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Kaia

—Soy la guardiana de la Aurora de la primera generación, Alessia. —me dijo la figura que estaba frente a mí.

Es una mujer alta. Tiene el cabello castaño y los ojos verdes. Habla en italiano. Ahora que recuerdo, creo haber leído que algunos miembros de la Primera Generación Vongola fueron a vivir a Japón cuando se retiraron. Supongo que por eso Primo habla tan bien el idioma.

—Para reconocerte, necesitaré que me demuestres que en verdad tienes lo que se necesita para hacer este trabajo. —siguió. —El guardián de la Aurora es un asesino nato. Un estratega que puede mezclarse entre lo más sucio de la mafia internacional. Es el pilar que sostiene a la Familia desde las sombras.

Es parecido a lo que dijo Reborn.

—Bien. —respondí. —Te mostraré mi determinación.

—Esperaré con ansias. —respondió.

Despareció luego de eso.

Hayato llegó al rato debido a que fue a comprar la cena.

—¿También se te apareció? —me preguntó.

—Sí... —respondí.

Los siguientes días, fuimos a la escuela como siempre a pesar de la situación. Se realizaron algunas pruebas en ese tiempo. Las de Sasagawa, Hayato, Yamamoto y Lambo para ser más precisos. La mayoría fueron muy abstractas y con significados ocultos que tenías que ir descubriendo paso a paso.

Sé que debería estar pensando en mi prueba, pero, ahora mismo, tengo problemas más grandes de los que preocuparme. Esas malditas pesadillas no se van. Hasta separé el brazo de Hibari ese día... Esa clase de cosas no me pasaban desde hace mucho. ¿Qué tan patética me debí haber visto?

Mis lagunas de memoria se están aclarando con el paso del tiempo y mi falta de sueño está empezando a afectar mi rendimiento. Esto me obligó a saltarme una clase para subir a la azotea a dormir. No quiero que Hayato se preocupe, así que prefiero mantenerme alejada de la enfermería. Fui a recostarme en el suelo y cerré los ojos. Caí dormida rápidamente, pero sucedió lo de siempre. Pude descansar por algunos minutos hasta que me desperté de golpe y sudando frío.

Encima mío estaba una chaqueta de la escuela. Tiene la banda del presidente del consejo estudiantil. Hibari ha de estar por aquí...

Me levanté y miré alrededor. Lo vi hablando con alguien. Fui hacia ellos.

Él solo me miró de reojo.

—Gracias. —le dije mientras le pasaba su chaqueta.

Al frente nuestro estaba un hombre con rasgos europeos. Por alguna razón, sonrió cuando me vio.

—Tú... ¿eres la guardiana de la Aurora del Décimo? —me preguntó.

Ah... ya entiendo. Él debe ser el primer guardián de la Nube.

—Sí. —respondí. —Es un placer.

Me miraba cálidamente. Es extraño. Hasta hace un momento, su expresión era más fría que la del Hibari actual.

—¿Alessia ya está aquí? —preguntó.

Asentí.

—Ya veo... —seguía sonriendo.

En ese momento, movió la cabeza y regresó a su mirada habitual. Volvió a dirigirse a Hibari.

—Como ya mencioné antes, estoy obligado a evaluar si eres digno de recibir la herencia del guardián de la Nube. —le dijo.

Assassin [Katekyo Hitman Reborn]Where stories live. Discover now