Capitulo 8. "No tardes recuerda que iremos al cine"

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Siento que algo me toca el hombro y cuando miro hacia a mi izquierda eme di cuenta que se trataba de Jess. Me había quedado dormido en la clase de castellano. Pero es qué ¿quién no lo haría si no durmió nada en toda la noche? Aparte en mi defensa la profesora hablaba demasiado. 

—Ian, despierta o te llevarán a dirección.

—Ya, Jessie, estoy despierto —Contestó como en un susurro, mirándola con cara de odio por haberme despertado.

La profesora continua dando la clase y hablando... La clase pasa rápido y creo que es porque me había quedado dormido. Pero ¿quién no lo hubiera hecho si se fuese acostado demasiado tarde hablando por teléfono?

Ya había sonado la campana de salida, y no esperé a los chicos porque estaba apurado, ya que hoy es viernes y me iré a la casa de mi papá. Tomé mi bolso y salí de la preparatoria a toda prisa.

Ya llevo semanas hablando muy seguido con Bruce. Y la idea de que lo he llegado a conocer un poco mejor aun me es graciosa, no me la creo. Pero así ha sido, por lo menos ya no somos solo simple conocidos.

¿No les pasa que llevan poco tiempo hablando con alguien y sienten que ya lo conocen mucho?

Bueno, justo de esa forma me siento ahora. 

Se siente bien tener a alguien a quien le podamos contar cuando nos sentimos bien o mal, te escuche atentamente y se interese por lo que te pasa. 

A eso le llamo suerte. 

Y así me siento con respecto a él.

Y no puedo negar se siente aún mejor no ser el que siempre le escribe. Él también lo hace casi todo el tiempo. Solo lo veo como un amigo más, un muy buen amigo, en realidad, pero se siente maravilloso.

Últimamente me ha contado varías cosas más sobre él. Conozco que le gusta hacer, y todo ese tipo de cosas que a veces nos parecen insignificantes, pero que para mí valen mucho. Sí, definitivamente nos llevamos muy bien. 

Bueno, ya cambiando un poco el tema ya sé acerca la navidad... ¡Wii! *Expresión de felicidad, saltando de una pata.*

Ya estamos en diciembre, mi mes favorito del año. Para mí es una de las etapas del año que tenemos para compartir en familia, y eso me parece maravilloso. También porque después de que salgo de vacaciones de la preparatoria me voy a casa de mi papá a pasar navidad y año nuevo, vaya que esa es una de las razones por las que me encanta tanto este mes.

Ya la semana que viene me dan las vacaciones. Espero salir bien en el boletín, admito que este lapso no he estado tan flojo con las materias y en el fondo si espero sacar buenas calificaciones por mi bien, o si no mi mamá me matará.

Me detengo frente a la puerta de la casa y la abro. —Hola, mamá, bendición. 

—Dios te bendiga, Ian menos mal llegaste temprano, recuerda que hoy te llevaré a donde tú papá. —Me recuerda, levantándose del sofá. 

—Si, ma', por ello salí literalmente corriendo del instituto. 

—Bueno, ve y súbete a báñate, cámbiate y baja a comer para irnos. 

Asiento con la cabeza, apartando mi vista de ella.

Subí las escaleras casi corriendo, puse el bolso en la silla del escritorio de mi cuarto, desabotoné mi camisa, me la quité y la tiré sobre la cama. 

Tomé mi celular que reposaba sobre la mesita de noche. Mi mamá casi nunca me deja llevar el celular a la preparatoria porque dice que es peligro andar en la calle con el. Después de lo que le conté quedó paranoica. 

¿Realmente Fue Amor?  [Ian#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora