Assassin [Katekyo Hitman Reborn]

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Kaia

Byakuran dijo que ya sabía que Shoichi lo traicionaría en algún momento y que se aliaría con nosotros.

-Pero, realmente ha lastimado mi orgullo el que mi segundo al mando me haya abandonado. -dijo Byakuran. -Así que creo que deberíamos tener un enfrentamiento apropiado. Un encuentro oficial entre la Familia Vongola de Sawada Tsunayoshi y mi Familia Millefiore. Por supuesto, la colección de anillos y pacificadores estará en juego. Es el momento perfecto para darle una despedida al mundo viejo y recibir al nuevo mundo que crearé.

-¡Por favor, espera! -habló Shoichi. -¿Crees que aceptaremos tan fácilmente? Además, desplegaste a seis de las Siete Coronas Fúnebre. Perdiste seis anillos Mare.

-Estaría en problemas si eso fuera cierto. -respondió. El anillo de Shoichi se destruyó. -Ciertamente, son anillos poderosos de clase A, pero los de la colección son algo más. Perdón, Shoichi. Te oculté otro secreto de la organización. No creí que quisieras reunirte con ellos, así que no los mencioné. Pero, como somos enemigos ahora, creo que ya no importa.

Nos enseñó una imagen holográfica con siete personas.

-Estas son las verdaderas Siete Coronas Fúnebres. -siguió. -Fueron elegidos para ser los portadores de los anillos Mare.

Kusakabe se veía pálido.

-Escoger personas fuertes tiene su límite debido a que los anillos deben ser manejados por personas con una determinación extraordinaria. Así que, busqué peleadores que transformaran esa determinación en lealtad y los traje aquí. -nos enseñó algunas fotos. -Por ejemplo, este hombre solía vivir en una tierra encantadora y llena de naturaleza. Cuando le pedí que me mostrara su determinación, destruyó su hogar para mí.

Todo estaba lleno de lava y había un humano bañándose en ella.

-No esperaba que fuera a erradicar la villa y a las personas con las que creció... -nos dijo. - Bueno. Ahora que comprenden la magnitud de lo que se enfrentan, también tengo que agregar que a cada una se le han dado cinco mil soldados y cien peleadores de clase A que están repartidos por todo el mundo.

-¿Cien de clase A? -habló un mecánico que, según Tsuna, se llamaba Spanner. -Se suponía que los únicos de clase A eran las Coronas Fúnebres.

-¡¿Qué planeas, Byakuran?! -gritó Shoichi.

-¿Recuerdas el juego Choice que creamos en la universidad? -le preguntó. -Juguemos, pero en la vida real. Anunciaré los detalles en diez días, así que prepárense. Pueden relajarse todo lo que quieran porque nosotros no haremos nada hasta ese entonces.

Salimos de un problema para meternos en otro. Me pregunto cuándo acabará todo...

-Por cierto, esta base será movida por nuestro sistema de teletransportación en algunos segundos. -agregó Byakuran. -No puedo esperar a verlos de nuevo.

Tal y como mencionó, la base se teletransportó. La onda expansiva nos mandó a todos hacia atrás.

Shoichi fue hacia la máquina blanca y la encendió. De ella, salieron ocho cajas. Una para cada uno. Son del color de nuestras llamas.

-Tómenlas. -nos dijo. -Son un regalo de los Vongola de esta época.

-¡Oigan! -escuché un grito desde el audífono de Tsuna. Fue tan alto que tuvo que sacárselo para no reventar sus tímpanos. -¡¿Siguen vivos, no, mocosos?!

Es Squalo. En ese momento, alguien le quitó el micrófono.

-Sawada Tsunayoshi. -habló Xanxus. -En diez días, será mejor que demuestres que los Vongola somos los más fuertes.