Olor a fresas

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Esa noche llegó el oficial de policía a tomar muestras declaraciones, le expliqué cuidadosamente lo que había pasado y le di una carta con mi autorización para que pudiera acudir a las cámaras de seguridad. Me prometió que solucionaría esto y que me daría información lo más rápido que pudiera.

Esa noche SeokJin dormía profundamente a mi lado, y en medio del insomnio no opté por otra cosa más que abrazarlo. Sentir el calor que emanaba su cuerpo reconfortaba mi corazón y más aún cuando se acurrucó a mí lado, sujetando con fuerza mi camiseta entre sus puños.

–Nam... Mamá dice que si no puedes dormir es porque algo te molesta.– escuché que susurró de un momento a otro, sorprendiéndome pues pensé que se encontraba dormido.– Ella decía que yo le molestaba...

–No, Jinnie. No estoy despierto porque me molestes.– lo corté antes que dijera cualquier otra cosa, lo acerqué más a mí hundiendo mi nariz en su cabeza, estrechandolo con fuerza hacia mi cuerpo.– No podía dormir porque tenía frío, por eso te abracé.

–Ah.– contestó, y segundos más tarde sentí sus brazos rodearme igual.– Entonces dormiremos abrazados.

–Está bien, me gusta la idea._ sonreí suspirando. Percibí un aroma dulce entrar por mis fosas nasales por lo que me acerqué más al cabello del peli rosa y aspiré su aroma.– Hueles a fresas.

–Sip.– contestó mirándome desde abajo.– Tenía el shampoo en mi mochila, lo saqué cuando me perdí. Pensé que lo había perdido pero en realidad estaba olvidado en la ducha.

Escuché su infantil risa unos segundos más hasta volvió a acurrucarse en mi pecho.

–Buenas noches, NamJoonie.

–Buenas noches, Jinnie.– besé su frente y sonreí.– Sueña bonito.

Él también sonrió, sonrió porque sintió un cariño inmenso crecer en su pecho, sonrió porque estaba dejando de sentirse solo.

SeokJin sonrió porque sabía que NamJoon era la persona correcta.

¡Solo tiene 7 años! [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora