CAPITULO 39.

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"10 Liang plata?" dijo Qin Ming suavemente.

"Sí, ¿crees que es mucho esa cantidad?" Liu Suifeng levantó la cabeza y preguntó en voz baja.

"No, sucedió que tenía más de cuatro liang de plata en la mano. Ahora, con esta horquilla dorada, debería ser suficiente. Creo que es una coincidencia", dijo con una leve sonrisa.

"Hay suficiente dinero, ¿quieres casarte conmigo?" Liu Suifeng no pudo evitar hacer esa pregunta. Se sintió incómodo cuando no pareció escuchar una respuesta satisfactoria.

"Por supuesto, pero creo que la familia de tu tío parece ser muy mala contigo. Si vengo a pedir un matrimonio, puede que no estén de acuerdo tan fácilmente". Dijo Qin Ming débilmente. "Bueno, no te preocupes, venderé esta horquilla de oro y la cambiaré por dinero. Cuando regrese, iré a la casa de tu tío a pedirle matrimonio".

"Bueno, esta bien." Dijo Liu Suifeng y no podía contener la alegría en su corazón.

"Ve a dormir, te acompañaré aquí, puedes estar seguro de que nadie se atreve a intimidarte". Dijo Qin Ming con una sonrisa.

"Um" Liu Suifeng asintió, recogió un traje viejo en el suelo, se puso el vestido en el cuerpo y comenzó a dormir. Pensó que no dormiría después de los acontecimientos de hoy. Sin embargo, de hecho, tan pronto como cerró los ojos se durmió. Tal vez fue porque Qin Ming estaba a su lado. Se sintió seguro y se durmió pronto.

Al amanecer, Liu Suifeng bostezó y se despertó. Vio que Qin Ming tenía los ojos cerrados, y cuando se movió, los ojos de Qin Ming se abrieron.

Qin Ming no se acostó en toda la noche. Simplemente se sentó en el suelo con los ojos cerrados, entrecerró los ojos y durmió. Sin embargo, su vigilancia era muy fuerte, Liu Suifeng se movió, y se despertó rápidamente.

"¿Despierto?" Qin Ming se levantó, movió su cuerpo rígido por un momento, sonriendo.

"Sí, me desperté. ¿ te desperté?", Preguntó Liu Suifeng casualmente.

"Bueno, está bien, ya que estas despierto. Ahora es de día y nadie debería atreverse a hacerte nada malo. Voy a ir a vender esta horquilla de oro. ¿Vienes conmigo? ¿O te quedas aquí?", Preguntó Qin Ming.

"Iré contigo." Dijo Liu Suifeng. Empacó algunas piezas de ropa rasgada, y las envolvió una a una.

Qin Ming originalmente quería decir que tan poca ropa vieja sería innecesaria. Sin embargo, calculó el dinero en su bolsillo y se le da a la familia Liu 10 Liang de plata, entonces, se estima que no queda mucho. Pensando en esto, no pudo evitar fruncir los labios y cerrar la boca. Es realmente doloroso no tener dinero. Parece que tiene que encontrar una forma de ganarse la vida.

Los dos salieron juntos del templo en ruinas, y hacía bastante frío en la mañana de otoño. Liu Suifeng le devolvió la ropa vieja que Qin Ming le había cubierto para que se la pusiera. Los dos salieron uno tras otro. Liu Suifeng siguió a Qin Ming de cerca, como una joven esposa. Qin Ming lo vio, tenía los labios fruncidos y sonrió.

La ciudad de Luoyun en la mañana es bastante bullicioso. Qin Ming y Liu Suifeng están caminando lado a lado. Al oler el olor a comida que entraba y salía por la calle, el estómago de Liu Suifeng estaba un poco hambriento e hizo un sonido "coo, coo". Qin Ming lo miró cuando escuchó el sonido, y la cara de Liu Suifeng se sonrojo.

"Jefe, ¿a cómo vende bollos al vapor aquí?" Qin Ming tomó la mano de Liu Suifeng y se detuvo frente a un puesto que vendía bollos al vapor.

"Un Wen, es un auténtico bollo de carne. Está lleno de carne fina. Es muy delicioso". El dueño del puesto se jacto.

"Dame cuatro bollos grandes". Dijo Qin Ming. Luego sacó cuatro wen de sus manos.

"Bien." El dueño del puesto rápidamente tomó una bolsa de papel y puso cuatro bollos de carne en ella. Sin mencionar que su bollo de carne es realmente abultado, lo que hace que la gente tenga apetito.

"¿Hambriento? Vamos, come" Qin Ming saco un bollo y le entrego la bolsa de papel a Liu Suifeng.

"HMM". Liu Suifeng respondió, tomó un gran bollo de carne y comenzó a comerlo. ¡Sabroso! Liu Suifeng dio un mordisco y sintió que se le salía un chorro de salsa de la boca. Estaba delicioso.

"¡Este bollo al vapor es delicioso!" Liu Suifeng suspiró.

"Delicioso. Te lo compraré a menudo en el futuro". Dijo Qin Ming casualmente.

No quiero. Tenemos que guardar nuestro dinero para vivir una buena vida. ¿Cómo podemos ser tan extravagantes y comprar bollos de carne a menudo? Los bollos de carne grandes son muy caros. Haré bollos para que comas más tarde". dijo Liu Suifeng con seriedad.

"Sí, mi pequeña esposa Qin Ming escuchó y tocó el cabello de Liu Suifeng. El cabello es muy suave y fácil de tocar.

"No me he peinado en la mañana, ¿se ve feo, como un mendigo?" Liu Suifeng preguntó humildemente.

"Está bien. Compraremos un peine más tarde. Solo peínalo". Dijo Qin Ming con una sonrisa, aunque no puede darse el lujo de comprar grandes cosas ahora, todavía puede comprar un peine.

"¿Eres demasiado amable conmigo? ¿Crees que soy un perdedor?", Preguntó Liu Suifeng.

"No, no te preocupes. Qué tonto". Dijo Qin Ming con una sonrisa. Liu Suifeng asintió "bien", sintiendo que su corazón era agrio y dulce.

Justo cuando los dos hombres conversaban, un carruaje de repente aceleró. Aquí hay un gran caballo con una gran cabeza, se ve muy grande. El caballo obviamente estaba fuera de control, presionando a las personas y las cosas en el medio del camino.

"¡Ten cuidado!" Qin Ming empujó a Liu Suifeng a un lado de la carretera. Era más seguro aqui.

En este momento, un niño pequeño en medio del camino, aunque estaba cubierto de polvo, parecía que estuviera tallado en jade, se paró en medio del camino y observó al caballo galopando hacia él. Estaba demasiado asustado para moverse. Una persona que parecía ser una criada estaba junto al niño y vio que se acercaba el caballo de gran tamaño, ignoro al niño, gritó y corrió a un lado de la carretera. Al ver que el casco del caballo de gran tamaño estaba a punto de pisar la cabeza del niño, el niño estaba a punto de salpicar sangre en el acto.

"¡Yu'er!"Hubo un grito muy fuerte. Una mujer joven y delgada salió corriendo llorando e intentó abrazar al niño, pero estaba demasiado lejos.

Justo cuando el casco del gran caballo estaba a punto de pisar la cabeza del niño, de repente un hombre salió corriendo y rodó rápidamente al lado del niño. El niño seguía mirando con horror, sintió un fuerte empujón, y lo empujaron al costado del camino.

"¡Qin Ming, ten cuidado!" Liu Suifeng miro la escena frente a él con los ojos abiertos y grito en voz alta. Resulta que el hombre que saltó y empujó al niño pequeño era Qin Ming.

Después de que Qin Ming empujó al niño, se dio la vuelta y escapó del casco del gran caballo.

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