ensaladas, café y chismes

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Los dormitorios están a oscuras cuando Ten llega en la madrugada. Piensa por un momento si debería avisar que llegó a Nana, pero decide que es un poco egoísta despertar al chico después de que probablemente se pasó todo el día practicando, por lo que se dirige directamente a su habitación y, decidiendo contra su mejor juicio, deja su equipaje en el suelo y se desviste todo lo que puede para después lanzarse sobre la cama. Toma el móvil que cayó precariamente por un lado y envía un texto a su madre, a Taeyong y a Johnny, para hacerles saber que está a salvo en su habitación y a punto de dormir en su cama. No espera para ver si alguno le contesta algo y se queda dormido en cuestión de segundos.

El otro día empieza con golpes en su puerta. Golpes repetitivos que se van haciendo más fuertes cada momento que pasa.

Ten se levanta a regañadientes y arrastra los pies para abrir la puerta.

-¡Hyung! ¡Estás de vuelta! -Apenas puede abrir los ojos pero la voz suena como Nana. El chico lo abraza por el torso y lo carga hasta llevarlo a la pequeña sala de estar. Ten se vuelve a acostar de inmediato. -¡Despierta, hyung! Tienes que comer antes de irte a las prácticas.

-Mmm… -Se queja. -No quiero despertarme, Nana.

-Vamos, tu desayuno está listo, hyung.

-Nana… -Arrastra las palabras. Pero de repente se siente arrastrado hacia el comedor y en cuanto está sentado en una silla, golpea la cabeza contra la superficie fría de la mesa. 

-¡Come, hyung! -Le indica su dongsaeng. -Y sirve que me cuentas qué pasó con Taeyong hyung.

De acuerdo, si algo despierta definitivamente a Ten, es eso. Sobre todo porque no recuerda haber mencionado nunca nada a Nana. De hecho, no recuerda haber mencionado nada a nadie. Está bien, algunos de los chicos son más perspicaces y observadores que otros, lo conocen más, como Johnny, Doyoung y Kun. Pero no cree haberle dicho directamente nada a ninguno. Y menos a los bebés de Dream.

-¿Qué puedo decirte sobre hyung? -Disimula y empieza a comer. Las ensaladas de Nana son siempre las mejores, junto con el café americano que le ha preparado, le sienta de maravilla. -Ya todos lo conocemos. -Termina de decir y juega un momento con los vegetales de su plato para evitar sostener la mirada de Jaemin.

-Bueno… sabemos que la última noche hyung y tú compartieron habitación en el hotel, Ten hyung.
-¿Sabemos? -A Ten le suena a manada. -¿Quién sabe? Además, no es nada raro. La habitación tenía dos camas, como las otras.

Jaemin suelta una risotada que hace a Ten dirigirle la mirada de una vez por todas. Su dongsaeng niega ligeramente con la cabeza al mismo tiempo que suspira, calmándose por fin.

-¿Ves cómo sí pasó algo, hyung? ¿Por qué la prisa de aclarar que la habitación tenía dos camas? -Inquiere el chico con una sonrisa. -A no ser que… -Empequeñece los ojos a rendijas en una mirada traviesa y suspicaz. -¡A no ser que hayan dormido juntos en la misma cama!

-¡Na Jaemin!

-¿Quiénes durmieron juntos en la misma cama? -La cabeza de Ten gira de inmediato hacia la voz en la entrada de la cocina. Es Chenle. Sabe que está perdido en cuanto Jaemin y el recién llegado cruzan miradas.

-Nadie, Lele. ¿Qué tal dormiste? -Intenta desviar la atención hacia otro tema.

-Bien, Ten hyung. -Sonríe el rubio todavía con ojos de sueño y Ten le devuelve la sonrisa. Tal vez sí pueda mantener a Chenle alejado de todo esto. -Dormí yo solo en mi cama.

Ten gruñe y Jaemin y Chenle chocan los cinco, como si acabaran de realizar la mejor jugada de basquetbol de la historia.

-Ya, Ten hyung. Dinos, no vamos a decirle a nadie. -Asegura Chenle con cara de ángel. De hecho, la cara de ángel que portan ambos debería ser considerada estafa.

Sabe que no va a lograr salir pronto de ahí si no da su brazo a torcer un poco. Suspira derrotado y sus dongsaengs toman esto como un indicativo para acomodarse en la mesa y prestarle atención. Ten se siente intimidado ante las miradas de ambos.

-Primero que todo. ¿De dónde sacaste que pasaría algo con Taeyong hyung, Nana? Ya sabemos que él es un perfeccionista.

-Sí, pero no hablaba de él específicamente, hyung. Sino de ambos. -Le aclara el muchacho mientras sirve una taza de jugo para el menor de todos. Jaemin podría ser un pillo a veces, pero nadie niega que cuidar de los demás se le da muy bien.

-¿Y por qué creíste que pasaría algo entre nosotros? Eso es asumir demasiado. Somos compañeros. -Ten empieza a preguntarse si en realidad es demasiado evidente como para que estos niños se hayan dado cuenta de algo.

-Por favor, Ten hyung. -Chenle toma la palabra en un tono de obviedad. -Desde que empezaron a practicar juntos para su canción están casi pegados. Claro que tendría que haber pasado algo en esa habitación de hotel en la que, inexplicablemente, nos aclaraste que había dos camas.

-Bueno, ya. -Ten rueda los ojos por la exasperación. -Dormimos juntos en la cama, listo. ¿Es lo que querían escuchar? ¡No pasó nada más!

No termina la última oración cuando Jaemin y Chenle se están levantando de sus asientos y jalándolo en un abrazo que casi le rompe las costillas. Y tanto como le gustaría enojarse con ellos por entrometidos, sabe que no puede hacerlo. Y en lo más recóndito de su mente agradece que ambos chicos tengan la mente tan abierta. Y se siente satisfecho de haber confiado en sus amigos sobre su verdadera orientación.

Como puede, se sale del abrazo y deja a los bebés todavía celebrando en la cocina para dirigirse a su habitación y prepararse para sus prácticas. Pronto tendrá que volar otra vez.










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Nunca pensé que sería tan complicado llevar el orden cronológico de todo lo que pasó en 2018 con taeten. Estoy como loca revisando en vlive, twitter, youtube, etcétera.

Éramos felices y no lo sabíamos u.u

Gracias por leer, por las estrellitas y por sus comentarios. Aunque no lo parezca, me motivan mucho a seguir con esto.

Espero que les guste lo suficiente.

Bye.

SUSURROS (taeten)Where stories live. Discover now