En las sombras de un mundo devastado, surge una crónica electrizante, envuelta en los susurros del fin de los tiempos: la saga SURREAL. Sus páginas encierran un amor que desafía la desolación, el romance pos-apocalíptico que susurra entre ruinas y e...
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La oscuridad ya había envuelto el entorno, y Jungkook se dio cuenta de que haber estado inconsciente le había hecho perder valioso tiempo. Decidió tomar un atajo hacia la casa, asumiendo que los demás ya habrían regresado.
Mientras avanzaba, se esforzaba por evitar cualquier encuentro con los infectados; ahora, lo más prudente era esquivarlos y continuar hacia su destino. Sin embargo, un sonido apenas perceptible lo detuvo en seco. Estaba seguro de que no provenía de un infectado, pues estaba familiarizado con los ruidos característicos que estos hacían.
Notó la presencia de alguien detrás suyo. Si hubiera representado un peligro, Jungkook habría reaccionado de inmediato, pero esta vez, la situación era distinta. Se volvió calmadamente, sin sorprenderse al encontrarse cara a cara con la figura que se materializaba ante él. De todas maneras, había planeado buscarlo pronto.
—Me ahorraste el trabajo de ir a buscarte.
—Jungkook...
—Vamos a hablar después —dijo Jungkook con una indiferencia palpable frente a su reencuentro, dándole la espalda y esperando que el otro lo siguiera—. No quiero perder tiempo hablando aquí.
—¿Qué? —replicó el otro, comenzando a caminar detrás de él, claramente decepcionado por la falta de emoción en el reencuentro. Al alcanzarlo, lo miró con un gesto de disgusto—. Esperaba algo más emocionante, pero imagino que tienes que ir a buscar a tus amigos que no lograron subir al tren.
Jungkook lo miró de reojo, sin mostrar sorpresa por la información que el otro tenía.
—Estás bien informado.
—Es que ustedes no pasan desapercibidos —dijo acercándose sigilosamente hasta rozar sus hombros, lo que le valió una mirada de desaprobación—. Conozco un atajo, llegaremos más rápido.
Finalmente, y sin preocuparse por las consecuencias, se abrazó a Jungkook. Al principio, intentó resistirse, pero ante la insistencia del otro, se dio por vencido y tomó el atajo que efectivamente les permitió llegar más rápido.
Estaban a solo unas calles de la casa donde se ocultaban los demás. Jungkook esquivaba a los pocos infectados que encontraban en su camino, a diferencia de su compañero, a quien parecía no importarle correr riesgos.
