Especial 2 años: T I E M P O

1.3K 115 158
                                    

Muchas veces creemos que nos sobra el tiempo.
Muchas veces creemos que 1 minuto no importa nada.
Y muchas veces creemos que es posible recuperar el tiempo que hemos perdido.

No es así ...
Hay más ..

Mucho más ..

......................

Desperté con mucha flojera en mi cama, los rayos del sol caían por la ventana y los reflejos fueron los únicos capaces de despertarme. Bostezando un poco y tratando de cubrir mi cuerpo desnudo de entre las sábanas, me di media vuelta para encontrarme con el único motivo que me hacía quedar aquí en Eldarya.

— Buenos días .. —Dije en voz baja, pues Ezarel se encontraba durmiendo, sus pestañas se veían más largas de cerca y tenía una buena vista de su cuerpo esculpido.

Esculpido por los mismos dioses, eso hubiera dicho si estuviéramos en mi mundo. Ante ello, fue imposible no reír.

— Eres ruidosa .. —Ezarel se movió un poco y luego abrió los ojos, sin embargo, antes de que pudiera decir algo, él me estrechó contra su pecho.— Sigue durmiendo.

— ¡Ez!. —Me separé un poco, pues el corto espacio me hizo quedar sin aire. Luego levanté la mirada a él.— Ya despierta, ¿no tenías una reunión con Miiko?.

— Es cierto .. ¿Pero es necesario hacerme recordar el trabajo tan temprano?. —Suspiró.

— Oh bueno, lo siento ... ¡Sigamos durmiendo!. —Pasé mis brazos alrededor de su cuerpo y lo he abrazado con mucha fuerza. Esto hizo que Ezarel se retorciera.

— ¡Está bien, está bien!. —Lo he soltado.— Ya me vestiré ... pero esto no se quedará así.

— Bueno, estaré esperando. —Mostré una gran sonrisa.

Antes de que Ezarel se levantara, me dio una nalgada que me tomó desprevenida, el golpe seguramente me dejó marcada, así que solo podía sobarme. Entre risas, Ezarel salió de la habitación vestido, diciendo que pasaría a bañarse antes de ir con Miiko. Mientras tanto, me quedé un momento más en cama, recordando la noche que habíamos tenido. Era imposible no desear que ocurriera una segunda o tercera ronda pero debía controlarme, ya había amanecido.

Tomé una ducha y regresé a mi habitación para arreglarme, era muy temprano, pero pensé que podría ayudar a alguien en el camino pero antes que nada .. ¡a desayunar!.

Me dirigí al comedor para encontrarme a Karuto de buen humor, estaba tarareando mientras me dejaba un plato de huevos con tocino y un vaso con zumo de frutas. Me quedé un tanto sorprendida pero no iba a quejarme de un delicioso desayuno, así que no dije más.

Le agradecí y cuando me di media vuelta para sentarme, él me llamó.

— Eh pequeña, te daré el gran honor de trabajar con el gran Karuto.

— ¿Necesitas ayuda?. —Me giré hacia él, al menos ya tenía algo en la agenda.— Claro, que debo hacer.

Karuto metió su mano en el bolsillo de su delantal y sacó una pequeña hoja. La dejó sobre mi bandeja que mantenía en mis manos para poder observarlo.

— Necesito esas frutas, es para mi postre nuevo. Será una delicia.

— Por supuesto, ¿Donde las encuentro?.

— En el corazón del bosque, casi al sur, así que ... ¡Ánimo!.

— Oh .. está bien, no tengo problema. —Me di la vuelta y llevé mi bandeja hasta una mesa donde pude comer con tranquilidad.

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora