SI DECIDES VOLVER

CAPÍTULO FINAL. TE VOY A AMAR HASTA MORIR.

Este último medio año había sido una completa locura, pero la locura más bonita en la que se podían embarcar.

Alba ya tenía 8 años, y la conocisteis con 5... se había convertido en la mejor hermana mayor del planeta. Alba y Alex tienen la suerte de no crecer solos, de tener a alguien con quien compartir la infancia, juegos, ilusiones, sueños y pasiones, aunque Alex todavía no se enterara.
Puede que con el paso de los años crezca la distancia, que se cabreen y se peleen. Que se echen las culpas y los castigos lleguen dobles, como ley de vida entre hermanos.

Hoy era un día que Alba no había pisado por casa, los jueves después de su horario escolar dando clases a sus alumnos de primero de primaria, también daba clases particulares por las tardes, y por si fuera poco, hoy había tenido dos reuniones, por lo que se moría de ganas de llegar a casa y tumbarse a dormir, porque no había parado desde las ocho de la mañana, y no había visto a su familia durante todo el día. Pero todos sus planes se vieron interrumpidos al entrar en su casa, encontrándosela totalmente oscura si no fuera por las velas que se consumían sobre la mesa del comedor. Mesa puesta para dos comensales, repleta de comida y una botella de vino. Avanzó sigilosamente y pudo escuchar una suave melodía, proveniente del radio cassette que compró hace por lo menos diez años y ni se acordaba de su existencia.

- ¿Natalia? -Preguntó al adentrarse en la cocina.

- Hola mi amor -Sonrió.

- ¿Qué es todo esto?

- Pues como llevas todo el día trabajando sin parar, he pensado que te gustaría estar tranquilita al llegar a casa. Así que he dormido a los niños y te he preparado una cenita para que no te preocupes por nada más, por lo menos hasta mañana. -Dijo Natalia con un tono de voz tranquilo.

- No sé que decirte, porque siempre digo lo mismo, pero no sé que haría sin ti. -Aterrizó sus dedos sobre su cadera, mirándose profundamente a los ojos.

- No tener noches locas como la que vamos a tener hoy. -Le mordió el lóbulo de la oreja.

- Entre otras cosas. -Susurró subiendo sus brazos a su cuello para rodearle.- Te amo.

- Yo más -Besó sus labios por primera vez en la noche, mordiendo su labio inferior, jugando con su lengua y acariciando su cintura- ¿Vamos a cenar? -Alba asintió en su boca.

- ¿Me dejas dar un besito a los niños?

- Claro ve, pero no les despiertes que te mato. -Amenazó.

- ¡Todo controlado mi capitana!

Alba se dirigió primero a la habitación de su hija mayor, y con el máximo cuidado, andó hasta su cama, dejó un beso en la frente y después la tapó bien con el edredón. Se encaminó hacia su propia habitación donde en el lado de la cama de Natalia, se posicionaba la cuna en la que dormía Alex. Le dejo un besito en su cabezita y salió de la habitación cuidadosamente.

Disfrutaron de una cena especial, las dos solas, como hace tiempo que no lo hacían. Natalia pensó en cada detalle para que aquella noche fuera de desconexión, fuera sólo de ellas.

- Bonita blusa -Dijo Natalia.

- Gracias, me la regaló mi novia.

- ¿Por tu cumpleaños? ¿Navidad?

- No, porque le apeteció. Porque la vió en un escaparate y pensó en mí. -sonrió con ternura.

- Que detallista tu novia.

- Mucho, es lo que más me gusta de ella. -Dijo Alba casi susurrando.

- ¿Habrán más cosas no? -Sugirió Natalia.