22. Mi lugar mas seguro

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Punto de vista de Anna.

La suave balada que suena en los altavoces inunda mis oídos satisfactoriamente, se siente agradable pero todavía no puedo creer como he dejado convencer a Sam que me trajera al club Alfa. No es como si nosotras pudiéramos pagar entradas para este lugar. ¡Jamás! Ni trabajando el verano entero, pero todo se reduce en que ella se ha vuelto muy cercana a Hoper, y el cómo todo un mafioso adinerado le ha obsequiado dos entradas para que cenemos aquí.

Las mesas están perfectamente decoradas y las cortinas brillantes le dan ese toque elegante al salón. Las lámparas encima de cada mesa color champaña y luces blancas navideñas a todo su alrededor. Ni siquiera recordaba que ya estábamos a un pie de navidad.

Hace tiempo escuche que este lugar se divida dependiendo de la edad. Y ahora comprendo, todos los clientes son adolescentes de entre dieciocho y veinticinco años.

— ¡Esta es la vida que yo me merezco! —Ella levanta su copa de Martini glacial y me guiña un ojo.

—Tú deberías estar trabajando. —Me cruzo de brazos y niego con la cabeza.

— ¿En serio piensas arruinar la noche? Tú, pequeña ingrata deberías estar embriagándote conmigo, date un respiro. Ningún hombre por más guapo, sexy y elegante que sea no puede esperar que una mujer se humille por él.

Digiero con aflicción sus palabras y espero que mi corazón comience a latir de nuevo, y que mis pulmones comiencen a funcionar otra vez.

—Annie, lo siento, no quise ser demasiado dura contigo.

Mi corazón está golpeando contra mi pecho pero aun así le regalo una sonrisa. Ella está siendo una buena amiga, la mejor de todas al ser sincera conmigo y aunque me duele el alma admitirlo, ella tiene razón.

—Está bien. —Trago con dificultad y mi voz no es estable—. Estoy bien.

Tomo mi copa y le doy un sorbo, siento como el Cosmopolitan raspa un poco mi garganta pero es bastante suave. Una de las bebidas más exquisitas que he probado.

La noche cae y casi ni he podido notarlo, el tipo de música ha cambiado a un reggaetón moderno y suave, dándole la oportunidad a los clientes bailar.

He logrado mantener mi mente ocupada y este es mi tercer cosmo de la noche, creo que demasiado para una chica que no está acostumbrada a tomar pero ayuda a aliviar mis penas. El sonido de la música se hace cada vez más fuerte y el salón que se suponía que era un restaurant adolescente se ha convertido en una discoteca moderna.

¿En qué momento paso?

— ¡Oh Dios! Amo es canción. —Sam chilla por encima del ruido de Bailando de Enrique Iglesias y se pone de pie—. Vamos a bailarla.

—Creo que te esperare aquí. —Rio y levanto mis menos al aire.

—Vuelvo enseguida.

Desparece entre la gente moviendo sus caderas y con la copa alta en su mano. No puedo evitar reír y tener un poco de envidia por ella. Está feliz y no existe nadie que haya roto su corazón, y eso es bastante envidiable.

A dos mesas lejos de la mía puedo ver como una pareja de novios están casi devorándose el uno a la otra, la manera en como él toma su mano y la lleva detrás de su cuello es lo más jodidamente tierno que he visto.

No puedo evitar sentir mi corazón hacerse añicos porque yo quiero eso, les envidio tanto. Me obligo a privar los sentimientos con frustración y me llevo el último trago de mi copa a la boca, cuando veo a venir a Sam bastante prendida.

Heaven [ Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora