En las sombras de un mundo devastado, surge una crónica electrizante, envuelta en los susurros del fin de los tiempos: la saga SURREAL. Sus páginas encierran un amor que desafía la desolación, el romance pos-apocalíptico que susurra entre ruinas y e...
Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
La tensión era palpable en la estación de tren, sobre todo para Jungkook, quien sentía cómo la espera se convertía en una tortura interminable. Perdido en sus pensamientos, paseaba inquieto de un lado para otro, asediado por la idea de que el próximo tren podría traer consigo una marea de infectados. Esta posibilidad no solo lo mantenía en vilo, sino que también lo impulsaba a proteger a sus compañeros del potencial peligro.
Seokjin, claramente agitado por la ansiedad de Jungkook, no pudo evitar reprenderlo.
—¿Podrías dejar de caminar así? Me estás poniendo los nervios de punta —le dijo con un tono que mezclaba exasperación y preocupación. A lo que Jungkook respondió con sinceridad, pero no sin antes causar una pequeña conmoción.
—Lo siento, pero no puedo dejar de pensar que tal vez, el siguiente tren esté lleno de infectados. Y lo que más me preocupa no es mi seguridad, sino la suya.
Las palabras de Jungkook generaron una atmósfera tensa, especialmente cuando Seokjin, incapaz de contraargumentar debido a la verdad en ellas, le lanzó una mirada de reproche. Sin embargo, Seokjin trató de aliviar la situación con un planteamiento práctico:
—Vamos a esperar a que las puertas se abran y veremos qué hacer. Solo trata de calmarte, ¿sí? Porque, de lo contrario, te juro que te arrojo a las vías antes de que el tren se detenga.
El semblante semi amenazante de Seokjin logró detener a Jungkook en seco, haciendo que este último optara por mantenerse al margen y lo más alejado posible de él. Mientras tanto, Hoseok, no pudo evitar soltar una risa contenida, divertido por la dinámica entre sus dos compañeros. Sabía que, a pesar de las bravuconadas, entre ellos existía un respeto mutuo, incluso si Jungkook tenía la capacidad de sobrepasar a Seokjin en fuerza, algo en él lo retenía.
Desviando su atención de la tensa interacción, Hoseok se fijó en Jimin, quien parecía perdido en sus pensamientos, mirando fijamente al vacío. Esto le hizo preguntarse qué preocupaciones rondarían la mente de Jimin en un momento tan crítico.
—Jimin, he notado que llevas un rato serio. ¿En qué piensas?
Al escuchar esta pregunta, las miradas se volvieron hacia Jimin, quien se sintió ligeramente abrumado al ser el centro de atención.
—Oh, bueno...
—¿Qué te preocupa? —insistió Hoseok, acercándose a él.
