Capítulo 42

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Salgo de la cafetería y decido pasar por el supermercado a comprar algunas cosas para esta noche. Una vez dentro, cojo unas bolsas de Doritos, otras de Pringles, cacahuetes y más comida basura cuando de lejos veo a Kian. Mira su móvil y luego a la estantería continuamente, al final acaba cogiendo un tarro de algo que no alcanzo a ver y yo decido huir antes de que me vea.

Voy hasta la zona de bebidas con alcohol y me pongo a elegir, cojo unos botellines de cerveza, una botella de Larios, otra de Absolut Vodka, una de vino blanco, otra de Malibú, un par de Jägger, otra de Jack Daniels y unos refrescos para mezclar. Cuando termino, voy hacia la zona de cajas para pagar.

—Si te vas a beber todo eso tú sola, vas a pillar un coma etílico —dice alguien a mi espalda.

Al girarme veo a Kian con sus gafas de sol y un par de cosas en sus manos. Me mira sonriente y levanta sus gafas para que pueda mirarlo a los ojos.

—Es que esta noche se vienen unos amigos a mi casa a celebrar mi cumpleaños —digo tras soltar una risilla.

—Joder, no vais a acabar bien...

—Que sí, hombre. Ten fé.

—¿Quieres que te lleve a casa? Para que no vayas tan cargada.

—Si no es mucha molestia...

—Perdona pero, ¿llevas el carnet de identidad? Necesito comprobar que tienes la mayoría de edad —me dice la cagera con una sonrisa amable.

Asiento con la cabeza y saco de mi bolso la cartera y de ahí el carnet falso. Ella lo mira y asiente con la cabeza indicándome que ya ha acabado, así que lo guardo. Kian por otro lado, niega sonriente y, cuando ambos hemos pagado nuestras cosas, ponemos rumbo a su coche. Al llegar, dejo las bolsas en la parte trasera y me subo de copiloto. De camino a mi casa escuchamos música y yo canto sin que se me oiga mucho.

—No se donde vives —dice después de conducir un rato.

—Oh, cierto. Yo te guío.

Él asiente con la cabeza y yo voy indicando por donde debe ir. Cuando llegamos a mi portal, para el coche en medio de la calle y yo lo miro.

—Te invitaría a subir pero tengo todo hecho mierda. Si quieres, ven a cenar un día de estos —le digo estirándome para coger las bolsas.

—Me encantaría, la verdad —me dice sonriente.

—Si quieres y te viene bien, ven mañana sobre las... Luego te lo mando por mensaje, no se si trabajo —le digo y asiente.

—Está bien.

—Hasta mañana. Y gracias por traerme.

Ciao.

Subo hasta mi piso y me pongo a organizar todo. Guardo cosas que puedan romperse, quito la pequeña mesa que hay en el salón y saco unos altavoces grandes. Pongo todas las bebidas en la barra de la cocina y al lado también pongo cosas para picar.

Me meto en mi cuarto y comienzo a arreglarme hasta que tocan al timbre y voy a abrir la puerta. Al otro lado está Dani maquillada y vestida¹ como una auténtica diosa.

—Venga, nena. La gente está al caer.

Sin contestarle voy a mi cuarto y sigo maquillándome. Cuando termino, me peino y luego me visto². Le explico toda la situación con Kian y ella me dice que mañana deberíamos de follar pero luego de que le diga que vaya en serio me dice que tiene muchas esperanzas en la cena de mañana. Poco después de eso, el timbre suena y la gente empieza a llegar.

The middle of the chaos. [TMC#1] Where stories live. Discover now