Me palpita... el corazón.

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Esa noche decidimos dejar en paz a SeokJin. No quería discutir con él y Hoseok era demasiado cobarde como para ir a enfrentarlo. Cuando la comida estuvo lista, los tres cenamos y miramos la TV por unas horas más.

En el piso de arriba el silencio era absoluto, algo que me inquieto todas las horas hasta que mi amigo al fin se fue.

–Bien, Kookie. Hoy dormirás en mi habitación...– le dije cargándolo, pues al ser tan tarde se encontraba medio dormido sobre el sofá.

–¿Cuándo volverá mi mamá?– preguntó tocando sus ojos con sus puños intentando despertar mientras yo subía las gradas. Lo miré por un momento suspirando cansado, mi departamento estaba convirtiéndose en un orfanato.

–Volverá la próxima semana.– contesté.– Y después de eso nunca más se irá.– JungKook sonrió acomodándose sobre mi hombro con parsimonia.

Abrí la puerta de la habitación encontrándome de frente con un SeokJin semidesnudo jugando en mi computadora en silencio ignorando completamente mi llegada.

–¿Qué haces?¿Cuándo aprendiste a manejar eso?– pregunté recostando al pequeño sobre mi cama.– Ponte algo encima, vas a enfermar.

Dije evitando mirar su estúpido cuerpo sexy de chico mayor que tenía delante, SeokJin me miró por sobre su hombro y me sacó la lengua para después seguir jugando Mario Kart como si no estuviera hablándole.

Rodé los ojos volteando hacía JungKook, le quité los zapatos y lo arropé bien con una manta. Me arrodillé en el suelo sacando el viejo colchón que guardaba debajo del catre por si alguien se hospedaba en mi departamento por mucho tiempo y lo tendí al lado de la cama, lo cubrí con una manta y dejé almohadas encima.

Al terminar tomé ropa de mí armario y fuí a ducharme, en cuanto salí me acerqué directamente hacía SeokJin cerrando la computadora, empujé su silla hacia atrás y me apoyé sobre el escritorio capturando con mis piernas los reposabrazos frente a mí.

–Bien, mocoso. Vamos a hablar.– crucé mis brazos encontrando un puchero de derrota pintado sobre sus labios.

–No soy un mocoso.– contestó primeramente ladeando la cabeza.– Y no quiero hablar contigo. Ve a abrazar al niño rata, ya no te quiero.– murmuró sosteniendome la mirada por varios segundos.

Sus ojos, profundos y color chocolate cautivaron a los míos envolviéndolos en un abismo oscuro de incertidumbre. Sus pestañas largas que reposaban sobre sus mejillas rojizas eran largas y curveadas, sus labios gruesos y pintados de un rosa natural hacían aún más hermosa la imagen de su delicado rostro fruncido por la impaciencia y el enojo.

–JungKook se quedará aquí por unos días, así que espero que seas bueno con él y te comportes. Hoy dormirás en el colchón que puse en el suelo, buenas noches.– solté la silla y salí de la habitación cerrando la puerta tras mío, estando afuera suspiré hacía el techo frotando mis ojos.

"O es muy guapo o soy muy imbécil." Pensé al recordar su rostro frente al mío, retandome con la mirada, invitándome a acercarme sin hacerlo realmente. Estaba enloqueciendo, definitivamente.

–¿NamJoonie?

Llevé mi mano a mi pecho con susto mientras observaba los ojos de SeokJin asomarse por la puerta con timidez.

–¿Estas enojado?– preguntó saliendo completamente de la habitación hasta el pasillo, acercandose a mí.– Ya me puse algo abrigado y no estoy peleando con nadie. No te enojes, ¿si?

Sonreí negando, me acerqué a él revolviendo su cabello y lo abracé sintiendo su cuerpo acerca pequeño a mi lado.

–Bien, no estaré enojado.– murmuré acariciando un poco su espalda.– La mamá de JungKook se fue de viaje unos días y no tiene dónde quedarse.– expliqué sintiendo su respiración sobre mi hombro.– Así que lo cuidaremos los dos juntos, ¿Está bien?

–¿Su mamá también lo dejó?

–Ahora está durmiendo, no hagas ruido y ve a recostarte.– evadí la pregunta tomando su mano para alejarlo un poco, abrí la puerta de la habitación y lo guíe hasta el colchón en el suelo.– Hoy dormirás aquí, mañana veré de donde sacó otra cama para JungKook.

–¿Dormirás conmigo?– susurró igual que yo sentándose sobre las almohadas. Chasqueé la lengua asintiendo.–Ya. Buenas noches, NamJoonie.

–Buenas noches...– recostándome de espaldas ví la noche pasar fría y silenciosa frente a mis ojos.

Algunas patadas de SeokJin y un par de ronquidos por parte de JungKook, el insomnio nuevamente se hacía parte de mis horas de descanso llenando mi cabeza de pensamientos, de nuevo, la mayoría sobre el chico a mi lado.

¿Mi corazón latiendo rápido por el abrazo de SeokJin?, ¿Mi frente bañada en sudor por su imagen sin camiseta en mis recuerdos? Diablos, no tenía que estar pensando de esa formas.

Él estaba mentalmente inestable, y luego estaba yo, sentimentalmente inestable.

MoonByul había terminado conmigo hacia unos días y ni mí corazón ni mí cuerpo parecían querer llamarla de nuevo. ¿Qué no estaba enamorado? Digo, todas las relaciones tienen sus malos momentos, terminar realmente era muy precipitado, ¿Cierto?

–Ah, ya no sé que estoy pensando.– bufé volteándome en la cama hacía un lado encontrandome de frente con el rostro dormido de SeokJin, de pronto se removió en su lugar subiendo una pierna sobre mi cuerpo acercándose más, tragué nervioso teniendo su rostro tan cerca.

Su boca entreabierta exhalando pequeños murmullos entre sueños, sus largas pestañas abajo ocultando el brillo de sus ojos y sus manos unidas por debajo de la almohada haciendo de apoyo. Su cuerpo apoyado contra el mío dejándome sentir la piel tibia de sus brazos y el calor que creaba con una pierna sobre las mía. Su presencia poco a poco se hacía cada vez más importante para míby eso era malditamente incorrecto.

Su respiración marcaba un paso calmado que con los minutos se convirtió en un arrullo para mis atormentados pensamientos. Con su imagen en calma esa noche, casi al amanecer, caí dormido.

Con el olor de su fragancia a fresas interrumpiendo en mis sueños más secretos. De esos que se cuentan solo cuando tienes alcohol en el sistema y estás dispuesto a revelar tus intimidades. De esos sueños que no creí que volvería a tener desde que era un torpe adolescente, con el rostro de SeokJin, tuve ese tipo de sueño.



(***)




Y como no tengo donde anotar les dejo un adelanto del próximo capítulo.

(***)


¿Por qué hay manos pequeñas pintadas en la pared?

JungKook, ¿Por qué hay manos pequeñas pintadas en la pared?

Por que tengo manos pequeñas.

Por que tiene manos pequeñas, dice.

(***)


Busqué por cielo, mar y tierra un fanart lindo del Namjin y pues... ¿Dónde chingados se esconden los artistas amantes de este ship? Lsnxisbd

Nos leemos porno.

Digo, pronto.

<3

¡Solo tiene 7 años! [NamJin]Where stories live. Discover now