Capitulo. 28 "El Viaje"

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—Kia, ¿estás segura que esto se come así? —Pregunté entre risas.

—Claro que si, solo cómelo y ya.

Hago lo que me dice y solo lo como... Estoy acá en casa de Kia comiendo arroz chino de una manera un poco rara, en realidad. 

Ya ha pasado un mes desde todo lo de Bruce, ya terminé mi 2do año en la prepa. Y ahora estamos de vacaciones desde hace ya una semana... 

La verdad últimamente no me he sentido bien, creo que jamas volveré a sentirme de esa manera, pero digamos que he sabido convivir con el dolor incluso cuando es muy difícil.

Aún sigo cortando mi muñecas, pero ¿por qué lo hago? Ah sí, lo sé, para desquitar todo el enojo que tengo dentro de mi. 

Y lo sé, es solo una estupidez...

—¿Estás bien? —Preguntó Kia, mirándome fijamente.

—La verdad, si, ¿te puedo decir algo?

—Claro, dime. —Acepta la pelinegra. 

—Gracias por siempre estar para mi, en serio, gracias por nunca dejarme caer, gracias... —Mis ojos se cristalizan un poco. 

—No es nada, recuerda tu felicidad es la mía y si tú estás mal yo también.

Le sonrío... Me acerco a ella y la envuelvo entre mis brazos, la aprieto tan fuerte como si nunca quisiera que se fuera de mi lado... Y en efecto no quiero que se marche jamás de mi lado.

Nos separamos y luego pasamos todo el día bromeando... Riéndonos y pasándola bien. Comimos hasta limón con sal. 

Sí, lo sé, no somos normales.

—Bueno, Kia, me voy mi mamá me pasará buscando por la parada... Gracias por todo, te quiero muchísimo.

—Yo mucho más, Ian, feliz viaje...

—Gracias. —Repito mientras le doy un beso en la mejilla y un abrazo fuerte.

Me marcho y camino hacia la parada que está muy cerca de la casa de Kia como a 4 cuadras más o menos. Ya son alrededor de las 6:40 de la tarde, hoy por lo menos tuve un día distinto cosa que me hace sentir bien conmigo mismo, pues últimamente mis días no pasan de ser los mismos de siempre, no hay emoción alguna, no hay nada.

Creo que hasta cambie, es como si todo dentro de mí se hubiera quebrado y haya tenido que ser reemplazado por algo nuevo que hasta yo mismo desconozco del todo.

Mi mamá me ha estado llevando a un psicólogo para que logré superar a Bruce o algo así, y poder lograr corregir mi sexualidad. Me molesta que piense que esto es una enfermedad pues no lo es, ser diferente no es una enfermedad y nunca lo será. Estamos en pleno siglo XXI, y luchar por lo que sea ama y se siente nunca será una enfermedad, jamás.

Llego a la parada y mi mamá está ahí esperándome, veo el auto y camino hacía él, me subo en el puesto de copiloto...

—¿Cómo te fue? — Pregunta ella mirando la vía.

—La verdad, bien... —Respondí con voz seca.

Últimamente de esta forma ha sido la relación con mi madre. He tratado mi mamá secamente y no sé el por qué, realmente no sé por qué me siento tan molesto con ella, quisiera saberlo y ya dejar ese sentimiento, pero no lo sé siento que crece cada vez más, y sé que eso está mal.

Al final de cuentas ella es mi madre.

—Apenas lleguemos a casa terminas de acomodar tus maletas, tú papá vendrá dentro de unas horas en la madrugada para acompañarme a llevarte al aeropuerto y necesito que tengas todo listo.

¿Realmente Fue Amor?  [Ian#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora