Capítulo 117: Contenedores

404 47 69
                                    

— ¡Dejalo ir!. —Grité.

— Sabía muy bien que nos iba a estorbar, solo permití traerlo por petición de Leviatán pero tú .. —Ha dejado la jeringa sobre la mesa y se ha acercado a mi.— Solo he sido tolerante contigo porque necesito tu cuerpo pero no te preocupes, me aseguraré de sanar tus heridas cuando Annalia tenga su nuevo contenedor.

Me ha tomado del cuello y seguido de eso, he sentido un golpe directo en mi mejilla. El golpe fue tan fuerte que me aturdió y caí al suelo. Un dolor punzante en mi cabeza, no me dejaba pensar con claridad. Seguido de eso, he sentido que Nikolas tomaba mi muslo y una aguja se clavó en mi, el piquete fue tan fuerte que grité.

Aquel liquido que entraba por mi cuerpo, ardía como no tenía idea. Nikolas ni siquiera se preocupó en como me sintiera, al fin y al cabo, no era más que un contenedor para él. En unos pocos segundos, Leviatán apareció y Nikolas le ordenó que también me llevara a la celda. Necesitaba prepararse antes de la "operación", además de que debía encontrar a Annalia. Leviatán me cargó en sus brazos pero mi cuerpo seguía sin obedecerme. Me sentía petrificada y mis músculos estaban muy tensos.

— E-Ezarel .. —Murmuré aliviada, aún podía hablar pero no sabía hasta cuando.

— No tolero el ruido insoportable. Te callas o te arrastraré igual que a él. —Respondió Leviatán mientras me llevaba a un lugar más oscuro.

Mis lágrimas comenzaron a salir, no me importaba lo que me sucediera. Lo único que quería saber, era que Ezarel se encontraba bien. Hubiera sido mucho mejor si solo venía yo, me arrepiento mucho de dejar que viniera Ezarel, está sufriendo por mi culpa.

Cuando habíamos llegado a la celda, me sentí mucho mejor, sabiendo que Ezarel estaba ahí y que ya no tenía atada sus manos. Por lo que Leviatán, lo único que hizo, fue lanzarme sin más, Ezarel logró tomarme en sus brazos, evitando que tuviera otro golpe fuerte. Me sentí inútil, seguía sin poder moverme y no era más que una carga. Leviatán cerró la puerta de la celda y se fue. Me di cuenta que estábamos en un lugar muy frío y oscuro, no había nada más que un suelo rocoso. En ese momento, Ezarel se aferró a mi, en un abrazo tan fuerte, como si quisiera protegerme y luego, sentí que algo, como agua, había caído a mi mejilla.

Pero al mirarlo, me di cuenta que estaba llorando.

— Lo siento tanto .. —Su mano se situó en mi mejilla, en el mismo lugar que Nikolas me golpeó antes de tirarme al suelo.— Te golpeó, ¿verdad?.

Intenté negar con la cabeza, con dificultad, mi cuello parecía tensarse también. Ezarel comenzó a dejar pequeños besos en mi mejilla lastimada, era como si le dolería más a él que a mi. Me dolía verlo asi, deberá sentirse culpable.

— Ez .. no te preocupes. —Murmuré.— No me puedo mover, sino te besaría.

Como si quisiera cumplir mi deseo, Ezarel poco a poco se fue acercando a mi rostro y sentí sus labios apegarse a los míos. Sus brazos me hacían sentir segura y mis lágrimas seguían derramándose.

Ezarel, no llores más.

No sé como saldremos de aquí, no tengo idea de lo que nos va a ocurrir pero cerré los ojos, deseando que alguna luz de esperanza nos guiara.

— ¿Buscaban una luz .. de esperanza?.

Una voz profunda hizo que Ezarel y yo nos detuvieramos. Ambos volteamos la mirada hasta la puerta de la celda, donde provenía la voz. Aunque estaba un poco oscuro, una vela que se encontraba en el pasillo, nos hizo ver la forma de alguien. Pero no lo podía reconocer. Sin embargo, un pequeño frasco rodó por debajo de la puerta, hasta llegar a nosotros y cuando Ezarel lo tomó, se dio cuenta de su contenido.

— Una pócima anti-paralizante. —Dijo.

— Usalo en ella, podrá moverse en unos minutos. —Volvió a decir aquella voz.

No había duda de que ambos desconfiabamos, después de lo que sucedió con Nikolas, nos costaba confiar en la gente, ya no sabíamos con quien estábamos tratando.

— ¿Por qué .. Nos ayudas?. —Preguntó Ezarel, quien a su vez, tomó un poco del contenido del frasco y lo puso en la punta de su lengua. Luego asintió, como si de verdad era una pócima anti-paralizante.

En ese momento, Ezarel bebió la pocima y luego me besó, haciendo que tomara su contenido y por supuesto, no me negué, Ez era el único en quién podía confiar en ese momento. Luego moví un poco el cuello para mirar a aquella persona que nos había ayudado. Su rostro se me hacía conocido pero tenía rasgos distintos, tenía una mirada más maquiavélica, además de ciertos rasgos como el color de su piel, ojos o sus garras, que eran distintos y me hacían dudar. No sabía si era algún tipo de demonio.

Pero en ese momento, algo salió de su pecho, una bola de humo que recordaba perfectamente y aquellos rasgos que poseía, desaparecieron, dejando ver el cuerpo de Annalia. Al parecer, era el "peluchito" de ella, que había tomado posesión de su cuerpo.

— ¿Donde estoy? .. Ah! Mira, es mi cuerpo!. —Anna se aferró a los barrotes con una sonrisa. Era como si no recordaba que estaba siendo poseída por aquella bola de humo.— Mira peluchito, ya estoy cerca de tener mi cuerpo.

Aquel humo pareció ignorarla.

— Prometo que les abriré la puerta, si tan solo tú, muchacho de cabello azul, me prestas tu cuerpo. —Volvió a decir aquella bola de humo.

— Mi .. ¿Mi cuerpo?.

No, querrá poseerlo como a Annalia y cuando intentó poseerme, tenía muchos pensamientos negativos en mi cabeza, recuerdo que solo pensaba en lastimar a los demás, además, tuve muchas heridas luego de que saliera de mi cuerpo, ¡No se lo permitiré!.

— No .. —Dije con una voz vaga.

— Vaya, ayudo a la pequeña moribunda y así me pagan. —Respondió.— Ambos tenemos los mismos objetivos, queremos deshacernos de Nikolas pero como podrán ver, es intocable.

— ¿Solo tengo que darte mi cuerpo?. —Preguntó Ezarel, como aceptando la idea.— Si hago eso, podré derrotar a Nikolas y así ______, no volverás a ser lastimada por él.

— No Ezarel, es peligr...

— ¡Exacto!. —Dijo aquel humo, traspando los barrotes de la celda con facilidad.— Te daré el poder necesario para derrotarlo. Poseía a Annalia pero no es más que un saco de carne que se va descomponiendo y no le queda mucho tiempo. Así que si, si derrotamos a Nikolas, tu amada será libre.

Ezarel me dejó con cuidado en el suelo y luego se levantó del suelo, siendo tentado por aquella idea. Es como si .. un demonio lo estuviera llamando. ¿Será el alma de un demonio?. Le estaba haciendo ver las cosas de otra manera, no era así, no podía dejar que Ezarel fuera engañado de esa manera, no podía dejar que él se convirtiera en un contenedor.

— .. ¿Nadie más va a lastimarla?. —Preguntó Ezarel.

— Prometo que no dejaré que nadie le ponga un dedo encima.

¡Maldita sea!, mi cuerpo sigue sin responderme, intento moverme como puedo pero mis músculos siguen paralizados y los efectos de la pócima tomará algo de tiempo. Tiempo que no tengo en estos momentos.

Escojan
A) ¡EZAREL!

B) ¡No lo hagas!

C) ¡Reacciona por favor!




S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora