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Hibari

Todos fuimos al área de espera que mencionaron esas mujeres.

Kaia estuvo observando la pelea hasta que simplemente se sentó en el suelo y se recostó contra una pared. Ha estado bostezando desde hace rato. No debe haber dormido bien...

Vi que el que la entrenaba se le acercó para volver a darle un golpe, pero lo detuve de inmediato. Lo miré de frente. Al principio era gracioso, pero ya me está molestando el que haga eso solo para asegurarse de que está despierta.

—Déjala en paz. —le dije.

Me miró enfadado.

—Tranquilo... —vino el Caballo. —Respira, Sniper.

Ahora entiendo de dónde viene la calma de Kaia. Si ha pasado tanto tiempo con el Caballo, algo de eso se le debe de haber pegado...

—Este mocoso nunca fue de mi agrado. —habló el que entrenaba a Kaia. —Ahora sigue siendo igual de...

El Caballo lo calló en seguida.

—¿Te puedes quedar con ella, Kyoya? —me dijo. —Asegúrate de contarle lo que ha pasado cuando se levante.

Se lo llevó a otro lado. Últimamente, he notado que cuida mucho sus palabras. Hay algo que no me quiere decir...

Me quedé a su lado vigilando que nadie la molestara. Mientras pasaba el tiempo, veía de reojo las peleas de los otros herbívoros. Hay algunos que han mejorado mucho, aunque, hasta ahora, la única de todos ellos que ha podido derribarme y estar a la altura es Kaia.

Regresé la mirada. Ella suda mientras duerme. Sus gestos cambian mucho. Es obvio que tiene problemas para dormir. Han de ser pesadillas muy fuertes. Hasta está temblando...

De pronto, vi que movió la cabeza muy rápido y se despertó. Bajó la mirada y empezó a respirar agitadamente.

—Hibari... —me dijo en cuanto me vio. —¿Ya terminó?

—No. —respondí.

Ambos volvimos a mirar a la pantalla. Ella se levantó para ver mejor. Justo en ese momento, ambos equipos derrotaron al objetivo, pero uno del otro grupo se levantó de entre los muertos. Al final, perdieron. El tipo de las gafas cayó al suelo. Ella se quedó viendo a la pantalla durante un rato a pesar de que ya estaba apagada. No decía nada. Todos ya habían salido a encontrarse con el resto, pero ella no se movía ni un centímetro.

—Oye... —le dije.

Traté de agarrarle el hombro, pero, inmediatamente, apartó mi mano en el aire. Se ve aterrada. Creo que hasta tiembla un poco.

—Lo siento... —me dijo. Sonrió nerviosamente. —¿En dónde están todos?

Cambió el tema rápido.

—El juego ya terminó. —respondí.

No ha estado prestando atención.

—Entonces, ¿ganamos? —preguntó.

Negué con la cabeza.

—Hayato... —escuché que dijo en voz baja.

Salió corriendo a buscar al resto.

Gokudera Hayato...

Apreté un puño. Me da rabia solo pensar en ese idiota. A pesar de que es una molestia, ella en verdad me preocupa, así que la seguí hasta donde estaba el resto. Parece que están haciendo un trato o algo así...

Kaia estaba junto a Gokudera.

Noté que la llama de mi anillo empezaba a encenderse. Verlos juntos me irrita mucho más de lo que me gustaría...

Assassin [Katekyo Hitman Reborn]Where stories live. Discover now