Taeyong

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Tras un par de besos, Taeyong concluye que los labios de Ten fueron creados precisamente para eso. Podría seguir besándolo sin pausa. 

-Hyung, ¿estás bien? -Escucha la pregunta más que la oye (porque tiene los ojos cerrados mientras entierra la nariz en el cuello de su ahora dongsaeng favorito) pero también puede sentirla. -¿Estás llorando? -Continúa hablando Ten sobre su sien.

¿Cómo decirle que ahora se siente capaz de darlo todo por un simple beso? Pero no, es demasiado pronto para admitir ese tipo de cosas.

-No estoy llorando, Tennie. -Dice con los labios pegados al cuello de Ten, justo donde puede sentir el pulso del chico acelerarse de inmediato. -Pero podría hacerlo. No sé por qué no te besé en cuanto pude, cuando acordamos que ambos nos sentimos igual. 

-Yo me estoy preguntando lo mismo, Lee Taeyong. -Admite Ten. -Pero, aunque quiero seguir haciéndolo, tenemos que hablar. -Declara en un tono contundente pero suave mientras se aleja. 

El nuevo espacio entre ellos se le antoja kilométrico.

-Pero las palabras sobran a veces… -hace amago de estirar los brazos y abrazar a Ten por la cintura pero el chico se aleja, poniendo más distancia entre ambos, aún en el pequeño sofá. 

-Pero ahora no es una de esas veces, hyung. Además, que esto sirva de práctica para cuando no podamos siquiera mirarnos por más que estemos juntos. Creo que pasará en más ocasiones de las que nos gustaría. -Ten parece resignado de antemano.

Y tiene razón, sabe que tiene razón. Pero, ¿quién le mandó a sentirse atraído por este dongsaeng que tiene a lado? Dongsaeng que siempre le muestra una sonrisa y palabras dulces cuando las necesita; dongsaeng talentoso que le inspira admiración; dongsaeng precioso al que podría guardar y mantenerlo para él mismo pero que, a la vez, siente que quiere presumir ante el mundo. No puede creerlo pero siente que ya es adicto a la cercanía de Ten a pesar de haberle dado solamente dos caladas. Podría beberlo entero. 

-Pero quiero… -Dice y usa sus mejores ojos de emoji y estira las manos mientras las cierra y abre en el aire, con esperanza de que Ten vuelva a abrazarlo.
 
-Yo también, Taeyong. -Ten toma su mano entre las suyas y sabe que es el único contacto que obtendrá a partir de ahora y probablemente durante el resto del día. -Pero de verdad necesito hablar contigo.

Y es totalmente serio porque Ten es un bufón y lo conoce. Y Ten solamente deja de jugar cuando se trata de algo que impactaría directamente a su carrera o a su futuro, así que, por más que los labios de Ten luzcan preciosos recién besados, hace un esfuerzo por mantener los ojos sobre los del menor, que ya está suspirando con fuerza y que jala su mano, entre las suyas más pequeñas, hacia su regazo.

-De acuerdo, -acuerda y asiente con la cabeza, -tienes razón.

-La sub unidad china. -Sentencia Ten sin preámbulos.

Se ve como si pudiera ponerse a llorar en cualquier momento y Taeyong podría echar la sm abajo si pudiera. ¿Por qué hacerle eso a Ten? Nunca se vio que la empresa fuera tan negligente con un miembro que fuera de los más “populares”, así que sobra decir que tiene un rompecabezas en la mente que lo mantiene confundido en un 90% de los casos en los que a Ten se refiere.

-¿Por qué pasan estas cosas, hyung? -Pregunta Ten en un hilo de voz y a él se le encoge el corazón. -Tener que aprender un idioma nuevo… tener que empezar otra vez desde cero…

-No sé por qué, Tennie. Sólo sé que cambiaría tu status por el mío si pudiera. Y por el del resto de los chicos, ya que estamos…

-Y no me malinterpretes. -Lo interrumpe Ten. -Estoy agradecido por la oportunidad, en serio que sí. Pero ¿cuánto más voy a tener que pasar y llorar y sudar para que por fin pueda dedicarme a lo que tanto amo? -Y entonces, Ten suelta sus manos de entre las suyas y se recuesta con enfado sobre el respaldar del sillón y usa los brazos para taparse la cara.

Taeyong entra en pánico por dos breves segundos y enseguida salta como impulsado por un resorte para ponerse de rodillas en frente de Ten. Toma los brazos del chico y los jala como puede, algunas lágrimas de Ten quedan a la vista y hace lo posible por quitarlas con sus pulgares. Ten se remueve, a todas luces intentando que no lo vea llorar, pero entonces lo jala de la cuello y une sus frentes. 

-Sé que es injusto, cariño, -empieza, -pero si te soy sincero, no conozco a otro que pueda hacerlo mejor que tú. -Tal vez sus palabras no sirvan de mucho, pero que lo jodan si no va a intentarlo. -Y debes saber en un cien por ciento, que yo voy a estar contigo durante todo el camino. Justo como tú me has acompañado a mí. 

Ten abre los ojos por fin y lo observa con una mueca triste. Luego, se acerca en un beso que se siente fugaz y acaba por enredar los brazos alrededor de su cuello. Taeyong besa su sien sin parar, imitando el gesto de compasión que Ten tuvo con él hace tan solo unos minutos.

-Ahora, ven. Tenemos que arreglarte el maquillaje antes de que salgamos de aquí. 

-No quiero que me vea noona. -Dice Ten, refiriéndose a la estilista que lo maquilla de vez en vez. -Me va a regañar.

-Nadie va a regañarte porque soy yo quien te va a ayudar. Siempre, no importa qué. -Le recuerda en voz baja.

Y espera que Ten se entere de que no se refiere solamente al make-up, sino a todo lo demás, a cada aspecto de su vida al que le de el honor de entrar. 








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Les dije en Just A Ring que iba a ir calentando motores para actualizar mis fics, SUSURROS el primero.

(Voy de a poco).





¡Gracias por todo!

SUSURROS (taeten)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora