Heaven [ Harry Styles]

28. Estaremos bien, vamos a superarlo

Punto de vista de Harry.

No puedo mirarla, no me atrevo a mirarla, su cuerpo tiembla junto al mío y no sé si es dolor o miedo, miedo de mí, miedo de todo lo que soy, miedo de lo que tuvo que pasar por mi jodida culpa. Pero aun así la abrazo, porque en estos momentos creo que es la única manera de minimizar el dolor.

— ¿Quieres ir a tu casa o... —Las palabras se rompen en mi garganta porque no si ella quiere estar conmigo ahora mismo.

—No me dejes sola, por favor. —Voz era inestable y desprendía de un hilo.

Y eso fue suficiente para volverme loco, no soy capaz de escucharla en ese estado, por mí, por mi culpa. Hoper quien conducía el auto me dio una mirada apenada y triste por el retrovisor.

Quería que ella se sintiera segura conmigo, pero le falle a mi hermano, le falle a ella, me falle a mí mismo, si tal vez no la hubiese llevado a la fiesta todo estaría bien, si tal vez no la hubiese involucrado en la mafia nada de esto hubiese pasado, si tal vez la hubieses sacado de mi vida a tiempo, ella estaría segura.

Aun así todo lo que venía a mi mente era en las mil maneras que podría hacerle pagar a Finn Haynes con dolor todo lo que le hizo pasar, no me importa como dejo mi casa, como pudo quedarse con toda la mercancía por la que hemos trabajo, todo lo que me importa ahora es vengarme por pensar que podría poner sus manos sobre ella y salirse con la suya.

Después de un largo camino Hoper estaciono el auto en el sendero de lo que hace un par de años era su antigua casa, mientras volvían a reparar la nuestra.

Trago todo el dolor que se acumuló en mi garganta como una bilis y abro la puerta, Anna esta tan ida en si misma que no se ha dado cuenta que hemos llegado, me doblo un poco y paso mis brazos por debajo de mis piernas para cargarla y sacarla del auto, su cara se esconde en mi pecho y puedo sentir como su respiración es entre cortada.

Hoper me mira apenado y afligido antes de asentir y hacer su camino por delante de nosotros, hasta llegar a la puerta principal y abrirla para mí. Las miradas de todos los chicos e incluso Sam y Jacob cayeron sobre nosotros, ellos quisieron dar un paso en mi dirección pero con la mirada les dije que por ahora no.

Ella no está bien.

Todo lo que quería era llevarla a una habitación y hacerle olvidar todo ese dolor.

Subí hacia la habitación que mande a preparar para ella hace un par de horas y una vez que cerré la puerta con la cadera la deje sobre la cama y me senté a su lado. No tenía idea de que podía decir al respecto, por más que quisiera formar una oración coherente estoy seguro que se quedarían atoradas en mi garganta, pero no iba a soportar más el silencio y di gracias al cielo cuando ella lo rompió.

— ¿Puedo tomar una duchar? —El dolor en su voz es desgarrador, pero ella intenta ser valiente al tratar de ocultarlo con una pequeña sonrisa, una sonrisa que no le puedo devolver en este momento.

Estoy demasiado enfadado conmigo ahora mismo, estoy odiándome como una jodida bestia.

Asiento rápidamente y la ayudo a ponerse de pie, para llevarla al baño de la habitación, la dejo sentarse sobre el retrete mientras abro las perillas y dejo llenar la bañera con espuma del champú olor a fresas que está a un lado.

Sé que no me lo ha pedido pero la vuelvo a poner de pie y la giro de espaldas a mí para desabrochar el vestido y este cae rápidamente el piso. Ella no se queja y aprovecho para colocar la melena sucia de cabello por encima de su hombro, y todo lo que pensé que sabría sobre el dolor realmente comienza a golpear a puño cerrado cada parte de mi cuerpo, mis puños se cierran detrás de su espalda y muerdo el interior de mi mejilla.