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Kaia


Al día siguiente, fui a correr con Sasagawa por la mañana. Últimamente, hemos estado hablando más seguido debido a que soy la única que está despierta tan temprano.

Por alguna razón, se le ve bastante feliz.

—¿Qué te pasa hoy? —le pregunté mientras estirábamos.

Empezó a reír de forma extraña.

—¿Sabías que tengo novia en este futuro? —me dijo.

—¿En serio? —le sonreí. —Felicidades.

—¡Haré que esto salga bien aunque me cueste la vida! —exclamó.

Está muy emocionado.

—Solo no lo fuerces demasiado. —le dije. —Te verás desesperado.

Se quedó pensando un momento.

—También sé algo sobre ti. —dijo de repente.

—¿Qué es?

—En la foto que encontré en mi casa estamos mi novia y yo, pero también se pueden apreciar dos siluetas en el fondo. —me dijo. —La chica eres tú porque hasta se te ve la cara. Pero, no sé quién es el hombre.

Qué extraño... Por lo general, nunca dejo que tomen fotos en mis citas. Tampoco los llevo a conocer a miembros de la Familia.

—Tienes curiosidad, ¿no? —me dijo sonriendo. —Supongo que debió ser alguna reunión mafiosa o algo así. Estábamos en un bar.

—¿Por qué crees eso? —pregunté.

—Todos llevaban anillos. —respondió. —Me refiero a las personas del fondo. Sé diferenciar los anillos especiales cuando los veo.

Es más observador de lo que pensé.

—Pero, no tiene sentido. —le dije. —Incluso si es algo casual, nunca llevaría a alguien que no está involucrado con la mafia a una reunión con miembros de la Familia. Sería como arrojarlo a un pozo de tiburones.

—¿Cómo sabes que era una persona común? —siguió. —Tal vez es alguien de Vongola.

—Eso no es posible. Nunca he salido con alguien así. Es problemático.

—Lo dices como si tuvieras mucha experiencia...

Ambos quedamos en completo silencio.

—¿Ya has tenido antes...?

—Nada formal si es lo que te preguntas.

No sé por qué lo hago. No me ha gustado sinceramente ninguno de los tipos con los que he salido, pero aún así seguía aceptando sus invitaciones. Supongo que parte de mí quiere probarse a sí misma que ahora tengo el control de mi propio cuerpo. Antes no lo tenía y recordarlo hace que me dé nauseas.

—¿Y cómo eran los tipos con los que saliste? —me preguntó Sasagawa.

—No eran de la mafia. —respondí. —Solo chicos comunes que me veían pasar frecuentemente por algún lugar y me invitaban a pasar el rato. No les daba mi nombre real ni mi teléfono para que no trataran de buscarme otra vez.

—Eres una desalmada... ¿Qué habría pasado si alguno de ellos estaba sinceramente enamorado?

—Solo tendría que vivir con ello. Eso le traerá menos problemas.

Assassin [Katekyo Hitman Reborn]Where stories live. Discover now