21. Cada quien sufre su dolor

10.4K 795 275
                                    

Punto de vista de Anna.

El insomnio ha sido como una alarma que grita en la pata de mi oreja desde hace una semana. Desde aquella noche no he podido pegar un ojo, no he podido estar en paz conmigo misma.

No le he llamado, no le he buscado, y tampoco he recibido lo mismo de su parte. No soy una mujer de orgullo, pero tengo la esperanza de que el timbre suene y sea el disculpándose con un ramo de rosas rojas, pero ni siquiera sé de qué se tiene que disculpar. Por un momento pienso que yo soy la culpable, no lo debí presionar tanto, ni siquiera sé si mantenemos una relación de pareja.

Sé que él no es bueno para mí, soy consciente de que el peligro le rodea, le he visto quitarle la vida a dos personas, le he visto con un arma, le he visto perder los estribos pero incluso así le necesito, tanto que he pensado en ir a su casa en plena madrugada cuando el insomnio me abofetea.

Lo necesito más de lo que necesito el aire.

Mi mejor compañía este viernes por la noche ha sido un pote de helado sabor a oreo, películas románticas y un pijama de osos que era de mi madre.

Soy tan masoquista.

Miro el teléfono por enésima vez y los grillos suenan, simplemente porque no hay un mensaje o una llamada.

— ¿Puedes dejar de mirar el teléfono por un segundo? —La voz de Sam me riñe al otro extremo de la cama y por un momento olvide que ella estaba aquí—. Si él no ha llamado es porque es un gran idiota y que tampoco piense por un momento que tú vas hacerlo. Él tiene que venir a pedirte perdón, de lo contrario no te merece

Sus palabras caen como un balde de agua fría y aunque una parte de mi quiere llamarle, correr a sus brazos tengo una dignidad que me tiene atada a la cama.

—Eres la mejor amiga de todo el mundo mundial ¿Sabes eso? —Le regalo una sonrisa forzada.

—Soy la única que tienes bebe.

El sonido del timbre a duras pena llega a escucharse hasta la habitación.

—Creo que llego nuestra pizza.

Sam se pone rápidamente de pie y desaparece casi corriendo por la puerta. Agradezco infinitamente su compañía porque de lo contrario no resistiría tener que llamarle, aunque estas ganas de hacerlo me queman la piel.

De pronto el silencio se adueña de la habitación y no era consciente de que la película había terminado. O peor aún, ni recuerdo cuando comenzó.

Parezco una adolescente deprimida de quince años al no dejar de mirar la pantalla vacía del teléfono. ¿Qué me hace pensar que va a llamar si no lo ha hecho ninguno de estos días?

Para mi suerte Sam vuelve a la habitación pero con las manos vacías y hay una expresión hermética en su rostro.

—Tienes visita. —Se muerde el interior de la mejilla y me regala una media sonrisa.

Una gran parte de mi quiere que sea Harry quien haya venido. Pero ¿A quién engaño? Cada centímetro de mi cuerpo espera que sea él.

Que sea el, por favor, por favor, por favor.

—Oh Annie por amor a cristo. —Ella se cruza de brazos y niega con la cabeza.

— ¿Qué? —Pregunto cabizbaja.

—No es él amiga, no es Harry. Deja de torturarte de esa manera. No sé qué demonios paso con ustedes pero sea lo que sea, es solo una pelea y alguno de los dos va a tener que dar el primer paso y tendrán que superarlo como todas las relaciones amorosas.

Heaven [ Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora