Capítulo 43: Extraño encuentro

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He visto como la mujer caía y empezaba a toser de manera progresiva, pero sentí que algo no iba bien, me quedé observando a la señora de lejos pero una neblina oscura, comenzó a levantarse sobre las calles, era leve y sólo podía verla si prestaba atención al ambiente.

Algunos vampiros se mantuvieron lejos y otros comenzaban a rodearla, nadie alejaba su vista de ella, mucho menos Karenn y Nevra.

A pesar de la multitud, he podido notar como unas manchas negras envolvían sus brazos y piernas, comenzaban a dispersarse en su cuerpo, como si fueran unas cadenas. La mujer se miró a si misma y dió un fuerte frito, uno que silenció a todos que la mirábamos.

— ¡Necesito sangre!. —Gritó la mujer y fue cuestión de segundos para tomar a un vampiro que se encontraba cerca de ella y morderle su brazo.

La gente comenzó a gritar y a correr por sus vidas, algunos se encerraban en sus casas y otros tomaban sus mercancías y salían huyendo, los vampiros no dudaron en tomar a sus hijos y alejarse de ella

Pero no sólo eso, el asunto estaba empeorando, algunos que no alcanzaron a huir, comenzaron a tirarse al suelo luego de que las manchas negras también aparecieran por sus cuerpos, era realmente un caos.

— ¡No respiren!. —Dijo Nevra cubriendo su nariz con su brazo y tomó a Karenn para cubrirsela también.

Yo por mi parte, cubrí mi nariz lo más rápido que pude. Nevra, Karenn y yo empezamos a correr por las calles, tratando de alejarnos de los vampiros y de aquella neblina, que era la causante de todo esto. Ni siquiera sabíamos a donde ir pero necesitábamos huir cuanto antes, era lo único que podíamos hacer. Mientras corríamos, había escuchado un grito fuerte detrás de mi y seguido de esto, alguien colocó su mano sobre mi hombro.

Me volteé bruscamente pero sólo pude ver como un vampiro quitaba su mano de mi y esta empezó a quemarle con una flama azul. El vampiro cayó al suelo mientras se retorcía del dolor. He visto como Nevra asentía con la cabeza, como si entendiera la utilidad de la pócima que me había dado Ezarel.

De todas formas, aún no sabíamos si esta enfermedad era contagiosa al tacto.

Cuando aún nos encontrábamos huyendo, Nevra se detuvo de repente, al igual que Karenn, hice lo mismo sin saber que ocurría.

— ¿Qué hacen aquí, bastardos?. —Dijo una mujer mayor mientras estaba a pocos segundos de cerrar la puerta.— Vamos, entren.

Nevra y Karenn se miraron entre ellos y no dudaron en entrar, así que yo los seguí, parecía que era alguien conocida por ellos.

No puede ser, ¿Acaso era su madre? ¿O Abuela?.

La mujer cerró la puerta detrás de nosotros y ha dado un suspiro. Miré el lugar con curiosidad, era una casa sombría, con toques verdes y morados pero hogareña, me había sorprendido de la gran cantidad de libros que tenía, había un sofá cerca de la estantería con una taza, parece que era una mujer que le gustaba mucho leer.

He visto a la mujer con un poco más de claridad, era alguien muy alta y a pesar de que tenía mucha edad, parecía que mantenía su juventud intacta, tenía un cabello gris, tan largo que le llegaba a los tobillos y sus ojos eran verdes. Aquella mujer miró seria a Nevra y antes de que él dijera algo, ella lo abofeteó.

— Aquí vamos .. —Dijo Karenn muy tranquila.

Por otro lado, a mi me sorprendió su acto y más si Nevra no respondió ni hizo nada.

 — ¡¿Como se les ocurrió venir aquí, pedazos de basura?!. —Parecía demasiada molesta, no quería enfadarla más de lo que ya estaba, así que guardé silencio.

— Madame Leviticous, el cuartel general nos ha pedido que investigáramos esta enfermedad. —Volvió a decir Karenn y parece que ella la escuchó.— Además tenemos que buscar una cura.

— De todos los mejores guardianes, me traen a este incompetente. —Ha señalado a Nevra sin más.

Nevra ha mirado a un lado molesto pero su rostro también se veía como algo regular.

— Madame .. si me dejara ..  —Quiso hablar pero ella levantó su mano, como amenazándolo a abofetearlo otra vez. 

Nevra levantó las manos como inocente y se ha alejado de ella. Parece que no llevan la mejor relación del mundo.

— Lo siento _____, pero Madame Leviticous odia a Nev por creerse seductor. —Me susurró Karenn.— Después te cuento.

— Entiendo. —Respondí.

Ya sabía que Nevra se creía irresistible pero ver como una mujer se enfade hasta tal punto de abofetearlo, me parece sorprendente, hasta un poco divertido de cierta forma.

— Aún no las he presentado. —Dijo Karenn.— _____, ella es Madame Levitucous, la antigua jefa de la guardia sombra.

Vaya, ahora tiene sentido.

— U-Un placer Madame, me llamo _____. —Me incliné hacia ella para mostrarle un poco de respeto.

— Llámame Levi, no seas tan modesta. —Me ha mirado fijamente.— Por el color de tus ojos .. puedo deducir que eres la chiquilla humana que el cuartel acogió.

— Exactamente.

— ¿Como lo sabe, Madame?. —Le preguntó Karenn.

— Esa noticia ya la sabe toda la región de Eel, aunque bueno, si está siendo de ayuda en el cuartel, quienes somos nosotros para juzgarla. —Ella suspiró.— Aunque supongo que ya no debo preocuparme por el cuartel, tomen asiento.

Ella nos ha guiado hasta una pequeña sala y nos hemos sentado.

Los asientos eran muy cómodos, me dolieron un poco las piernas luego de haber hecho un gran viaje. Dejé la mochila sobre mis piernas mientras escuchaba la conversación que tenían Karenn y Nevra con Madame Levi, ella los regañaba y les decía que debían esforzarte más como equipo, parecía una persona estricta pero sabía llevar la guardia a un alto nivel, ahora entiendo porque Nevra nunca falla sus misiones.

Casi por un impulso, he visto el brazo de Nevra y noté como un pequeño humo salía por debajo de la bufanda que lo envolvía.

Escojan
A) (Preguntarle a Nevra)

B) (Levantar la bufanda)

C) (Ignorar lo que pasa)

Bonus: Si en el episodio anterior, la respuesta ganadora era la opción A), la anciana te hubiera mordido y Nevra habría intervenido.

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora