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Kaia


Dentro del edificio, encontramos el celular de Hibari.

No puede ser que lo hayan capturado, ¿o sí?

En ese momento, apareció el tipo de los yoyos. Hayato dijo que se encargaría.

—Los efectos secundarios del tratamiento de Shamal serán muy dolorosos si haces esto. —habló Bianchi.

Hayato no tiene muchas posibilidades aquí, pero es muy terco como para pedir ayuda.

Nos fuimos de allí debido a su persistencia. Sin embargo, no podía quedarme de brazos cruzados viendo que mi amigo podría salir muy lastimado.

—Voy a regresar. —sentencié. Apreté un puño. —No voy a dejar solo a ese idiota.

Bianchi dio un gran suspiro.

—Sí. —me dijo Tsuna. —Yo también creo que sería buena idea.

Me di la vuelta y empecé a correr.

—Te lo encargo. —escuché la voz de Bianchi alejándose.

Cuando llegué, me encontré con el tipo del yoyo y con el que peleó contra Yamamoto. Hayato estaba tendido en el suelo y hubo una explosión.

El del yoyo se quedó fuera del humo, así que le lancé un cuchillo en el brazo. Me escondí en esa humareda y el siguiente se lo incrusté en el estómago. Cayó al suelo de inmediato.

De pronto, sentí que el tipo animal venía por detrás. Como no me daba tiempo de sacar mis armas, le di una patada en la cara. El humo se disipó y vi claramente que yo no era la única atacándolo. De alguna forma, Hibari y yo lo golpeamos al mismo tiempo. Salió volando por la ventana.

Ambos nos quedamos mirando fijamente. Se ve muy herido, pero aún puede golpear fuerte.

Fui a ayudar a Hayato, quien tenía dificultades para caminar.

—Parece que Mukuro le hace justicia a su reputación. Es alguien formidable para haberte dejado en ese estado. —le dije a Hibari. Sé de primera mano que este tipo no es débil.

Me miró enfadado.

—Todo fue culpa de esos malditos árboles de sakura... —dijo apretando un puño.

¿Árboles de...?

Entonces, entendí la situación. Solo tenía que unir los puntos y ya tenía una idea clara de lo que pasó.

Ahora que caigo en cuenta, Hibari también estaba con nosotros en el momento en el que los mosquitos de Shamal se soltaron por accidente.

—El tipo al que golpeaste en la mañana te causó una enfermedad llamada Sakura-kura. Probablemente no lo hayas notado porque se transmite con la picadura de un mosquito. Esas cosas tienen una aguja casi imperceptible. Nunca sabes cuándo te picó uno... —le expliqué. Saqué el frasco de medicina de mi funda de armas. —Ese es el antídoto.

—Así que Shamal tenía razón... —habló Hayato. —Ese idiota debería tener más cuidado con sus bichos.

Hice que se apoyara en mi hombro para ir con el Décimo.

Hibari se tomó el antídoto y me ayudó a cargarlo hasta el lugar donde estaban Bianchi y Tsuna. El Décimo estaba rodeado de serpientes.

Hayato lanzó su dinamita para alejarlas de él, mientras que Hibari le tiró a Mukuro una de sus tonfas. Él la iba a bloquear con el tridente que traía, pero hice que esta desviara su dirección con uno de mis cuchillos. La tonfa le dio de lleno en el estómago.

Assassin [Katekyo Hitman Reborn]Where stories live. Discover now