Capítulo 76: Cariño

2.2K 250 222
                                    

— Estoy lista. —Dije y me acerqué a Ezarel pero por alguna razón, seguía sin mirarme, todavía miraba por la ventana del balcón. Era como si estuviera divagando en sus pensamientos. Preferí no decir nada, así que sólo pasé mis brazos por su espada y lo he abrazado.

Cuando Ezarel se dió cuenta de mi afecto, pasó su mano por encima de mis dedos y los ha acariciado.

— Lo siento, ¿Qué decías?. —Preguntó, mirándome de reojo.

— Que ya estoy lista, ya puedes voltearte. —Aún así, me negué a soltarlo.— Me pidieron ir a comprar algunas cosas, tal vez puedas acompañarme.

— No me agrada la idea de estar en estas cuatro paredes femeninas. Te acompaño con gusto.

Ezarel había sonreído un poco, no sé porqué estaba un poco intranquilo hace un momento. Por más que quería preguntarle, me fue imposible, prefiero que él me lo cuente sin que yo tenga que forzarlo, suficiente tengo con hacerlo vivir aquí en mi mundo. No pienso exigirle nada.

— Bien .. te puedo prestar algo de ropa de mi papá.

— Espera, detén tu Sabali hasta ahí. —Dijo Ezarel.— No me voy a poner sus ropas humanas.

— ¿Por qué?.

— Porque no son aptas para elfos grandiosos como yo.

Nunca cambia.

Cuando se había dado la media vuelta, me paré en puntillas, mis manos se situaron en sus mejillas y lo he acercado a mi hasta besarlo. No importaba como sea, amaba profundamente a Ezarel, sus bromas ya no eran tan fuertes contra mi porque sé que ha cambiado para bien. Pronto sentí sus manos tomarme de las caderas y luego que me estrechó contra él, sentí todo su cuerpo contra el mío, era una sensación que no podría describirlo con palabras. Nuestros besos seguían, no podía detenerme, aún así ..

— ¿_____? ¡Cuando piensas ir a comprar! Tu padre no tardará en llegar. —Escuché el sonido de la puerta al ser tocada.

Me separé de los nervios de Ezarel, mi corazón probablemente latiría más rápido si mi madre hubiera atravesado esa puerta. ¿Como podría decirle que me estoy besando con un elfo en medio de mi habitación?, probablemente me creía una loca. Ezarel intentó aguantarse la risa, pues la situación parecía ponerlo de buen humor.

Ezarel no tardó en hacerme una seña de que iba a salir por la ventana, asentí unas cuantas veces y luego de unos segundos, desapareció de mi vista. Respiré profundo y me acerqué a la puerta, tarde o temprano tendría que ir a comprar, aunque no me quejo, podré seguir pasando más tiempo con mi novio.

Abrí la puerta.

— Tardas mucho. —Mi mamá me entregó un pequeño papel junto al dinero.— Ahí está la lista, no demores, por una vez.

Se había dado media vuelta y se fue caminando hasta dar con las escaleras. Siempre creí que la actitud de mi madre se debía a que estaba agotada, hace la mayoría de cosas en esta casa y nunca dudé por un segundo en ayudarla pero siento que a veces trata de desahogarse conmigo, de alguna manera. Decidí no perder más tiempo, mucho menos quería hacer esperar a Ezarel, así que bajé por las escaleras y salí de mi casa.

Tuve que dar algunos cuantos pasos más hacia adelante, Ezarel no estaba detrás del árbol, mucho menos cerca. Caminé un poco más hacia la izquierda, alejándome de mi casa, sería un horror tener que buscarlo por todos lados, esperaba que no se hubiera ido lejos. En ese mismo momento, encontré a Ezarel inclinado mientras miraba con curiosidad a un gato, reí un poco.

— Pensé que el gran Ezarel sabía lo que era un gato. —Murmuré con una sonrisa mientras me situaba a un lado de él.

— Lo sé pero también leí sobre algo.

— ¿Sobre qué?.

— ¿Quieres saber?. —Me preguntó con una ceja arqueada, mientras volvía a reincorporarse, tenía una mirada inexpresiva, por un momento me hizo dar más curiosidad.

— Si .. ¿Qué leíste sobre los gatos?. —Esperaba que en Eldarya descubrieran algo muy grande sobre los gatos.

Ezarel no dijo nada y se acercó un poco a mi rostro, mis mejillas se enrojecieron por su cercanía.

Diablos, está muy cerca, hasta pensé que iba a besarme.

Fue entonces que Ezarel me tomó de la mejilla y tiró de ella. Me he quejado un poco por el dolor mientras él sonreía divertido.

— Que son unos flojos como los humanos.

— Ez .. —Me había soltado mientras seguía sonriendo, aunque es verdad que a veces he tenido mis momentos de flojera, como cuando no quería despertarme temprano para ir a la escuela. Finalmente sonreí también, su sonrisa era contagiosa.

En ese momento decidimos caminar. El supermercado sólo quedaba a unas cuantas calles y el día se veía muy agradable. Mientras seguíamos, Ezarel me preguntó sobre algunas cosas de química que me fue un poco difícil de responder, incluso quería conseguir algo de mercurio, que se asemejaba a una sustancia espesa llamada "Yzto". En Eldarya, era un ingrediente esencial que necesitaba para realizar la "pócima".

En fin, en ningún momento solté la mano de Ezarel y parece ser que él tampoco quería que me alejara.

Una vez que habíamos llegado, Ezarel había soltado mi mano e inmediatamente entró, parecía tener mucha curiosidad.

— El ambiente cambió drásticamente. —Ezarel murmuró mientras miraba a su alrededor.

Creo que no se daba cuenta del aire acondicionado pero si, creo que la temperatura estaba algo baja, tuve que abrazarme a mi misma debido al frío que llegaba hasta mis huesos. Mientras caminábamos, tomé uno de los carritos y comenzamos a movernos entre los pasillos, Ezarel parecía no alejarse de mi, veía cada producto con curiosidad pero parece que ya conocía algunas cosas, pues no dudó en identificar la miel apenas se fijó en ella.

— No, Ezarel no.

— ¿Por qué?. —Me miró con una cara muy triste y a su vez, sostenía algunos frascos de miel entre sus brazos.

— Porque es demasiado y no hay suficiente dinero para todo eso.

— Te doy mis maanas.

— Así no se manejan las cosas aquí, Ez.

Tomé algunas frutas y uno que otros vegetales para luego añadirlos en el carrito, pero Ezarel seguía sosteniendo los frascos, como si nunca quisiera soltarlos. Finalmente le dije que sólo llevaríamos uno y estuvo más que contento, parecía un niño que no quería que le arrebataran los dulces.

— ¡Eres increíble!. —Ezarel me besó la mejilla y yo me sonrojé.

Luego lo miré unos segundos y después sonreí.

— Acercate un poco. —Le dije casi sin expresión alguna, esperando que Ezarel lo hiciera pero no fue así.— Acercate o no habrá miel.

Y fue así que Ezarel se apresuró a acercarse a mi, mirándome fijamente, como intentando adivinar que era lo que iba a hacer. Cuando estaba cerca, lo tomé de las mejillas y lo acerqué a mi pero sólo junté mi mejilla a la suya para hacer algo de fricción mientras yo sonreía con ternura.

— Ez .. —Tal vez estaba siendo algo melosa pero no lo podía evitar, pude sentir que su mejilla lentamente se ruborizaba pero él no dijo nada y tampoco me apartó.

Escojan

A) (Detenerse)

B) (Seguir haciendo fricción con su mejilla)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora