—Bueno, en realidad, eso es un tema entre mi hermano y Isaac, sabes que no puedo hablarte de ello, pero no, te puedo asegurar que no tiene nada que ver con el beso que se dieron en tu cumpleaños — por más que eso trata de hacerme sentir mejor, porque ese beso es un secreto y solo ella lo sabe, escucharlo me hace sentir culpable.

—De hecho, después de ese, hubo otros más.

—¿¡Qué!?

Rayos, creo que me dejó sordo. Me observa, escandalizada, y sé que debería arrepentirme de haberlo dicho, o al menos no habérselo dicho así, es imposible que Isaac no haya escuchado ese fuerte grito. La chica se levanta de la cama, comenzando a caminar de un lado al otro de la habitación, como león enjaulado, y finalmente me mira, intentando reprimir una sonrisa.

—Dios, eso está tan mal — creo que su tono demuestra algo completamente diferente, de hecho, me atrevo a decir que está emocionada —. ¿Te gustó?

—Sophie, no, estamos hablando de Lyon — y preferiría que eso se quede como secreto, aún estoy algo confundido con él.

—Bien, hablamos de Oliver — cruza sus brazos sobre su pecho, de la nada, mi petición me hace sentir incómodo —. Max, estás engañando a mi hermano.

Joder, lo sabía, por más que yo quiera hacerlo pasar como que es normal con Darrell, eso no lo es para una relación, y alguien que intenta tener novio. Bueno, creo que puedo dejar de culpar a Laura por ser ella quien dañó su relación con su prometido, porque... Dios, estar con Darrell se siente tan bien...

—¡No sonrías! — el fuerte grito de la chica me sobresalta, y solo me quejo, hundiendo mi rostro entre mis manos.

—¡Mierda! — ¿Estaba haciéndolo...? ¡En serio pareciera que no aprendo! —. Es que lo recuerdo, y... ¡Por favor, estuvo increíble!

—¡Besa a mi hermano, y deja de pensar en Darrell! — como si Oliver me besara así. Suspiro, largo, y cansado —. Comienzo a confundirme. ¿Te gusta...?

—No la termines, él no me gusta — ni siquiera necesito su insinuación de que me gusta Darrell —. No he llegado tan lejos.

—Creo que pasaste un límite — muerdo mi labio inferior cuando me ve de reojo, con algo parecido a la decepción. Ese límite aun no lo tengo muy claro —. No está bien que justifiques todo lo que haces con Darrell solo porque sea normal entre ustedes dos. ¿Sabes lo mal que se pondría Oliver si se enterara? A Darrell no le importará si tienes novio, y tú actúas tan despreocupado.

Dios, sí está mal, y es aún peor que no sienta culpabilidad alguna cuando lo hago. Ni siquiera en este momento, en el que me doy cuenta que he actuado de una forma tan horrible, siento como si hubiese hecho algo que no debería. ¿Qué está mal conmigo?

La puerta de mi habitación se abre, y sonrío cuando veo a Oliver, quien no tarda en lanzarse a mis brazos. Ah, por fin, estuve tres horas preguntándome cuándo llegaría. Paso mis manos por su cabello, revisándole de pies a cabeza, y dejo salir un gran un suspiro al no ver alguna herida, al menos eso me da el confort de que no terminaron a golpes.

Rueda los ojos, empujándome por la espalda, para salir a la sala, donde Isaac apenas nos observa, extendiéndole un brazo a Sophie, quien no ha dudado en tomar su mano.

—Les daremos un momento.

Ni siquiera alcanzo a decirles que no me importa si están aquí, se dirigen a mi habitación, cerrando la puerta con más de fuerza de la necesaria. A decir verdad, no quería estar solo con el chico. Oliver me mira de reojo, sonriendo, y luego toma una de mis manos.

—¿Sabes? Si ellos dos comenzaran una relación, sería perfecto.

Ah, no lo sé, por lo que he visto en programas de televisión, no creo que sea una buena idea.

El Chico de las 6:30pmWhere stories live. Discover now