The middle of the chaos. [TMC#1]

Capítulo 5

Llamo a Jake y espero por lo que mas quiero que me lo coja. Es la quinta vez que lo marco desde que he finalizado la llamada con Adam.

—El número al que llama está apag...

Cuelgo el teléfono y gruño. Me tiro a la cama desesperada, no se que hacer, no puedo ir a su casa porque no esta allí y tampoco me quiero quedar parada sin hacer nada.

Al poco tiempo alguien llama a mi puerta:

—¿Puedo entrar?—pregunta Max al otro lado de la puerta.

—No, vete, no quiero ver a nadie —le contesto con la voz quebrada.

—Gin, déjanos entrar, por favor —oigo a Drake pedir.

—No. Fuera. Los dos. No quiero ver a nadie.

—Ginger o abres la puta puerta o te juro que la tumbo.

—Max vete, no quiero verte —le grito desesperada.

—¿Yo puedo entrar, princesa? Vamos, entraré yo sólo, fiate de mi.

Me levanto, quito el pestillo de la puerta y abro con la cabeza gacha, ocultando así mis ojos. Drake entra y cierra la puerta tras de si, no dice nada, solo me abraza y observa mi cuarto. Su mirada se pasea desde mi pared llena de imágenes hasta la mesa donde ve restos del polvo que he esnifado.

—No debes hacer eso, Ginger.

—No se lo digas a Max, por favor. Quiero dejarlo, te juro que quiero hacerlo, pero no se lo digas a mi hermano, no quiero decepcionarlo.

—Tranquila, princesa. No se enterará de esto, pero tienes que dejarlo y cuanto antes, mejor.

Seguimos hablando y, no se como ni porqué, acabo contándole la discusión de ayer con Jake y que ahora no me coge el teléfono. Me escucha atento, como si de verdad le importase lo que le estoy contando.

—Vuelve a llamarlo, una última vez, si no te lo coge, lo dejas.

Asiento con la cabeza cogiendo mi móvil. Marco el número y llamo.

Vamos, Jake, por favor...

—¿Qué? —me dice borde al otro lado. Casi no lo oigo por todo el ruido que hay en su lado de la línea.

Suelto un sonoro suspiro en cuanto oigo su voz. Me tranquiliza. Drake sale de mi cuarto dejandome sola y cerrando la puerta.

—Oh, joder, Jake. Menos mal que estás bien. Hablé con Adam, mierda Jake me dijo que te encontró borracho joder.

—Y yo te encontré colocada. ¿Quieres que también te suelte toda la mierda que me soltaste tú anoche? ¿Que te diga que no eres quien para preocuparte por mi, que no somos nada? ¿Quieres que te destroce sin motivo aparente solo porque te preocupas por mi? —dice él lleno de rencor.

Quiero llorar solo de oírlo y más aún de pensar en todo el daño que le hice.

—Lo siento, lo siento Jake en serio, no quería hacerte daño. Estaba enfadada y colocada, por favor, perdóname.

—Colocada, como estás ahora ¿no? —me dice irónico, guardo silencio no quiero decirle que sí y tampoco mentirle— Bien, Ginger, me pides perdón con la excusa de la coca pero me estás pidiendo perdón bajo los efectos de la droga.

—Lo siento, joder, Jake ¿qué coño quieres que haga?

—Que lo dejes, quiero que lo dejes y que, cuando lo hagas, me busques.

—Jake, por favor...

—No lo hagas mas dificil, Ginger —me corta—. Te quiero, te juro por mi puta vida que pierdo el culo por ti, que te quiero mas que a nadie pero necesitas dejar esa mierda. Necesitas salir a flote y si para eso he de anteponer nuestra nada, lo antepongo. Te quiero, y esto me duele mas a mi que a ti pero ya me dijiste que lo dejarías y ambos hemos visto que no. Te quiero, pero esto es algo que no puedo elegir, antes de mi vas tú y tu salud y para eso tienes que salir de ahí. Cuando seas estable, búscame, te estaré esperando, siempre te estaré esperando, reina.