¿Realmente Fue Amor? [Ian#1] ✔

Capitulo 22. "No lo mal entiendas".

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Escucho toques en la puerta, mi corazón se paraliza en seco, no puedo pensar en nada. Mi mente quedo en blanco, y no se que hacer tengo a Bruce acá al frente de mi, siento un miedo nada normal y es ahí cuando la manilla de la puerta se mueve...

—Ian, abre la puerta, hijo. —Me exige mi madre desde el otro lado de la puerta.

Gracias al cielo siempre antes de dormir cierro la puerta con seguro, sino hubiese sido por eso ya para en este momento mi mamá nos habría visto.

—Bruce... Necesito que te escondas. —Susurré muy bajito.

—Voy. 

Al tocarlo pude sentir lo frío que estaba, era como tocar un hielo. Bruce se había asustado mucho y pensar en eso era algo que causaba cierta gracias. Una pequeña risilla se me escapó y no entendí el por qué.

Los nervios, supongo.

Bruce se lanza al suelo y se mete debajo de la cama.

—No vayas a salir de ahí, no hagas ruido tampoco. —Le advertí en un tono bajo.

—Okey, está bien. —Aceptó y me regalo una sonrisa picara.

Caminé hacia la puerta y la abrí... Al abrirla vi a mi madre parada al frente de ella, con cara de miedo.

—Ehm... ¿Qué paso, mom? —Pregunté fingiendo sorpresa.

—¿Estás bien? —Inquiere observándome fijo.

—Si, mami, estoy bien. ¿Por que? —Pregunto haciéndome el confundido.

—No, por nada, hijo. Solo que escuché risas y voces. —Me cuenta mirando hacia adentro de la habitación.

Fingí aun más sorpresa. 

—¿Si, ma'? Que rar,o en serio, yo estaba aquí durmiendo, y me despertaste así y me asusté. —Defendí.

—Lo siento, hijo, seguro son cosas mías. Descansa mañana debemos salir temprano, anda a dormir.

—Está bien, mamá, chao. —Cerré la puerta tras de mí.

Pegué la espaldas de la puerta y dejé salir un bufo repleto de alivio... Cerré la puerta con llaves.

Bruce salió de debajo de la cama riendo, yo también me reí, me contagio su risa. Le pedí con la mano que bajara la voz. 

—Estuvo cerca, ¿no? —Inquirió un poco asustado.

—Si, la verdad. Menos mal y mi mamá no se dio cuenta de nada, seguro nos hubiera matado. —Le confesé soltando una risita nerviosa.

—Si eres loco, ¿tú crees? —Preguntó intrigado.

Como se veía que no conocía a mi madre para nada. Pobrecito...

—Creo no, estoy seguro. Aún no conoces a mi mamá, puede ser muy fuerte a veces. —Me acerqué a la cama.

—¿Si? Si es así tampoco quiero conocerla. —Suelta mientras se ríe y se levanta del suelo.