¿Realmente Fue Amor? [Ian#1] ✔

Capitulo 11. "El centro comercial."

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Todo el mundo en el centro comercial está con un corre y corre. Hay demasiada gente y yo sufro de claustrofobia así que, se pueden imaginar como estoy en este precioso momento.

—Ian, ¿quieres un helado de McDonald's?

¿Quién en su sano juicio podría decirle que no a un helado de McDonald's?

—Si mamá, por favor. —Conteste resoplando para aliviar el estrés.

—Vamos pues.

Mi mamá, Antonio y yo vinimos a comprar ropa, pero como estamos casi llegando a navidad pareciera que media ciudad estuviera aquí dentro.

Si no es que realmente lo está.

Entramos a McDonald's y mi mamá va directo a hacer la fila para comprar el helado, mientras yo me siento en una de las mesas a revisar mi celular.

Bruce: ¿En donde andas?

Yo: Ando aquí en el centro comercial con mi mamá comprando algunas cosas.

Bruce: Ah okey, si fuiste por fin.

Le había dicho a Bruce que no tenía muchas ganas de venir. Y pues no es mentira, porque siendo honesto no tengo muchas ganas de andar comprando cosas. No tengo ánimos en lo absoluto para ello, aparte que a mi me cuesta mucho escoger que me voy a comprar. Soy una persona muy indecisa, luego mi mamá se estresa mucho y terminamos peleando.

—Toma, hijo. —Dice mi madre, sacándome de mis pensamientos en tanto me pasa el McFlurry de oreo que me caba de comprar. 

 —Gracias, ma'. —Le agradezco, tomando el helado.

—Vamos a seguir viendo, Ian, para ver qué te compras porque ya es un poco tarde. 

—Tienes razón.

Hemos revisado como 20 tiendas literal —no estoy exagerando— y solo he comprado un par de cosas. Mi mamá quiere que compre más, pero la verdad no sirvo para esto. 

"¿Qué quiere, que me lleve todo el centro comercial?" Pensé.

El sonido del celular me sacó de mis pensamientos.

Bruce: ¿Ya vas a llegar a tu casa?

Yo: No, my boy, apenas y he comprado un par de cosas.

Bruce: Es que... Nada olvídalo, hablamos ahora.

Yo: ¿Que paso? Dime...

Bruce: Nada, es algo sin importancia olvídalo.

Yo: Bueno hablamos cuando llegue.
*visto*

—Ian, ¿podrías terminar de escoger? 

Rodé mis ojos y solté un bufo de cansancio. 

—Ay, mamá, tú sabes que soy indeciso. —Me defiendo.

—Bueno vamos a la feria de comida a ver, porque no pienso morir de hambre. 

Antonio asiente con la cabeza ante la propuesta de mamá y habla: —Vamos, mami. 

Subimos un piso más y aquí está la feria de comida, repleta de gente si soy honesto. Y como ya les dije no me gusta estar rodeado de tantas personas.

 —¿Que haremos? —Inquiero, en un tono bastante cansado.

 —Pediremos una pizza, porque al parecer gracias a ti vamos a durar hasta mañana aquí.