03. No me inspira confianza

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¿Por qué la duda me carcome por dentro? ¿Por qué siento que hay algo bueno detrás de las llamas de su infierno? Me siento enferma, no puedo evitarlo. Y no es una enfermedad física, es una enfermedad emocional y no lo entiendo ¿Qué pasa? Eres un delincuente, eres una mala persona, eres despiadado, eres todo lo que no quiero tener en mi cabeza Harry Styles, pónmelo fácil. Hazme el favor de refundirte en la cárcel y yo seré una periodista. Seré un vivo ejemplo de mi madre.


Cubro con base mi rostro demacrado y la noche ayuda para no notar la herida de la comisura de mis labios, observo por la ventana a mi padre marcharse con Amanda, le ha comprado un auto.


No puedo evitar las lágrimas, no puedo evitar el golpe en la cara, no puedo evitar el dolor que siento en cómo se oprime mi corazón, mi madre lo amaba tanto.


Uso unos vaqueros ajustados, una blusa blanca y un suéter negro que hacia juego con mis zapatillas. No es lo más adecuado para una noche de bar pero simplemente no es que me importe, la vanidad y Amanda podrían ir de la mano.


—Uau. ¿Y tú vas para el asilo de ancianos o un bar Anna? —Me riñe Sam, quien luce verdaderamente increíble.


—Cállate y vámonos, iremos a pie.


— ¿Qué? Tienes un auto que te heredo tu madre y ¿nos vamos a pie? Debes estar demente. —Ella se niega cruzada de brazos.


—No, esta mañana le dije a Amanda mujerzuela y mi señor intachable padre me quito las llaves por una semana.


—Por lo menos valió la pena. —Aplaude emocionada.


—Por cierto. ¿Piensas trabajar así?


—No, hoy tengo la noche libre y Jacob pidió turno extra y está ocupando mi lugar.


—Oh, Jacob, hace mucho no lo veo.


Jacob posee la misma condición que Sam, van a entrar a la universidad con la mitad de la beca. Y por lo que veo esta trabajando mucho en eso. El esta completamente solo en el mundo, creo.


Vamos a la mitad de camino y hoy viernes por la noche hay suficientemente gente por la calle como para no preocuparnos de un asalto como es de costumbre en Chicago.


Las luces de un auto parpadean hacia nosotras y se detiene justo al lado de la acera.


— ¿Las señoritas necesitan un aventón?


—No.


—Sí.


Sam y yo respondemos al mismo tiempo. ¿Qué le pasa?


— ¿Estás loca? No nos iremos con un desconocido, o al parecer dos. —La tomo del brazo susurrándole entre dientes.


Justo en el asiento del co-piloto esta otro sujeto de unos veinte tantos años.


Heaven [ Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora