39. La vuelta al infierno

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39. La vuelta al infierno

Contemplé mi reflejo en los cristales de las puerta de roble del edificio principal del internado.

Mi aspecto seguía siendo horrible. Y aquel uniforme estúpido del internado me sentaba aún peor.

Había llegado a la habitación a dejar mis cosas esperando que Elizabeth ya estuviera allí. Me apetecía desconectar un poco con mi mejor amiga y conseguir reirme un rato. Pero no había tenido suerte. Las cosasde Elizabeth estaban allí, pero no había ni rastro de ella. Seguramente se había marchado a la habitación de Scott.

Había enviado un mensaje a Robert para preguntarle cuándo iba a ir a cenar. Pero tampoco me había contestado. ¿De verdad Robert estaba tan afanado estudiando que ni siquiera me contestaba a mis mensajes?

Estaba caminando por el pasillo rumbo al comedor cuándo de repente vi a lo lejos a Logan.

Me quedé paralizada. No esperaba encontrarme a Logan tan rápido.

Durante las cinco horas de vuelo me había hecho una promesa conmigo misma, para mantenerme lejos de Logan. Me costaba admitir que aquello había sido más dificil de lo que pensaba. En el fondo, no odiaba tanto a Logan como solía decir en voz alta, y la noche del baile de invierno había sido increiblemente divertida.

Durante el primer trismetre me había intentado mantener alejada de los problemas, y aunque mi vida amorosa había dado algunas fluctuaciones, había conseguido acabar el año con unas notas bastante buenas, y cero problemas en el expediente. No había dado a Helen ninguna excusa para que pudiera deshacerme de mi.

Sin embargo, la noche del baile, las cosas habían cambiado. Había entrado en la sala de profesores con Logan. Podia recordar como sentia los nervios a flor de piel, la adrenalina, el miedo a que nos pudieran pillar...

De alguna manera, me había sentido más viva aquella noche que en los ultimos meses, en los que solo me habia dedicado a llorar y a montar drama por chicos.

Pero una vocecita en mi cabeza me decía que aquello era tremendamente peligroso. Logan me atraía precisamente por eso, porque era prolematico. Porque al fin de cuentas, aquella adrenalina era adictiva. La antigua Jo era adicta a todo eso. La nueva Jo intentaba que su relación saliera aflote sin dramas y sin mentiras. Aunque a dia de hoy no estaba muy segura de que hubiera una relación.

Miré mi iphone de nuevo. No había rastros de llamadas de Ian ni mensajes. ¿Sabría Ian que yo había vuelto al internado y que mañana empezaba las clases de nuevo?. No tenia ni idea, la verdad.

Por otro lado, había estado en numerosas ocasiones a punto de llamar a Ian, pero siempre me rajaba en el ultimo momento. ¿Que pasaría si llamaba a Ian? Mi cabeza se hacía esa pregunta todo el rato. Tenia dos opciones posibles:

a) Conversación vacia en la que los dos hablaramos sobre tonterias sin de verdad a travernos a expresar lo que sentiamos. Al colgar, seguramente quedaramos en quedar cualquier otro dia, pero intentariamos atrasar la fecha lo máximo posible por que en el fondo los dos sabiamos que aquello era algo incómodo para los dos.

b) Discutir y echarnos cosas en cara y terminar sin hablarnos otra vez.

- ¡Bienvenida de nuevo Jo Goligth! ¿Como te han ido las vacaciones? -Preguntó Logan con aquel acento ingles tan exagerado. -¿Muchos problemas?

-¡Pierdete Logan! -Contesté con toda la frialdad que fui posible sin ni siquiera mirar al chico a los ojos.

No esperé que Logan pudiera responderme, sabia de sobra que Logan tendría cualquier contestación preparada para cualquier comentario que yo tuviera, y apuré el paso para doblar la esquina y llegar al comedor.

Jo es nombre de problemas. (JNENDC2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora