Capítulo. 48 "El destino hizo de las suyas una vez más."

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No puedo dejar de escuchar la voz de Hendrick reclamándome, aún no puedo borrar de mi memoria la expresión de su rostro, cómo lucia, como sus lindos ojos café me reprochaban tanto, sin siquiera decir una palabra. Me siento tan jodidamente triste, y me siento de esta manera porque yo sé que todo lo que me dijo es cierto y no puedo hacer nada por ello, he intentado tanto, y me he quedado sin nada. 

Pero sin él no quiero quedar, no puedo soportar la idea de quedarme sin él. Me he acostumbrado a él enormemente. No puedo evitar sentirme así, no puedo evitar que al cerrar mis ojos solo lo mire a él y no pienso dejar que él aparte su mirada de mí. 

Mi corazón está dividido en dos y sinceramente no sé cuál parte recuperar de este... 

—Ahí viene, Jess. —Dice Gris quitándose de la ventana. 

Paulo me toma de la mano y me lleva con él al baño a escondernos allí mientras Gris y la tía de Jess, y sus hermanos que son tres se esconden con ella también. 

La decoración de la casa quedo súper linda, pusimos algunos globos y alguna que otras cositas, hacemos mucho silencio y al escuchar que ella entra y la luz se enciende.

—¡Sorpresa! —Gritamos todos al unísono. 

Ella se sorprende amo ver su carita de sorprendida, amo verla feliz y jamás me cansaré de decirlo. 

—¡Chicos! En serio gracias. —Miro sus ojitos aguados. 

Yo corro y la abrazo, los chicos hacen lo mismo y nos abrazamos los 4; Pau, Jess, Gris y yo. 

—En serio gracias, debo admitir que me imaginé que esto pasaría porque mi mamá andaba muy rara. —Suelta una pequeña risa. 

Miro a mamá Ara con los ojos entrecerrados y luego me río. 

—Ven Jess, tengo algo para ti. 

Mamá Ara y Jess entran a un cuarto de la casa y pues, los chicos y yo nos quedamos aquí en la sala junto a una prima de Jess y una tía comiendo pasa-palos.

A los minutos vemos que Jess sale con un lindo vestido verde, se ve sumamente hermosa.

—Luces preciosa. —Le digo y le regalo una sonrisa de boca cerrada.

Luego nos tomamos fotos, reímos y Jess se cambio y fuimos a un pequeño club de acá de la urbanización que literal está al frente de la casa de Jess. 

Hay un parque acá y con los chicos nos ponemos a jugar como cual niños pequeños, riéndonos como locos, amo lanzarme por el tobogán, Paulo me columpia en columpio valga la redundancia y yo no paro de reír.

Empieza a llover un poco fuerte y seguíamos jugando, nos ponemos a correr por todos lados y Jess se cae, y muere de la risa en el suelo y pues todos nos reímos también, yo me monto en una cosa súper alta que está aquí y luego no hallo como bajarme y Paulo me ayuda.

Ahora estamos contándole cumpleaños a Jess, se ve sumamente linda incluso cuando estamos todos mojados, miro la hora en mi reloj y son las 9:56 pm. Procedemos a comernos la torta y bromear un poco.

Vamos camino a la entrada de la urbanización, ya el papá de Gris nos viene a buscar, hay varios charcos de agua y se escuchan una ranitas por allí a mi me da mucho miedo las ranas y lo sapos así que Paulo me lleva cargado en su espalda hasta la entrada. 

Nos despedimos de Jess con un abrazo y subimos al auto. Es súper gracioso porque el papá de Gris va como en una competencia con otro auto que nos hecho muchísimo agua encima de un charco al propósito, es súper gracioso ver al papá de Gris, y todos vamos riéndonos, aunque debo admitir que es raro verlo de esta manera pues él es el señor más serio que conozco, a veces hasta miedo me da.

¿Realmente Fue Amor?  [Ian#1] ✔Where stories live. Discover now