Assassin [Katekyo Hitman Reborn]

13

Dino

La llevamos con Vicenzo.

—Ya me preguntaba en dónde se había metido... —dijo él. —¿Qué pasó?

La dejé en el suelo con mucho cuidado y Kyoya se le acercó para confirmar que estuviera bien. Se ve preocupado.

Ya que estamos a una distancia prudente, creo que puedo hablar del tema. Kyoya no nos presta atención.

—Creo que son secuelas. —le dije. —Deberías saber algo de eso.

—¿Sabes cuál fue el catalizador? —preguntó.

—Los Varia tienen buenas redes de información. —dije. —Lo más probable es que escarbaran en su pasado. Recuerda que hay varios allí que no sabe cerrar la boca.

—No... —apretó el puño. —Es Cassia. Estoy seguro.

Él lo conoce mejor que yo, así que...

—Pero, ¿qué le habrá dicho para dejarla así? —seguí. —Ella no es débil. Tiene un caparazón emocional enorme.

—Estas cosas son más complicadas de lo que parecen. —se acercó a ella. —Déjenla descansar por hoy. Se pondrá bien en la mañana

—¿Cómo es que estás tan seguro? —preguntó Kyoya.

—Yo sé de esto, mocoso. —respondió. —Lo he vivido en carne propia.

Le agarré del hombro.

—Vamos, Kyoya. —le dije. —A partir de ahora, deja que él se encargue.

Lo llevé hasta el lugar donde entrenábamos. Aún se ve algo distraído...

Debe seguir pensando en lo que pasó.

Sonreí. Puede que por fin haya encontrado la debilidad de este monstruo lleno de sed de sangre.

—Mañana iré a verla. —le dije. —Te avisaré sobre su estado.

—Haz lo que quieras. —respondió.

Se hace el desinteresado.

—Entonces, no te diré nada. —seguí.

Volteó a verme con rabia. Esta es mi oportunidad para cumplir el pedido de Reborn. Quería que le explique con lujo de detalles todo lo que se hace en la mafia a Kyoya. No creo que quiera escucharlo todo, pero trataré.

—Todo tiene un precio. —le dije. —Si quieres información, déjame hablarte un poco sobre Vongola.

Lo pensó por un momento. Creo que lo estoy convenciendo.

—¿Está enferma?

—No exactamente. —respondí. —Se le llama secuela. Son comunes en personas que han sufrido traumas en algún punto de su vida.

Se ve sorprendido.

Perdón, Kaia, pero te usaré para atraerlo a la Familia.

—No tiene ninguna enfermedad física. —seguí. —No te preocupes.

—¿Qué hay de ese tatuaje? —preguntó.

Hasta en eso se ha percatado... Definitivamente la tiene muy en cuenta. Quién diría que Kaia terminaría embaucando a un tipo como este.

—Esa respuesta vale por la historia de los anillos. —le dije.

Me miró enfadado.

—Bien. —alzó sus tonfas. —Cuéntamela mientras peleamos