SUSURROS (taeten)

Taeyong

El traslado hasta la sala de prácticas es tan cotidiano como monótono, acostumbrado a pasar más tiempo ensayando una coreografía frente a paredes cubiertas de espejos que en cualquier otro lado. No lo cambiaría por nada. Jungwoo aparece a su lado derecho y le pasa el brazo por los hombros, tarareando suavemente una canción por lo bajo, siendo tan adorable como siempre. 

– Estoy emocionado por mi cumpleaños, hyung. – Dice Jungwoo sonriendo. 

– Hoy es tu cumpleaños, Jungwoo. – Le contesta y niega con la cabeza. Tal vez Jungwoo lo olvidó debido a lo ocupado que todos están.

– Lo sé, hyung. Ven a mi fiesta en la noche. – Jungwoo empieza a alejarse. – Trae a tu novio. – Se gira de espaldas y abre los brazos. – ¡Trae a Ten hyung! 

Taeyong solo atina a sonrojarse hasta las orejas, lo cual quiere decir que no han servido de mucho los auto discursos en los que practica para no reaccionar de esta manera ante la leve mención de Ten. Debería empezar a tomárselo en serio porque si sucede esto a menudo durante alguna entrevista o transmisión en vivo, va a volverse sospechoso. La verdad es que no es tan fácil como suena, y menos cuando recuerda las circunstancias en las que estuvo con Ten la noche anterior a la última vez que se vieron, que de acuerdo, no fue hace mucho, pero los schedules se sienten de pronto tan apretados que en lugar de dos días pasó una semana completa. 

El caso es que justo en la mañana se observó en el espejo y se dijo que tenía que aprender a controlarse, que Ten es solo una persona común y corriente como Taeyong mismo, pero cerró los ojos para visualizar una situación en la que saliera aireado y victorioso, y en su lugar obtuvo una imagen de Ten practicando como normalmente lo hace, pero vistiendo un lindo suéter y unos shorts de infarto. Está de más decir que no necesitó esforzarse mucho para ver más allá, incluso en su mente. Llegó a la conclusión de que tenía que quemar todos los shorts que Ten tuviera en su closet. No es que eso fuera tan sencillo.

– ¿Soñando despierto? – Una voz lo saca de sus pensamientos. Es Johnny, que en algún momento llegó y se sentó a su lado. Taeyong asiente.

– ¿Qué tan difícil será quemar shorts? – Se pregunta Taeyong en voz alta, y agrega: – ¿Ten tendrá muchos shorts? 

La confusión que cubre la cara de Johnny por un momento es inevitable; después, hace una mueca de asco que en su caso sólo confunde a Taeyong.

– ¿Qué pasa?

– ¡¿Qué pasa?! – Exclama Johnny con su aparentemente inagotable energía y claro, atrae la atención de algunos ojos a su alrededor. Johnny se da cuenta y enseguida baja el volumen. No es que eso sea de gran ayuda pero Taeyong lo agradece de todos modos. – ¡Que estás fantaseando con mi mejor amigo a plena luz del día! – Termina por gritar Johnny en un susurro.

– Es decir… – Murmura Taeyong dudoso. – ¿Has visto a Ten? ¿Y has visto los shorts que usa? 

– Ese es mi pequeño amigo del que estás hablando. – Johnny suena indignado. – Claro que lo he visto… yo mismo he pensado en quemar todos los shorts que tenga, así evito que pervertidos como tú lo miren más de la cuenta.

– Soy su pareja.

– Mi pobre Ten, con quién fue a terminar. 

Taeyong boquea y no sabe si en realidad se siente ofendido o solo es actuación. No tiene tiempo de averiguarlo porque Johnny continúa hablando.

– ¿No eras tierno y adorable tú también, Taeyongie? ¿Qué te pasó? No conocía esta faceta tuya.

– Alégrate, entonces. – Dice Taeyong y enfoca toda su intención en poner una cara aburrida. Por lo visto, funciona. – Solo Tennie puede conocerme así.