31. Tu nunca podrias perderme

Start from the beginning
                                    

—Por supuesto que seguimos siendo las mejores amigas, no importa cuántas veces nos equivoquemos, lo que importa es saber afrontarlo.

Todos me envuelven en un abrazo hasta finalmente irme con el doctor.

Todo a mi vista se hace nubloso y borrosamente puedo ver a las enfermeras caminar de un salo a otro por la sala del quirófano, hasta el momento que todo se vuelve negro para mí. Y me quedo dormida por la anestesia.

Abro los ojos y nos veo a mama y a mí en la cocina horneando un pastel de chocolate, yo me encuentro sobre el marco de la puerta y veo como papa entra y nos sorprende con bolsas de regalos navideñas.

— ¿Cómo están las reinas de esta casa? —Su voz suena estable y esta sonriente, deja un beso sobre los labios de mama y a mí me carga en peso.

Oh dios mío, una lagrima se desliza por me mejillas al admirar esa escena.

—Mira papi, hicimos un pastel y yo puse las chispitas de chocolate.

—Así se hace cariño. —Besa mi mejilla y puedo ver los felices que éramos... Cuando solíamos ser una familia.

Y a medida que las sonrisas son más grandes todo se comienza a difuminar.

...

Abro los ojos y encuentro el cuerpo de mi madre sin vida sobre su cama, todavía lleva la bata de dormir y su rubio cabello está perfectamente peinado. Me veo sobre su pecho llorando sin descontrol, era una niña, las trenzas en mi cabello estaba desechas y un hombre intentaba separarme del cuerpo pero era inútil. Personas corrían por mi lado y aún estoy admirando la escena sin botar ninguna lágrima. Papa está cargándome en sus brazos intentando reprimir todas las lágrimas pero no lo consigue, él también iba a extrañarla tanto como yo, los gritos de aquella hacen que mi corazón se estrelle como cristales rotos y abro mis ojos de súbito.

—Anna cariño, gracias al cielo que despiertas.

Mi respiración es agitada y aun me adapto a la sensación de estar despierta, mi cuerpo duele pero me siento bien, todo a mi frente es blanco, soy consciente de que estoy en la habitación de un hospital y puedo sentir unos brazos envolviéndome.

— ¿Papa?

—Si tesoro, soy yo. —Deja una serie de besos por mi frente y aun no me suelta—. Estaba tan preocupado por ti cuando no te vi en casa y supe que estabas en el hospital.

Esperaba que sus palabras fuesen duras, que me regañara o que me gritara, pero no lo hace y me abraza como no lo había hecho hace mucho tiempo.

— ¿Sabes por estoy aquí? —Susurro para después toser.

—Sí, pero no te esfuerces.

— ¿No estás enojado por eso? —Pregunto, porque realmente quiero saber, siempre seguirá siendo mi padre.

—Hija, lo que hiciste es lo más valiente que cualquier persona puede hacer, es la muestra más grande hacia su ser amado, y creo que si lo hablamos puedo darle una oportunidad a ese chico después de todo.

—Eres el mejor.

—No, tú eres la mejor.

Nos quedamos en silencio por unos minutos hasta que la puerta se abre cuidadosamente, puedo ver a Sam y a Hoper entrar junto con los chicos detrás.

— ¿Cómo te sientes? —Hoper es el primero en preguntar.

—Bastante bien.

— ¡Amiga! Me alegra volver a verte. —Sam acaricia mi mano y me regala una sonrisa.

Heaven [ Harry Styles]Where stories live. Discover now