SI DECIDES VOLVER

CAPÍTULO 11. NO PIDAS PERDÓN.

Alba esperaba mirando su móvil ya sentada en una mesa de la cafetería en la que habían quedado. Cada vez que se abría la puerta miraba pero en ninguna de las veces apareció Natalia hasta que en una de esas la vió entrar y sus ojos se desconectaron de sus órbitas. No es que iría diferente, pues llevaba puestos unos vaqueros amarillos y una camiseta blanca sencilla, pero todo lo que se ponía esa mujer le sentaba bien, aunque sería un trapo sucio de hace mil años.
Alba se levantó y mientras Natalia se acercaba las dos se sonreían como tontas. Se dieron dos besos y se sentaron en la mesa

- ¿Y la niña? -Preguntó Alba al ver que venía sola

- Está con mis padres. Hemos comido con ellos y querían estar un rato con ella

- Ya...

- No soy la típica que se deshace de sus hijos y se les encasqueta a los abuelos para tener una tarde libre. No me gusta hacerlo, ellos tienen su vida y la hija es mía no de ellos, pero como la ven poco y es su niña mimada, pues me ha dado cosa decirles que no, pero que conste que me iba a acompañar

- Natalia que no te he dicho nada mujer -Rio por la nariz- me parece estupendo que la niña pase tiempo con sus abuelos y a ti que vendrá bien de vez en cuando ¿o no?

- Sí la verdad que sí

- Pues ya está, ¿has merendado?

- No

- Aquí hacen unas tartas buenísimas

Pidieron dos cafés y un cacho de tarta cada una. Alba de vainilla y Natalia de chocolate.

- Vamos a hacer una quedada todos los de la uni la semana que viene. Ya sabes quienes, María, Marta, Miki... todos. Por si te quieres venir

- ¿Yo?

- No, ¡Manolo el del gas! -Rió irónica- Claro que tú. Les dije que habías vuelto y tal, y me dijeron que si te apetecía venir que estabas invitada

- Ay me da cosa, después de tanto tiempo y como me fui así sin más

- Natalia nosotros llevamos sin vernos muchísimo tiempo. Hablamos todos los días eso sí, pero entre que algunos no viven en Madrid, otros nunca pueden... ya sabes. A la que más veo es a María y a Marta

- ¿Siguen juntas? -Preguntó con ilusión

- Que va, pero se llevan muy bien, son muy amigas. María empezó a salir con un chico super majo, Pablo, y lleva con el 3 años ya y Marta esta conociendo ahora a otro chico y se la ve muy ilusionada

- Y los demás... ¿Qué es de su vida?

- Pues mira, Miki y Joan se fueron a vivir juntos a Barcelona. Esos sí siguen juntos y no hay nada que les separe, son unos empalagosos que flipas -Rieron las dos- Damion y Afri se van a casar al año que viene

- ¿Enserio? -Se sorprendió la morena- Jo que guay

- Marilia acabó de estudiar medicina y está trabajando en el hospital de La Paz, pero ya sabes, a su bola, quien venga bienvenido sea -Rieron las dos recordando lo estrecha que era su amiga.- Y pues eso un poco -El silencio reinó unos segundos hasta que Alba vió la incomodidad de Natalia- Si no quieres venir no pasa nada eh, lo entiendo

- No es eso, si me encantaría verles, pero me fui así, y no he vuelto a hablar con ninguno... que no sé, se me va a caer la cara de vergüenza -Contó arrepentida

- Natalia yo les he hablado de ti. Saben que tienes una hija y cualquiera en tu lugar hubiera hecho lo mismo. La primera yo

- ¿De verdad?

- Yo creo que sí, no te lo digo a ciencia cierta pero el otro día lo estuve pensando. Y si a mi me hubiera pasado, no tendría el valor de contartelo la verdad