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Chuya termino por entregarle unos cuantos papeles sobre información al anciano, eso además de un calendario meticulosamente ordenado por Chuya, citas y correcciones con la editorial, pequeñas entrevistas, entre otras cosas que terminaría por hacer el viejo junto a su representante.

El pelirrojo agradecía no ser parte directa de ese horario, algo constante y agotador por un par de semanas.

Chuya termino por soltar un suspiro cuando vio su trabajo acabado, ordeno sus pertenencias y anuncio su retirada, el anciano le devolvió la sonrisa a Chuya.

- Que te diviertas, mocoso – le comento el anciano

- No pienso salir a beber, estoy conduciendo en la motocicleta – le comento algo confuso

Pero el anciano se limito a mirar por la ventana, sin comentar mas al respecto. Chuya, restándole importancia, termino por tomar sus cosas y arreglarse para marcharse.

No fue que encendió su teléfono celular hasta cuando se encontraba bajando por el ascensor hacia el estacionamiento bajo el edificio, era tarde por la noche y ese lugar le provocaba incluso mas escalofríos de noche.

Y lo que vio en la pantalla de su teléfono, en cuanto lo prendió, le causo aun mas escalofríos.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, termino por estremecerse.

Miro a su alrededor, el estacionamiento se encontraba tan oscuro como siempre, solo una luz tenue iluminaba, veía su motocicleta y un automóvil negro, no había nada mas en ese lugar, fue el conocido automóvil negro el que termino por hacerlo estremecer un poco.

- Vaya, pero si me he ganado un acosador – comento en voz alta – aunque no parece que el bastardo este aquí

- Claro que si estoy aquí – escucho Chuya mientras salía del ascensor, Dazai se encontraba reposado contra la pared, a un lado de las puertas mecánicas

- No me gusta que me acosen – comento Chuya de vuelta, con la intención de ignorar a Dazai y continuar con su camino

- No te estoy acosando, te avise que vendría por ti – comento como si nada

- Y yo no te respondí

- No es mi culpa que tu mantengas tu teléfono apagado

- Y tu no deberías esperar a que conteste mientras me encuentro ocupado con bastante trabajo – Chuya soltó un suspiro – como sea ¿Qué quieres? Es tarde y dudo que hayas venido a saludar o solo de paso

- Estas mas a defensiva de lo normal ¿a que se debe? – pregunto Dazai mientras caminaba unos pasos tras Chuya

- No es nada – negó el otro de inmediato, pero el castaño ya había visto una oportunidad de molestar a Chuya

Chuya caminó aun sin siquiera desear mirar a Dazai, quería evitarlo, deseaba evitar a toda costa el encontrar sus ojos con los del castaño. Chuya sentía que, si terminaba por mirarlo, nuevamente caería fácilmente por el otro, sabia de igual forma que lo haría, pero al menos presentaría un poco de pelea al respecto.

- Hey, Chuya – lo llamo Dazai, el cual, ya se había hecho una idea de lo que pasaba por la mente del pelirrojo – Chuya – volvió a llamarlo, si el otro deseaba jugar, entonces Dazai jugaría también

- Dazai deja de molestar – le contesto el otro, llegando a paso acelerado a su motocicleta

- La pequeña oveja esta asustada – termino por decir burlesco, Dazai sabia que esa era una forma segura de obtener la atención del pequeño pelirrojo

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