2

181 28 0
                                    

Kaia

—¿Por qué acepté la propuesta de ese Arcobaleno? —me quejé mientras caminaba.

—Solo irás a la escuela. —respondió Hayato. —No es para tanto.

Suspiré.

—Va a ser aburrido. —le dije. —Además, ¿por qué tengo que usar un uniforme tan incómodo?

—Deja de quejarte.

Hayato aprovechó para enseñarme el camino. Esta ciudad no es muy grande, así que probablemente no me cueste mucho aprender los recorridos.

—¿Y a qué escuela vamos? —le pregunté.

—A la escuela Central. —respondió.—Namimori.

—Es la más grande, ¿no? —dije recordando. —Le dejé un papel con mi nombre y mi número a un tipo que parecía importante ayer, pero parece que no te lo entregó.

En ese momento, él se quedó pensando mirando a la nada. Creo que sabe de quién hablo y también es claro que le desagrada imaginarse a esa persona.

—Hibari no es un tipo agradable. —dijo finalmente. —Lo mejor es mantenerse lejos de ese idiota.

Empecé a admirar las calles de la ciudad. Estaban llenas de árboles y caminos estrechos. Los pequeños templos eran algo común de ver al igual que las estatuas representando la simbología local. Es algo completamente diferente de Roma, que está llena de construcciones antiguas y de arquitectura occidental.

De alguna forma, creo que empiezo a sentir el choque cultural.

—¿Sabes? —habló Hayato. —Nunca creí que ambos iríamos a la escuela juntos. Hasta parece que llevamos vidas normales.

A simple vista, no nos diferenciamos de estudiantes comunes. Podemos mezclarnos entre la  multitud y hacernos pasar por quien queramos. Vivir una mentira no es difícil para personas como nosotros.

—Y creo que deberías dejar de hablarme en italiano. —siguió. —Si estamos en Japón...

—Deberíamos hablar japonés. —respondí en ese idioma. —Entiendo.

Apenas cruzamos la entrada de la escuela, la mayoría se quedó viendo en nuestra dirección.

—¿Por qué todos nos están mirando? —pregunté.

—No lo sé. —respondió.

—Eso es porque llamas mucho la atención. —escuché una voz conocida a mi espalda. Es Reborn. —La mayoría aquí no está acostumbrado a ver a alguien con rasgos europeos.

—Hayato es italiano.

—Pero, también es mitad japonés, así que no cuenta. —respondió.

Me agarré un mechón de cabello. Ahora que caigo en cuenta, creo que soy la única rubia en la escuela sin contar a Hayato. Mis ojos también son inusuales en este lugar.

—¿Debería pintarlo? —les pregunté.

—¿Por qué?

—No es bueno llamar la atención en este rubro de trabajo. —respondí.

—Pero, ya no estás trabajando. —me dijo Hayato.

Mientras hablábamos, noté que todos los alumnos se organizaban en filas para darle paso a alguien. Me recordó a la formación para darle respetos al Noveno.

—¿Qué está pasando? —se escuchó una voz detrás nuestro.

Es el tipo de ayer.

—Veo que encontraste lo que buscabas. —dijo en cuanto me reconoció.

Assassin [Katekyo Hitman Reborn]Where stories live. Discover now