CAPÍTULO 3. NO TE OLVIDO.

4.6K 265 44
                                    

[Diciembre 2015, Londres]

"Hola de nuevo Nat, que sepas que no me voy a rendir, pienso escribirte hasta que consiga una mínima respuesta tuya. Conseguí hablar con tus padres, pero la verdad que no me fui satisfecha de la conversación aunque sí que es verdad que me dijeron lo que necesitaba oír, que estabas bien, que no me preocupara por ti. La verdad que lo agradecí, pero me hubiera gustado comunicarme contigo directamente. Solo espero que tus padres no me hayan mentido, y que estés bien.
Sé por ellos que no tienes intenciones de volver a España, a si que muy a mi pesar voy a empezar la carta que tanto he evitado escribirte.
Quiero que sepas cuanto te quise, y todo lo que sentí por ti, que no era poco, perdóname si no te lo hice notar, si alguna vez te faltó algo o si te cansaste de mí.
Te juro que era mirarte y comprender porque no podía querer a nadie más, todo parecía perfecto a tu lado, teniendo la certeza de que estaba donde quería estar. Llegaste para cambiarme la vida y no sabes cuanto te lo agradezco. Me abriste los ojos quitándome esa ceguera impuesta que no me dejaba ver más allá de mis propias manos y menos mal que las uniste con las tuyas. Gracias por haberme elegido, por ser como fuiste conmigo, gracias por dejarme ser contigo. Gracias por los viajes, por las risas, por ser luz.
A decir verdad, tengo miedo a volver a lo que era antes de ti ahora que tú ya no estás a mi lado. Me duele el ayer y me asusta el mañana. He vuelto a buscar las estrellas pensando que eso me da la felicidad, pero estoy muy equivocada, solo me la dabas tú y por último quiero dejarte clara una cosa, siempre te he querido y te quiero, lo siento si no se me dió como quería, y si decides volver te estaré esperando.
Espero que te vaya bien Nat, cuídate, un beso"

[Enero 2016, Londres]

"Hola de nuevo Nat, se que ha pasado muy poco tiempo desde que te mandé la última carta pero esta vez no te escribo con la intención de decirte que vuelvas, que te hecho de menos, que necesitamos hablar, creo que eso ya lo sabemos las dos, esta vez te mando esta carta con la escusa de felicitarte. Felices 21 Nat. ¿Sabes? Me encantaría estar contigo en este momento, invitarte a cenar como siempre haciamos en nuestros cumples, con alguna cosa inesperada que siempre se nos ocurría. Espero que te lo pases muy bien y que disfrutes como te mereces. Un beso muy grande Nat, si decides volver, te estaré esperando, sigue cuidándote"

[Junio 2016, Londres]

Hola Nat! Te dije que nunca iba a perder la esperanza de que me contestaras, a si que aquí estoy, escribiendote otra vez. Cada vez que lo hago pienso que te vas olvidando un poquito más de mí, pienso que nos distanciamos más.
¿Te acuerdas que una vez planeamos que cuando acabara la carrera nos íbamos a ir las dos de viaje para celebrarlo? Esta bien, espero que sí, pues ya la he terminado Nat, este último año ha sido el más duro, supongo que sabrás porque, pero ya soy toda una profesional en educación infantil y en septiembre empezaré a trabajar. Sé que vas a estar orgullosa de mí, y me alegro ¿sabes? Me hubiera gustado terminarla contigo, a ti te quedaría un año más pero estábamos juntas en todo.
Otra cosa que tenía que comentarte, sé que cuando te fuiste tus contactos en España se perdieron al completo, pero nuestras amigas se mueren de ganas de saber algo de ti, tienen que contarte mucho, la de cosas que están pasando son increíbles y disfrutarías tanto con nosotras... en fin, lo que te quiero decir con esto es que en cierta parte entiendo que a mi no me quieras responder, pero ellas no se lo merecen. Cuídate Nat, un beso, y si decides volver, te estaré esperando.

Pd: no te olvido"

Lo que Alba no sabía era que en el momento que Natalia aguantó hasta el último minuto leyendo la carta para después ir corriendo al hospital. Estaba de parto

[Diciembre 2016, Londres]

"Sé que cada vez te escribo menos, creo que es porque necesitamos olvidarnos, ambas pero el saber que sí que lees mis cartas me tranquiliza el alma. No tengo pruebas sobre ello, pero si una enorme sensación que me dice que si que lo haces. ¿Sabes una cosa? Esta semana cumplo 22 años y... ¿te acuerdas cuando planeamos un viaje a París cuando esto pasara? Pues no te lo vas a creer, pero me voy con mi hermana. No tiene ni punto de comparación claramente pero siento como que haciendo los planes que teníamos juntas, aunque sea sin ti, me hace estar un poquito más cerca de ti, porque todavía no he sido capaz de olvidarte Nat, habrán pasado las chicas y los chicos que sean por mis piernas, pero te aseguro que nadie me ha echo sentirme como tú. Pero tampoco te voy a mentir Nat, ahí estas bien, lejos de mí. Se me partió el alma en mil pedazos. Me quedé sin aire al verte marchar, trataba de mentirme a mi misma y hacerme creer que todavía estabas aquí, te fuiste y tardé en verlo claro. Todo este tiempo he estado esperando tu regreso y ahora me lamento, porque perderte fue ganar una batalla que me ayudó a recoger del suelo los pedazos caídos y dejar algunos en el suelo, ahí están bien. He pasado a una fase en la que mirar atrás solo me hace sentirme fuerte y libre.
Solo espero por milésima vez que te vaya bien Nat, que te cuides y te quieras, por favor, un beso"

Así fue como Alba, cada 5 o 6 meses mandaba una carta a Natalia. A medida que el tiempo pasaba, el final de las cartas cambiaba, ya no estaba un "Si decides volver te estaré esperando" A veces solo le recordaba cuanto la quería, cuanto la echaba de menos y cuanto rencor le guardaba por no recibir ninguna contestación. Y otras veces, le contaba como le iba a ella. Empezó a trabajar en un colegio de profesora de primero y segundo de primaria con tan solo 21 años, y a día de hoy, seguía trabajando en el mismo sitio, donde estaba muy contenta. En el colegio donde trabaja había conocido a Julia, quién ahora la consideraba como su mejor amiga. La ayudó a integrarse con los demás profesores, a hacerse valer frente a los niños, y fuera de lo profesional Julia se había convertido en su mano derecha y una de sus mejores amigas, que a tan solo 2 meses de conocerse, ambas sabían con pelos y señales la vida de la otra. Se han reído de la vida y han llorado algunas heridas. Le llama para saber como esta y Julia compra leche sin lactosa porque la rubia se pasa la vida en su casa, y de ella ha aprendido, que hay que quedarse con quien quiere quedarse.

A miles de kilómetros de allí había nacido una Natalia responsable, pues el ejercer de madre era lo que tenía. Desde el momento que la tuvo por primera vez en brazos supo que esa pequeña criatura era la que le daba valor y sentido a su vida. Ya tenía 5 años y la verdad que Natalia estaba muy orgullosa de como estaba criando a su pequeña. Era una niña adorable y angelical, a veces hasta se pasaba de cariñosa, pero sus besos y abrazos eran los que curaban el alma a cualquiera. Respetuosa pero muy vergonzosa y muy tímida, solo tenía que coger confianza y tenía a todo el mundo ganado, pues solo con su risa curaba hasta lo incurable.

- ¡Alba cariño! ¿Estás lista ya? -Gritó Natalia escalera a arriba

- Chi mami, ya bajo -Dijo la pequeña bajando las escaleras con cautela y su peluche colgando

- Venga que perdemos el avión al final. ¿Santi estás?

- Sí Nat, ya esta el Uber fuera, vamos -Cogieron últimas maletas y se despidieron de esa casa en la que habían vivido 5 años

Después de 5 años en la capital inglesa, Santi y Natalia decidieron volver a España. Él porque no encontraba trabajo de lo suyo aquí, y ella porque no se veía sola en otro país. Le costó mucho llegar a aquella decisión pero si se quedaba allí, estaba convencida de que la amargura podría con ella, no quería  transmitírselo a su hija y menos separarla de su tío. Además ahora que iban a vivir en Madrid, tener a toda su familia cerca otra vez era una gran ventaja, tanto para ella como para su pequeña, aunque una cosa que tenía Natalia clara es que no iba a vivir de sus padres. Se buscó un piso para vivir únicamente con la niña no muy lejos de la casa de sus padres. Además había conseguido trabajo en un edificio de psicólogos, que es lo que empezó a estudiar en Madrid y terminó de hacerlo en Londres. La esperaba una nueva vida por delante

SI DECIDES VOLVERWhere stories live. Discover now