la enfermera y tu medico

- ¿Cómo lo hacen? – pregunto Dazai, divertido con las palabras del pelirrojo – como si fuera la cura a una extraña enfermedad

Dazai se lanzo a reír fuertemente. Chuya observo atentamente y grabó en su memoria el sonido de sus carcajadas.

- No es gracioso, Dazai – soltó Chuya elevando su voz por sobre la risa del otro

El castaño se movió a un lado de su camilla, haciendo espacio a su lado, le hizo unas cuantas señas con la mano a Chuya, este de inmediato lo entendió, se puso en pie y se acomodó a un lado de Dazai, ambos recostados uno al lado del otro, mirándose. Chuya sentía que los colores volvían a subir a su rostro, después de todo, cualquiera podía entrar y verlos, sabia que si llegaba una enfermera los regañarían por hacer aquello.

- Pues, yo creo que tu si podrías ser mi cura, Chuya – soltó Dazai, llevando su mano hacia la mejilla del pelirrojo y acariciándolo, el pelirrojo sonrió

- No presiones – soltó

- No es necesario, solo tienes que seguir haciendo lo de siempre

- ¿Qué cosa?

- Quedarte a mi lado

- Te encuentras mas cursi y romántico de lo normal, es extraño

- Es efecto de las medicinas y la anestesia – soltó el otro, restándole importancia

- Suena como una excusa

- Es porque lo es, Chuya

Dazai se inclino hacia el pelirrojo y lo besó lentamente, como si desease alargar el momento por el resto de su vida, Chuya solo cerro sus ojos, se concentro en las caricias del otro y relajó su cuerpo, si continuaba así terminaría por dormirse, lo sabia, pero simplemente ya no podía evitarlo.

- Dentro de poco podré salir de aquí, aunque yo me hubiese marchado hace días si tan solo mi ovejita no me hubiese amenazado

- Limítate a seguir las instrucciones de los médicos y todo estará bien

- Si con eso me dejas tocarte – soltó Dazai, satisfecho con el trato

- ¿te dijeron cuando?

- Tal vez mañana

- Apenas llevas una semana aquí – observó Chuya

- Pero ya estoy bien, puedo descansar en el departamento

Me GustaríaWhere stories live. Discover now