Capítulo 41

2.8K 133 20
                                    

Hola solo quería avisar de que pronto esta novela acabará ya que apenas le quedan unos capítulos. Me gustaría saber si queréis una segunda parte o simplemente dejarla en el epílogo. Muchísimas gracias por todo el apoyo que me estáis dando, las visitas, comentarios, etc... Disfrutad el capítulo!!!

Llego a mi casa y sonrío al ver que tengo tiempo de sobra para darme una ducha. Me despojo de mi ropa en mi cuarto y voy hasta el baño tras coger mi ropa interior. Una vez allí, desenredo mi pelo y dejo que el agua de la alcachofa me moje. Tras lavarme y secar mi cuerpo, vuelvo a mi cuarto bailando y tarareando la canción que suena de mi móvil. Abro el armario y elijo la ropa para ponerme, me visto¹ y empiezo a maquillarme cuando suena el timbre. Abro sin siquiera mirar quien es porque es Dani y ella entra en mi casa.

—Felicidades, hermana. Te amo, te amo, te amo —dice lanzándose encima de mí.

—Gracias, jo. Te quiero un montón.

Sonríe y tras decirle que voy a terminar de prepararme, salgo disparada a mi cuarto.

—¿Nos vamos? —pregunta.

—Ya casi estoy —digo pintándome los labios.

Cuando termino de arreglarme voy con mi amiga que me tiende una bolsa. La abro y dentro veo algo envuelto por un papel de regalo que no tardo en romper encontrándome con una sudadera negra de Nike. Tal cual vi la sudadera me enamoré de ella pero no me la había comprado porque me parecía demasiado dinero.

Abrazo de nuevo a mi amiga y le agradezco un montón de veces. Luego cogemos todo y salimos de mi casa yendo hacia donde hemos quedado con los demás. Al llegar, Andrew, Izan, Jayden, Dylan, Blake y Kian nos esperan en la puerta del restaurante, todos ellos vestidos de pantalones y camisa y, al vernos aparecer, simplemente sonríen.

—Felicidades —gritan todos a la vez haciendo que varias personas se giren a mirarnos.

Los ocho nos fundimos en un abrazo y mi corazón se acelera al notar la mano de Kian cogiéndome por la cintura. Cuando nos separamos, entramos al restaurante y un camarero nos pregunta si hemos reservado, le digo que sí y mi nombre y nos pasa a la que va a ser nuestra mesa. Sin saber muy bien como, acabo sentada justo al lado de Kian y lo más jodido es que él parece contento con la situación.

Cenamos hablando todos con todos y, en ocasiones, hasta olvido lo que ha sucedido con la persona sentada junto a mi. Hablamos de Izan y su último curso a lo que su hermano se queja de las notas que ha sacado, también de sus respectivos trabajos, hacemos bromas, reímos e incluso Kian nos invita a la inauguración de su local que será en un par de semanas. Eso me pone excesivamente feliz al ver el brillo en los ojos con el que lo dice y a la vez triste de no haber podido estar viendo todo el proceso, toda su ilusión y su felicidad al ver como ha progresado todo. Pedimos que nos deje verlo y él se niega, no nos responde a nuestras preguntas y nos prohíbe totalmente pasarnos a verle estos días mientras esté allí para ver como va todo.

Cuando terminamos de cenar, me adelanto y pago la cuenta mientras mis amigos y mi prácticamente hermana se quejan de que ya voy a invitarles al reservado de luego y que es demasiado dinero. Me dan regalos a pesar de que les dije que no lo hicieran, zapatillas, ropa, unos auriculares, libros, etcétera. Tras agradecer todo lo que han hecho por mi y lo que me han regalado, salgo del local mientras ellos recogen sus cosas y enciendo un cigarro.

—Hey —me saluda Kian poniéndose frente a mí.

—Hola —digo tímida.

—Estás guapísima, Ginger.

—No me llames Ginger, sabes de sobra que solo me llama así la gente que no tiene confianza conmigo —le digo nerviosa—. Por cierto, tú también estás guapísimo.

—Venga, chicos, que mi cuerpo me pide alcohol —informa Jayden apareciendo con todos y yo me río.

—Creo que hemos interrumpido algo... —dice Izan con una cara pícara.

—Vamos, idiotas —digo yo empezando a andar.

(...)

—Gin, me voy a casa ya —me dice Andrew acercándose a mi.

—¿Qué? ¿Ya? —le pregunto haciendo un puchero— Pero la noche es joven y tú también—continuo arrastrando las palabras y pasando un brazo sobre sus hombros—, bueno, ya eres un poco viejo...

—Tú también deberías irte. Mañana trabajas y no puedes estar así.

—No quiero —digo soltándome de él y yendo hacia un sillón.

—Mañana hablamos, niña —me dice para luego perderse fuera de nuestra zona privada.

Ahora solo quedamos un Jayden muy borracho, Kian y yo.

—Venga, os llevaré a casa —dice Kian mirándonos a ambos.

—No me quiero ir a casa —digo poniendo voz de niña pequeña y riendo.

—Ginger... —me dice en tono amenazante y yo niego con la cabeza con una sonrisa divertida.

—Un ratito más... —digo pasando mis brazos por su cuello y pegándome a él.

—¡Sexo! —grita Jayden mirándonos.

—Nos vamos, críos —nos dice serio.

Jayden y yo nos oponemos a su orden, intentamos huir cuando nos coge hasta que, sin saber muy bien como, los tres nos encontramos dentro del coche de Kian.

—Poneos los cinturones de seguridad y no hagáis el gilipollas —dice mirándome a través del retrovisor.

—No encuentro la hebilla, jope.

—Deja de ser como un crío, tienes veintitrés años —vuelve a hablar Kian abrochando el cinturón de nuestro amigo.

Cuando se asegura de que llevo el mío puesto, pone el coche en marcha conduciendo hasta el edificio de Jayden. Lo ayuda a bajar del coche y lo acompaña hasta su casa tras bloquear las puertas del vehículo para que no pueda salir. Me paso a los asientos de delante y espero a mi ex tarareando una canción. Entra de nuevo al coche y yo me acerco a darle un beso.

—¿Qué haces, Gin?

—Dame un besito —le pido poniendo morritos.

—Si mañana cuando no estés borracha lo sigues queriendo, te lo daré, pero ahora no.

—Antes no eras así conmigo, antes me querías y me dabas besos sin tener que pedirlos —digo mientras se me escapan unas lágrimas.

—No es eso. Estás borracha, si no lo estuvieras ni siquiera estarías en el coche.

—Mentira. Yo te quiero, Kian.

—Mañana hablaremos —dice dando por zanjado el tema.

Yo simplemente apoyo mi mano sobre la suya mientras conduce y rezo por poder hacer esto pronto sin tener que ir ebria.

The middle of the chaos. [TMC#1] Kde žijí příběhy. Začni objevovat